El crecimiento en Jesucristo significa parecerse más a él mediante el desarrollo de los frutos del Espíritu como el amor, la gozo, la bondad, la paz y la mansedumbre. El crecimiento espiritual es un proceso gradual de cambiar la vieja naturaleza por la naturaleza de Cristo a través del deseo, la decisión y el esfuerzo para seguir la verdad con amor.