La agresión se define como la intención de causar daño físico, verbal, emocional o psicológico a otra persona y provocar una alteración del estado emocional, y puede manifestarse de forma física, verbal, emocional o psicológica. La agresión es destructiva para las relaciones entre personas porque fomenta enfrentamientos y la creencia de que para sobrevivir hay que destruir las posiciones contrarias.