2. Nació el 29 de octubre de 1832,
hija de Pedro Martillo y Josefa
Morán.
Huérfana de madre a los 6 años ,
quedó a cargo de su hermana
mayor.
Narcisa era alegre, jovial que comunicaba paz y
serenidad a quienes la rodeaban.
Rezaba siempre el rosario y enseñaba el catecismo
Fue amante del silencio y la oración.

3. Gustaba de la penitencia y
la oración. Tenia devoción
a Mariana de Jesús.
A los 19 años Narcisa sufre la muerte
de su padre. Su hambre de Dios la
lleva a decidir renunciar a su
herencia y viajar a Guayaquil para
buscar orientación espiritual mas
frecuente
Su primer director espiritual
fue el p. Luis Tola y Avilés.
Llevaba una presencia oculta de quien no quiere llamar la atención.

4. En Guayaquil siempre
cambió de vivienda por no
llamar la atención con su
estilo de vida penitente.
A lo largo de su vida tuvo
varios directores espirituales.
Se alojó en casa de
Mercedes de Jesús
Molina con quien llevó
una vida de oración,
sacrificio y penitencia.

5. Después de vivir casi un
año en Cuenca, vuelve a
Guayaquil.
Ella, aunque vivía entre
monjas siempre fue laica.
Años más tarde su director
espiritual debe ir a Lima y le
propone llevarla a un convento
de terciarias dominicas, lejos de
la bulla y admiración de quienes
la conocen.

6. Después de un año y medio en Lima, a los 37 años
muere el 8 de diciembre de 1869.
Narcisa se presenta con la
flexibilidad de una persona viva y
con un cierto calor natural, como si
estuviera viva. Y exhala una
fragancia perfumada de flores.
Todavía en 1916, el sacerdote dominico, Fray
Domingo Angulo hace mención de que en el
Patrocinio se tiene el cuerpo intacto de
Narcisa.

7. En Abril de 1955 finalmente fue llevado el
cuerpo de Narcisa a su tierra natal, hacia
Guayaquil por iniciativa de su sobrino
nieto Miguel Martillo.
Monseñor Mosquera hizo colocar
una mascarilla en la cara para
protegerla de la humedad que
comenzaba a dañarla.
A pedido de los noboleños el Vaticano autorizó
el traslado a Nobol, que se realizó el 6 de
diciembre de 1972

8. En 1992 se anuncia la beatificación de Narcisa, por lo
que Monseñor Juan Larrea Holguín propone la
construcción de un santuario en honor de ella.
En 1998 se concluye el nuevo santuario,
donde reposa, bajo el altar el cuerpo de
Narcisa.
La beatificación aconteció el 25 de
octubre de 1992 por parte del Papa Juan
Pablo II. Y su canonización la hizo el
Papa Benedicto XVI el 12 de octubre del
2008.