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INTRODUCCIÓN
El presente trabajo de Investigación está basado en el tema de LA FALTA DE
COMUNICACIÓN ENTRE PADRES E HIJOS ADOLESCENTES, este problema nos
llamó la atención por las diferentes situaciones que se vive en nuestro contexto con
nuestros padres, así también se investigó arduamente, realizando visitas y entrevistando
a diferentes personas e instituciones.
El presente documento tiene por objetivo general concientizar a los padres de familia que
la falta de comunicación afecta gravemente a la relación familiar, así también saber
sobrellevar los problemas que se presentan en nuestra familia, ya que cualquier problema
tiene solución solo se necesita comprensión y apoyo mutuo, asimismo presenta los
objetivos específicos que nos permitió lograr la investigación.
Además, contiene el planteamiento del problema, que después de hacer un análisis
profundo el equipo de trabajo se planteó en siguiente problema: ¿Cuáles son las causas
de la mala comunicación entre padres e hijos?, seguidamente se tiene la justificación del
problema donde se especifica por qué se investigó el tema.
Por otro lado, presenta el marco teórico, donde se encuentra todo lo investigado a través
de nuestras entrevistas realizadas, también se encuentra la metodología de investigación
que nos permitió utilizar diferentes técnicas de investigación, igualmente contiene las
conclusiones a las cuales se llegó después de lo investigado.
Posteriormente se tiene las recomendaciones que el equipo de trabajo sugirió para dar
una posible solución a este gran problema que afecta a la sociedad en general, finalmente
se presenta la bibliografía utilizada a lo largo de toda la investigación y los anexos que
son las fotografías realizas durante el trabajo de entrevista, encuestas realizadas.
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1. OBJETIVO
1.1 OBJETIVO GENERAL
Concientizar a los padres de familia que la falta de comunicación afecta gravemente a la
relación familiar, así también saber sobrellevar los problemas que se presentan en
nuestra familia, ya que cualquier problema tiene solución solo se necesita comprensión y
apoyo mutuo.
1.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS
1. Identificar las fallas que causan problemas en el núcleo de la familia.
2. Investigar cómo influye la desintegración familiar en los jóvenes adolescentes.
3. Ayudar a nuestra sociedad por un bien común, ya que resolviendo nuestros
problemas como familia estaremos unidos y tolerantes ante cualquier adversidad,
dando así el ejemplo a la sociedad y reflejando unión, paz y amor.
2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Después de hacer un análisis profundo sobre este tema el equipo de trabajo se planteó en
siguiente problema:
¿Cuáles son las causas de la mala comunicación entre padres e hijos?
2.1 JUSTIFICACIÓN DEL PROBLEMA
En la actualidad los jóvenes se enfrentan a un mundo globalizado en el que, el tipo de
vida que llevan los envuelve en el estrés y la falta de comunicación con las personas, pero
especialmente con la familia, ya que se puede notar que por este problema ocurren
diferentes situaciones como ser malos entendidos, mentiras, engaños, pero sobre todo
desconfianza.
Asimismo, todos hablan de este problema, sin embargo ¿qué hacemos para dar solución
al mismo? todos los días se ve casos de familias separadas por diferentes razones, hijos
e hijas rebeldes, padres y madres que están muy ocupados, el uso frecuente de los
celulares que nos han alejado de nuestros seres queridos.
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Es por eso que se tomó en cuenta este tema para poder desarrollarlo y poder concientizar
a toda la comunidad educativa de lo importante que es la comunicación, el saber
escuchar a los demás, saber comprender, confiar, pero sobre todo contar nuestros
problemas, alegrías, tristezas e inquietudes a nuestra familia.
3 MARCO TEÓRICO
¿Qué es comunicación?
La comunicación es el intercambio de información entre dos o más personas. Esta puede
ser verbal, por ejemplo, cuando dos personas conversan, o puede ser no-verbal, como la
expresión en la cara de una persona que probablemente le hará saber a otra que está
enojada. La comunicación puede ser positiva, negativa, efectiva o inefectiva. ( Kristin
Zolten, M.A., & Nicholas Long)
La comunicación de antes y la actual
Lo anterior se ve reflejado en una de las circunstancias más comunes de la modernidad:
las dificultades de comunicación entre padres e hijos. En el pasado (y eso cubre los
últimos 10.000 años de historia), la comunicación entre padres e hijos era fluida, clara,
unidireccional: los padres daban órdenes y los hijos obedecían; no había discusiones, ni
argumentos, ni debates, ni mucha oportunidad de rebeldía; tampoco había mucho diálogo,
pero eso no era algo que se esperaba y resulta difícil pretender que era necesario: el
mundo funcionaba de otra manera, y funcionaba razonablemente bien. A raíz de la II
Guerra Mundial las relaciones en el interior de la familia se modificaron dramáticamente;
en principio, se trataba de ampliar los canales de intercambio y llevar una vida familiar
más ‘democrática’, en la que se tomaban algunas decisiones colectivas, analizadas y
concertadas. Pero no ocurrió así. En el lapso de una generación, los padres terminaron
sintiéndose arrinconados, carentes de autoridad, sin saber cómo poner límites y
convencidos de que en cualquier conflicto casi siempre llevaban las de perder; llegaron
a concluir que las normas solo despertaban risa en sus hijos y que la casa como
colectividad era una imagen fantasma: cada cual se encerró en un espacio impenetrable,
en el caso de los jóvenes rodeados de innumerables equipos, juguetes y dispositivos
electrónicos (proporcionados por los padres) cuyo aporte ha sido cualquier cosa, menos
mejorar la comunicación; y los padres se encerraron en sus trabajos o en sus hobbies.
Así surgió una generación que no habla con sus padres, para lo cual se esgrimen
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múltiples razones: el otro “no tiene tiempo”, hay otras prioridades, para qué hablar si todo
termina en malas interpretaciones; sencillamente ‘no nos entendemos’, no hay temas; y la
moda es que “los adolescentes (es decir, un adolescente que se respete) no hablan con
sus padres”.( Augusto Pérez Gómez, PhD. página 6)
Haciendo un análisis de la comunicación de antes y ahora, pues los padres de familia
antes eran más observadores con la educación de sus hijos, los malos entendidos se
dialogaban de manera respetuosa, actualmente ya no existe la misma educación y
disciplina siendo uno de los factores: la tecnología.
3.1 ¿Qué es la falta de comunicación entre padres e hijos adolescentes?
Tiene que ver con los numerosos malentendidos que se dan en la familia, un pequeño
error en la comunicación puede causar mal ambiente durante mucho tiempo, por tanto, si
no existe conexión entre los miembros de la familia se generan problemas de
comunicación.
Causas de la mala comunicación entre padres e hijos
Casi cualquier cosa podría considerarse como una “razón” para explicar las dificultades
comunicacionales; sin embargo, las más frecuentes son:
Las diferencias de edad
El número de años que distancia a padres e hijos suele constituir una barrera
infranqueable, especialmente porque los adolescentes consideran que cualquier persona
con cinco años más que ellos es un anciano. De aquí surge un desprecio por “lo viejo”
que puede resultar muy ofensivo para los padres, pero que además tiende a abarcar
todos los objetos, que pueden ser considerados “viejos” y pasados de moda con solo
algunos meses de vida.
Las diferencias de intereses
Evidentemente, existen y es normal que existan grandes diferencias entre padres e hijos
en lo que se refiere a considerar algo como interesante o no; generalmente ninguno de los
dos hace el mínimo esfuerzo por compartir y entender los gustos del otro.
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La dificultad para aceptar nuevos estándares
Las “modas” vuelven una y otra vez a ponerse sobre la mesa como temas conflictivos, de
generación en generación, y se refieren a la música, la ropa, los accesorios (piercings,
collares, aretes, peinados, tatuajes). Pero hay más: los cambios de comportamiento
pueden ser objeto de grandes desencuentros, como ocurre en los casos de relaciones
ambiguas entre adolescentes de sexo femenino, quienes no solamente se declaran amor,
sino que crean vínculos que califican de “noviazgo” con otras niñas de su edad. O las
visitas en los dormitorios, o el acostarse en un sofá a ver televisión con el novio.
El incumplimiento de las normas o los acuerdos
Para lo adolescentes resulta fastidioso el que les estén recordando que tienen que cumplir
sus compromisos y esperan que no se los tomen muy en serio. Pero tampoco es raro que
los padres olviden los suyos, o no se sientan muy dispuestos a respetarlos.
Los amigos y el uso del tiempo libre
Para un adolescente sus amigos ocupan un lugar prioritario, lo que lleva a sus padres a
pensar que ellos han desaparecido del escenario de personas importantes. Además, el
“estar perdiendo el tiempo” reunidos en una esquina con los del “parche”, o tomando
alcohol, o pasando eternidades frente al computador y en internet, son
consideradas formas inadecuadas de emplear el tiempo libre.
El uso de las nuevas tecnologías
Para muchos padres internet, los celulares, los videojuegos, el chat y toda la tecnología
de la que suelen rodearse muchos jóvenes, se convierten en enemigos de todo esfuerzo
de contacto. Y en realidad pueden llegar a serlo. No hay que olvidar, sin embargo, que
todos esos aborrecibles instrumentos son proporcionados por los padres.
El lenguaje utilizado entre los jóvenes (groserías)
Para muchos padres de familia estas expresiones resultan inaceptables y pueden llegar a
inhibir, distorsionar o bloquear totalmente la comunicación entre padres e hijos. A veces
se pierde de vista el que de todas maneras padres e hijos hablan la misma lengua, por
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lo que normalmente deberían poderse entender; pero unos y otros insisten en los
significados que ellos les dan a las palabras, asumiendo que es la única válida o
aceptable. Es común la utilización de palabras que a veces resultan muy escandalosas
para los padres; algunas veces esas palabras son “fuertes”, otras son “raras” y
algunas más son simples exageraciones; en otros casos se trata de gestos o sonidos de
rechazo o descalificación que resultan ofensivos para los adultos, y que evidentemente
hace unos cuantos años habrían sido impensables.
Errores de comunicación
Un error de comunicación es una interpretación inadecuada de un mensaje, ya sea
porque se emite mal (se utiliza un lenguaje inapropiado o incomprensible para la
otra persona), porque se distorsiona al recibirlo (porque hay una actitud de rechazo) o
por ambas razones. En el caso que nos interesa, una vez que se comete el primer error o
bien estalla el conflicto, o bien se cierran las puertas para continuar el diálogo y se
disminuyen las posibilidades de una comunicación eficaz en el futuro. Los más comunes
son:
Malas interpretaciones
No escuchar al otro
No decir lo que uno está pensando
El solo hablar de cosas negativas
Las frases más comunes de los padres de familia y de los hijas e hijos
Padres e hijos tienden a creer tener siempre la razón, o se ven como víctimas del otro;
usualmente tienen toda una lista de quejas y reclamos que conforman unas frases muy
comunes.
Los padres dicen:
Siempre está encerrado o hablando por teléfono o con la computadora.
Nunca tiene tiempo para hablar conmigo.
Cuando trato de explicarle algo se pone furioso/a y se va.
Nunca me dice cómo está, cómo se siente ni cómo le fue en el colegio.
No me cuenta nada.
Cada vez que le digo algo me voltea los ojos.
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Nunca escuchan nada de lo que uno les dice.
Hablan y se visten terrible.
Son irrespetuosos y groseros, para ellos no vale sino lo que ellos piensan.
Y ni hablar de esa música y esos bailes tan vulgares.
Vale más la opinión de los amigos que lo que diga uno.
Los jóvenes dicen:
Siempre me están haciendo preguntas estúpidas, a mí y a mis amigos.
Ellos no me entienden, son de otra época.
Solo me hablan cuando hago algo malo o para decirme qué tengo que hacer.
Cada vez que le pregunto algo a mi papá, me da una conferencia.
Si les digo mi opinión o cómo me siento, sólo me dicen lo equivocado que estoy, y
por qué no debería sentir lo que siento.
Arma un problema por cualquier cosa.
Habla, habla y habla y no me deja a mí decir nada.
Son muy metidos, siempre quieren saber qué voy hacer, con quién y en dónde.
Muchas de estas quejas son ciertas: lo que no es cierto son esos “siempre” y “nunca” que
acompañan a esas quejas. Escucharlas puede resultar útil para tratar de entender qué es
lo que se está haciendo equivocadamente.
Clases de falta de comunicación
Falta de tiempo: Hoy el ritmo de vida es acelerado y además se le muestra más
importancias más tribales como internet de TV, etc.
Poca paciencia: Cuando aparece la irritación sé busca la manera más fácil para resolver
la situación: Ignorando al otro la disciplina en ser autoritario y no dejar al niño expresar
sus necesidades puede ser perjudicial.
El trabajo ocupa gran parte del día de una persona
Y desde luego también queremos espacio, pero no debemos dejar de “hacer un espacio”
para la familia.
Consecuencias de una mala comunicación padres-hijos
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La mala comunicación entre padres e hijos produce una sorprendente cantidad de
consecuencias negativas:
Produce un distanciamiento que puede prolongarse durante toda la vida.
Lleva a ambos actores a cometer errores que habrían podido evitarse.
Genera patrones de interacción que tenderán a repetirse en otras relaciones,
especialmente con los propios hijos.
A pesar de que para algunas personas a simple vista las consecuencias de la falta de
comunicación entre los integrantes de la familia pudieran no ser tan relevantes, la realidad
de la situación es que sí lo son.
De hecho, múltiples son los estudios los cuales se han encargado de documentar que una
de las primeras consecuencias es la separación de las cabezas de la familia, es decir, el
divorcio de los padres.
Aunque esta situación no podía ser tan grave en algunos casos, correctamente en
aquellos donde la separación termina por darse en “buenos términos” y sin grandes
peleas de por medio que conduzcan a pleitos legales que parecen infinitos, la mayoría de
veces si es solo el comienzo de otras situaciones nada positivas.
3.4 Ejemplos
María considera que tiene una comunicación fluida y una relación de confianza con sus
hijos, pero nunca le ha hablado de la relación estable que mantiene desde hace siete
años y que inició después de separarse, “es mi vida íntima que en nada les afecta “,
asegura.
Juan despide cada día a sus hijos a la puerta del colegio como si se marchara a trabajar,
aunque hace más de un año que está sin trabajo. “No quiero que se preocupen por un
problema que ellos no pueden resolver”, comenta. Ana alerta a su hija sobre todos los
peligros que pueden acecharla cada vez que sale por las noches, pero no le ha explicado,
el embarazo no deseado que interrumpió en su juventud ni el accidente de coche que tuvo
cuando volvía de una fiesta con sus amigos en estado de embriaguez. “No me gustaría
perder autoridad moral o que cuando les regañe me digan que yo también lo hacía”
justifica.
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Como María, Juan y Ana, hay muchos padres y madres que no hablan con sus hijos de
sus relaciones sexuales, de sus problemas económicos y laborales o de sus errores de
juventud.
Existen ciertas pautas generales que pueden convertirse en una buena brújula si
queremos mantener una buena relación con nuestros hijos. Estas pautas también nos
pueden orientar para hablar con ellos de algunos temas delicados, la falta de
comunicación es un tema muy importante.
4 METODOLOGÍA DE INVESTIGACIÓN
La Entrevista
Es una técnica para obtener datos que consisten en un dialogo entre dos personas; El
entrevistador “investigador” y el entrevistado, se realiza con el fin de obtener información
de parte de este, que es, por lo general, una persona entendida en la materia de la
investigación. La entrevista constituye una técnica indispensable porque permite obtener
datos que de otro modo serían muy difíciles conseguir.
La Encuesta
La encuesta es una técnica destinada a obtener datos de varias personas cuyas
opiniones impersonales interesan al investigador. Para ello, a fin de que las contesten
igualmente por escrito. Ese enlistado se denomina cuestionario. Es impersonal porque el
cuestionario no lleve el nombre ni otra identificación de la persona que lo responde, ya
que no interesan esos datos.
5. CONCLUSIONES
Nuestro equipo de trabajo llego a las siguientes conclusiones:
Uno de los motivos que más se presentan en la falta de comunicación tiene que ver con el
trabajo de los padres, los amigos, la falta de confianza, las mentiras y el maltrato verbal o
físico.
La herramienta que más se necesita para lograr una buena comunicación es el respeto, el
dialogo y la confianza.
Los jóvenes toman malas decisiones no solo por falta de comunicación con sus padres si
no también influidos por otras personas como el dinero y los amigos.
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Crear equilibrio perfecto en el amor y el rigor cuando se merece, orientarlos al buen vivir,
evitar los reproches, estando siempre atentos a escucharlos, mostrando interés en sus
asuntos, comprenderlos, inspirarlos o motivarlos a la superación personal. De esa manera
lograremos familias estables emocionalmente con vínculos más sólidos en confianza y
armonía. Así también contribuiríamos a mantener una mejor sociedad.
5 RECOMENDACIONES
El equipo de trabajo hace las siguientes recomendaciones:
Escuche a sus hijos: eso no significa forzosamente que usted aceptará lo que
dicen o que estará de acuerdo con ellos.
Si el tema es muy difícil o espinoso, no trata de resolverlo de inmediato: dese un
tiempo para pensar y dígalo (pueden ser horas o días).
No se deje presionar: usted es quien pone las reglas.
Utilice correctamente su autoridad: no la desperdicie en asuntos triviales, no deje
de usarla en asuntos importantes.
Los padres deben explicarles a sus hijos por qué es importante respetar ciertas
normas, y no deben transigir al respecto.
Nunca amenace con algo (un castigo) que no esté dispuesto a cumplir.
Deben buscar actividades que los acerquen a sus hijos y les permitan compartir
tiempo amablemente: por ejemplo, un deporte, ver juntos una película salir a
comer.
Haga sugerencias sobre uso del tiempo libre, pero piensen bien lo que va a
proponer o se arriesgará a un “Ay papá, ¡cómo se te ocurre!” o “Gracias mami, eso
era en tus tiempos”
No grite.
Trate de terminar siempre las discusiones sobre un tono positivo.
Es mucho mejor el regaño o reprensión fría y calmada que la acalorada.
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Detenga y posponga las discusiones cuando se percate de que no se están
escuchando.
Es importante buscar la manera de que los jóvenes se den cuenta que no son solo
los adultos los que “critican o rechazan” ciertos gustos o ciertas modas que ellos
tienen sino que entre ellos mismos también se critican unos a otros y
sienten incomodidad o desagrado.
Saber entender y comprender los diferentes errores que como hijas e hijos
llegamos a cometer.
Guiarnos a cerca de nuestras amistades.
No cerrase en nuestras ideologías.
Identificar errores pasados y tratar de corregirlos para emplearlo en un futuro.
Poner en práctica el uso de un tiempo exclusivo para conversar entre padres e
hijos y resolver diferencias que afectan en nuestras vidas.