El 10 de agosto de 1809 en Quito, Ecuador, un grupo de criollos quiteños formaron una junta de gobierno provisional para apoyar al depuesto rey Fernando VII de España, en lo que se conoce como el Primer Grito de Independencia del Ecuador. La junta declaró la independencia del país de la corona española y gobernó brevemente hasta ser disuelta por las tropas realistas enviadas desde Bogotá y Lima. Este evento marcó el inicio del movimiento de independencia ecuatoriano.