La poesía de Quevedo se caracteriza por la variedad de temas que aborda, como la angustia vital, la preocupación patriótica y la moral. Escribió sobre 1000 poemas a lo largo de su vida que tratan temas como el desengaño, la brevedad de la vida y la muerte. También cultivó la poesía moral, religiosa, amorosa y burlesca, donde criticó la corrupción del mundo y las clases sociales. Su estilo poético se caracteriza por su gran capacidad expresiva y el uso del conceptismo.
2. A) Características.
Más importancia que su prosa. Unos 1000
poemas, escritos durante toda su vida.
Variedad de temas y tonos (angustia vital,
preocupación patriótica; gravedad moral junto a
la sátira y la burla).
Profundo lirismo, protesta anticulterana y
búsqueda del equilibrio clásico renacentista.
No publicó en vida, sus versos circulaban
manuscritos. Primeras ediciones de sus versos en
1648 y 1670. Las obras completas se publicaron
por primera vez en el siglo XX (Astrana Marín
1932, J.M. Blecua, 1963).
3. B) Poesía angustiada.
Son poemas de tipo metafísico que
manifiestan su desengaño y el sentimiento
trágico de la vida, la angustia de la
condición humana, la brevedad de la vida,
la angustia del tiempo y el tema de la
muerte. Esta poesía arranca de sus
inmensas ganas de vivir.
Vivir es caminar breve jornada.
¡Ah de la vida! ¿Nadie me responde?
Cuando me vuelvo atrás a ver los años.
Ya formidable y espantoso suena.
4. C) Poesía moral.
Responde a la actitud moralista que
adopta Quevedo ante su desengaño.
Desarrolla el tema de la corrupción del
mundo (hipocresía, envidia, ambición), a
veces centrado en la realidad española
(“Miré los muros de la patria mía”) o de
carácter político (Epístola censoria al
Conde-Duque).
Aparece el tema de la vanidad del mundo
(vertiente ascética) y la filosofía estoica
(aceptación de la muerte).
5. D) Poesía religiosa.
La religión le lleva también a una
aceptación resignada de la muerte.
Pero esta resignación no es continua:
Quevedo vive la religión como un
conflicto entre sus creencias católicas
y sus sentimientos personales.
Destaca el grupo de salmos titulado
Heráclito cristiano.
6. E) Poesía amorosa.
Unos 200 poemas, los más numerosos. Supera
los tópicos del amor cortés y el petrarquismo.
Junta una gran intensidad lírica a sus temas
metafísicos.
Doble concepción del amor: como vencedor de la
angustia y como ideal inalcanzable. Es
experiencia de eternidad que puede dar sentido
al mundo (“Cerrar podrá mis ojos la postrera”)
pero es un ideal imposible que se desvanece en
un sueño (“A fugitivas sombras doy abrazos”).
Cantó a diversas amadas, supuesta o reales.
Muestra una falta de sinceridad pasional. Su valor
es la sombría y ardiente expresión afectiva.
Destacan los 65 sonetos dedicados a Lisi.
7. F) Poesía burlesca y satírica.
La sátira y la burla son otras soluciones de su malestar
vital. Repite aquí los mismos temas de su otra poesía. Se
burla de la vida, el amor, la muerte, la hipocresía del
mundo y las clases sociales. A veces es como un juego para
degradar el mundo noble y ejemplar.
Son famosas sus 25 letrillas. También escribe contra
Góngora y contra las mujeres. Destacan los romances
satíricos y las 16 jácaras en forma de romance en las que
pinta a la gente del hampa.
Poderoso caballero es don dinero.
Pues amarga la verdad.
Érase un hombre a una nariz pegado.
Quien quisiere ser culto un solo día.
Carta de Escarramán a la Méndez.
8. G) Estilo poético de Quevedo.
Gran capacidad expresiva para
desarrollar todos los registros del
lenguaje.
Es la manifestación más clara del
conceptismo en poesía: gran
densidad, ruptura sintáctica, creación
de palabras, acumulación de
hipérboles.