Tema 19. Inmunología y el sistema inmunitario 2024
Viento solar
1. Mecanismos de transferencia de calor del sol a la tierra
La principal forma de transferencia térmica entre el sol y
la Tierra (y prácticamente la única) es la radiación.
Efectivamente, las ondas electromagnéticas, luz visible,
infrarroja y otros niveles viajan por el vacio y entregan su
energía a los objetos que encuentran a su paso, no
importa la distancia a que se encuentren. Claro, si la
distancia es menor, el grado de dispersión también lo
será, y serán más "unidades de energía" las que lleguen al
objeto. Estas unidades de energía, o también llamados
cuantos son los fotones.
Otra forma de energía térmica que podría llegar a la atmósfera terrestre es en las
partículas emitidas por el viento solar, pero estas son para fines prácticos totalmente
despreciables, por ser tan pequeñas es realmente poco lo que podrían afectar a la
temperatura atmosférica, y peor aún, la mayoría de estas partículas ni siquiera se
acercan, la magnetosfera (el campo magnético terrestre) se encarga de desviarlas muy
lejos.
El Sol y su atmósfera están cambiando continuamente, de
manera que tienen su propio clima. El Sol experimenta
variaciones climatológicas con período aproximado de 11
años, conocido como ciclo solar. Este ciclo es visualizado
principalmente a través del número de manchas
solares sobre la superficie solar (gráfico), pero también
puede observarse - usando filtros especiales - en la
aparición y desaparición de características menos
evidentes como filamentos.
El Sol, que es la mayor fuente de energía del Sistema Solar, libera su energía en forma
de radiación electromagnética ("luz") y de partículas energéticas. De esta manera, por una
parte, el Sol ilumina constantemente a la Tierra proporcionándole un flujo de energía de
1367 W/m2
, conocida como la constante solar; a la vez que, por otro lado, su atmósfera
(la corona solar, demasiado caliente como para ser retenida por el campo gravitacional) se
proyecta de tal manera que la Tierra es influenciada por el viento solar a través de un flujo
continuo de partículas, como también de su campo magnético asociado.
2. La radiación electromagnética resulta ser varios órdenes de magnitud mayor que la
radiación de las partículas. La potencia de entrada en la Tierra, debida a la iluminación,
considerando una sección eficaz pRE
2
, donde RE es el radio terrestre medio, es de
1.73x1017
W.
La radiación generada por el sol que se detecta en la superficie de la Tierra es el
mecanismo de transferencia de calor de este; sin embargo, antes de llegar a los límites del
primero, las partículas deben atravesar el medio interplanetario, espacio ocupado por
un plasma denominado viento solar. Este plasma es generado por la continua expansión
de la atmósfera solar, la cual no puede ser retenida por el Sol debido a que las altas
temperaturas de las regiones solares más externas hacen que el plasma ejerza una presión
hacia afuera capaz de competir con la fuerza gravitacional, dirigida hacia el centro del sol.
De esta competencia resulta un flujo de plasma que no sólo escapa del entorno solar sino
que además lo hace a velocidades superiores a las del sonido: se trata, por lo tanto, de un
flujo supersónico. Por ser este plasma de muy conductividad eléctrica, al
expandirse "arrastra" consigo al campo magnético solar. El espacio interplanetario no es
pues un vacío por el cual las partículas de rayos cósmicos puedan propagarse libremente,
el viento solar "empuja" a estas partículas hacia afuera del Sistema Solar, mientras que la
presencia del campo magnético las "guía" hacia adentro. Estas dos fuerzas en
competencia no son uniformes ni constantes en el tiempo, por ello, sus efectos en la
intensidad de la radiación cósmica detectada en cualquier punto se manifiestan en forma
de variaciones temporales.
El mecanismo que provoca esta variación secular resulta del distinto equilibrio que se
establece entre la convección que genera el viento solar al desplazarse constantemente
hacia afuera y la lenta pero segura difusión de las partículas hacia adentro. Esto tiene dos
importantes consecuencias: la primera de ellas es que aun en tiempos de mínima
actividad el espectro de rayos cósmicos que se observa en la Tierra no es el que llega a las
inmediaciones de la heliósfera, lo cual debe tomarse en cuenta al hacer extrapolaciones
de nuestras observaciones hacia otros puntos de la galaxia donde probablemente tengan
su origen estas partículas de altísimas energías. La segunda consecuencia del equilibrio
convección-difusión es que el flujo de rayos cósmicos será progresivamente reducido a
medida que éstos se acerquen al Sol o, en forma equivalente, a medida que nos
moviésemos más lejos del Sol la cantidad de rayos cósmicos observada debería ser mayor.
3. La energía del viento solar que incide sobre la magnetosfera terrestre, cavidad formada
por la interacción entre el campo geomagnético aproximadamente dipolar y el viento
solar que tiene asociado el campo magnético interplanetario, es del orden de 1.3x
1013
W, considerando una sección eficaz de radio igual a 15 RE. Para una sección eficaz de
un disco de radio terrestre que absorbe toda la energía cinética del viento solar incidente,
esto es en ausencia de campo geomagnético, la potencia sería del orden de 5.7 x 1010
W.
A pesar de la gran diferencia entre los valores de las potencias disponibles en las
vecindades de la Tierra a través de las dos formas de radiación, es el viento solar el
encargado de acoplar la atmósfera solar con la magnetosfera y la ionosfera (región
ionizada de la atmósfera) terrestre, y la mayoría de los procesos magnetosféricos e
ionosféricos asistidos por la magnetosfera son debidos a esta energía.
La fuente del viento solar es la corona cuya energía proviene de la zona de convección
solar. De manera simple, la energización coronal y la consecuente generación del viento
solar. Debido al enorme gradiente de temperatura entre la base de la corona y la zona de
transición, la mayor parte de la energia depositada en la corona es conducida en
dirección a la cromosfera la cual es energizada de esta manera. Otra parte de la corona,
la cual está estructurada de campos magnéticos muy intensos, está constantemente
escapando del campo gravitacional del Sol a lo largo de las líneas de campo
abiertas, huecos coronales y llamaradas, es lo que se conoce como viento solar. Esta
parte está constituida principalmente de hidrógeno, 96%,y helio, 3.2%, ionizados. El 0.8%
restante está constituido por elementos altamente ionizados como O, N, C, Si, Fe.
Fuentes de información
https://sites.google.com/site/fisicaespacialumag/home/r-monreal/extension/fisica-solar-terrestre