Es necesaria la educación en valores desde la edad
1. “Es necesaria la educación en valores
desde la edad 0″
Pregunta. ¿Por qué es imprescindible la unión de la escuela y la educación de los padres en
casa para prevenir conductas adictivas o abusivas en los jóvenes?
Respuesta. Partimos de la base de que la educación es una parte fundamental de la
prevención y esta lo que pretende es evitar que se produzca un consumo, si se ha
producido que se abandone lo antes posible, que haga el menor daño posible, etc.
Tiene unos objetivos más o menos ambiciosos en los que la capacidad personal para
enfrentarse a los consumos, a los momentos y a las dificultades, es un factor
determinante que nadie discute como un elemento clave. La FAD hizo un spot hace
mucho tiempo en el que había una guardería y había unos niños a gatas con una
profesora que decía: ‘Vamos a jugar a un juego: Poneros los cocainómanos a la
derecha, los alcohólicos aquí y los pastilleros allí’. Aquello fue un escándalo porque se
puso por primera vez a los niños en el ámbito de las drogas y fue muy criticado porque
no llegaron a oír ni el mensaje, que decía: ‘Nadie nace cocainómano, ni pastillero ni
alcohólico pero puede llegar a serlo. La educación lo es todo’. Esa fue la primera vez
que advertimos de que es necesaria la educación en valores desde la edad 0. Es el
elemento fundamental que permite que llegadas las edades críticas, van a permitir la
toma de decisiones de forma autónoma y que puedas tener los recursos necesarios
para decidir lo que quieras decidir y no lo que te hagan decidir unas circunstancias que
te arrastran. Esto contesta a la pregunta porque tan necesario es la educación en
valores desde casa como la continuación de la misma por parte de los educadores.
“La educación es una parte fundamental de la
prevención”
P. ¿Cómo se podría conseguir que los padres se impliquen en la tarea educativa en materia de
drogas? ¿Son suficientes y eficientes las escuelas de padres organizadas a nivel local o se
necesita de otras herramientas?
R. Yo soy un gran defensor de los padres, aunque admito perfectamente la responsabilidad que tenemos
los padres con nuestros hijos, y cuando son menores más todavía, pero también admito que a los padres
no se les pone nada fácil. Los padres serían los que podrían acabar con todo a través de la autoridad
2. familiar, un papel nada fácil cuando la sociedad está promoviendo por muchos canales una conducta muy
distinta. Además del desconocimiento que tienen los padres en una materia tan compleja. Nosotros
hemos hecho un trabajo enorme con familias. En los primero 25 años de historia de la FAD, hemos
trabajado con 5 millones de familias, dándoles información, formación, etc. Ahora estamos en la línea de
promover cursos online para que conozcan exactamente a qué se están enfrentando, qué podrían hacer
ellos y cómo lo podrían hacer. El resultado de esa formación ha sido siempre muy importante porque ha
tenido una característica común que era el reconocimiento, después de haber hecho el curso, de que
entendían y de que se daban cuenta de que tenían muchas posibilidades. Enseñamos a mejorar la
comunicación con los hijos cuando hablamos de generaciones muy distantes y por lo tanto muy distintas.
Las bofetadas no son útiles ni sirven, lo útil es utilizar unas determinadas técnicas de comunicación, de
generar una línea de confianza, que te permita tener una credibilidad, que tus hijos estén cerca, que te
cuenten, que les cuentes, etc. Los jóvenes en edades adolescentes tienen un enorme miedo a la
exclusión y acaban haciendo cosas que no quieren hacer. Salen a comerse el mundo y en vez de eso se
lo acaban bebiendo.
P. ¿Cómo se hace frente a una sociedad en la que el alcohol forma parte de la vida desde el
momento en el que se nace y está presente en todas las celebraciones? ¿Cómo se inculcan
hábitos saludables ante esta circunstancia?
R. Es el tema más complicado que hemos tenido. El tema del alcohol lo hemos puesto sobre la mesa muy
recientemente porque llevamos 28 años de historia y, empezamos a tratar el alcohol hace unos 3 años y
en total hemos hecho 7 campañas para debatir el tema. Lo hicimos con un amplio debate por nuestra
parte porque sabíamos el riesgo que corríamos. El alcohol es una sustancia absolutamente integrada en
la cultura, es parte de la cultura y de la familia, desde que uno nace el alcohol está en la casa y en las
celebraciones. No solo no produce rechazo sino que tiene una proximidad enorme, que es todo lo
contrario a lo que producía la llegada a este país de las drogas ilegales, que produjo miedo, alarma,
pánico y se produjeron mensajes que trasmitían un ‘no pasarán’ en las ciudades. Todo lo contrario al
alcohol y, cuando empieza uno a analizar y a ver los problemas que produce este sobre la sociedad y las
personas, te das cuenta que estás ante un problema enorme.
Es mucho más que todos los problemas de todas las demás drogas juntas. Así que nos animamos a salir
en los medios con una posición enormemente ‘light’, de pura reflexión: ‘¿Qué debemos hacer con el
alcohol?’. Todos los mensajes que empezamos a sacar son muy reflexivos, muy poco moralizantes. Y así
hemos ido evolucionando hasta la última ya un poco más dura: ‘Cada vez que te emborrachas te vuelves
un poco más tonto’. Es llegar al punto más culminante, al consumo en atracón, algo que proviene de
países nórdicos y que se ha incorporado al tiempo libre y ocio de aquí. Presentamos el problema de alto
riesgo para los jóvenes y que además tan diferente es del consumo tradicional en este país (consumo
lento y de relación social). Yo creo que ahí se ha demostrado bastante la eficacia que pueden tener
porque ha conseguido que se pusiera en marcha un proceso de reflexión social al ponerse sobre la mesa,
ha entrado en la agenda social en la de los medios, en la institucional, etc. Desde hace 3 años el alcohol
está teniendo la atención que nosotros consideramos que mínimamente tiene que tener.
“El alcohol es una sustancia absolutamente
integrada en la cultura. No solo no produce
rechazo sino que tiene una proximidad
enorme”
P. En relación con la campaña preventiva que comentaba en la que escenifica una bicicleta
atada a una farola y va a acompañada de la frase ‘Cada vez que te emborrachas te vuelves
3. más tonto’. ¿Es efectiva una campaña como esta? ¿Cuál llega más a la población, esta o
aquella del gusano entrando por la nariz?
Son campañas distintas en momentos distintos. La campaña del gusano fue una que hicimos en un
momento en el que hubo un crecimiento bestial del consumo de cocaína. Con eso queda una imagen muy
asquerosa, muy impactante, que permite un recuerdo muy claro. Es una de las campañas más
recordadas de las que ha hecho la FAD porque era repugnante, pero punto, ahí queda. Es mucho más la
reflexión que produce que el propio anuncio en sí mismo.
P. ¿En qué se diferencia esta y aquella tan impactante?
R. No es comparable con el mensaje actual del alcohol. Con una sustancia tan social tienes que decir
cosas sin provocar rechazo en la gente joven, porque no lo admiten todo, no admiten charlas. Tienes que
pensar en cómo decir las cosas para que les llegue. Por canales que les lleguen como redes sociales. En
esta campaña hemos utilizado la clave del humor, si oye la cuña de radio, verá que lo que se hace es
traducir en lenguaje coloquial lo que nos dicen los científicos, es decir, que el alcohol daña las neuronas,
el cerebro, etc. Se busca el impacto de una frase que te puede hacer pensar. ¿Es eficaz? Lo que hay que
hacer es pegar y pegar y pegar, para crear una sensibilidad en los jóvenes y en los padres. Las campañas
lo que hacen es introducir la verdad de la situación, lo que tú no has pensado todavía y deberías haber
pensado, te lo ponen delante para ver si te ayuda a mejorar las cosas.