1. “… que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio” Agosto 1, 2009

2. “… que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio” “Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio” (Hch3.19; RV60)

3. “… que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio” Introducción

4. “… que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio” Desarrollo

5. “… que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio” La bondad atrae multitudes “Y teniendo asidos a Pedro y a Juan el cojo que había sido sanado, todo el pueblo, atónito, concurrió a ellos al pórtico que se llama de Salomón” (Hch3.11; RV60)

6. “… que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio” La bondad genuina viene sólo del Padre “Viendo esto Pedro, respondió al pueblo: Varones israelitas, ¿por qué os maravilláis de esto? ¿o por qué ponéis los ojos en nosotros, como si por nuestro poder o piedad hubiésemos hecho andar a éste?” (Hch3.12; RV60)

7. “… que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio” La bondad genuina es Jesús “El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su Hijo Jesús… a quien Dios ha resucitado de los muertos” (Hch3.13, 15; RV60)

8. “… que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio” La bondad genuina es Jesús “Jesús les respondió diciendo: Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado. De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto” (Jn12.23-24; RV60)

9. “… que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio” La bondad genuina es Jesús “Entonces cuando hubo salido, dijo Jesús: Ahora es glorificado el Hijo del Hombre, y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, Dios también le glorificará en sí mismo, y en seguida le glorificará. Hijitos, aún estaré con vosotros un poco. Me buscaréis; pero como dije a los judíos, así os digo ahora a vosotros: A donde yo voy, vosotros no podéis ir” (Jn 13.31-33; RV60)

10. “… que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio” La bondad genuina es Jesús “Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados” (1 Co 15.20-22; RV60)

11. “… que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio” La bondad genuina es Jesús “cuanto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo? Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna (He 9.14-15; RV60)

12. “… que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio” Jesús, la bondad genuina, es rechazado por el hombre “… a quien vosotros entregasteis y negasteis delante de Pilato, cuando éste había resuelto ponerle en libertad. Más vosotros negasteis al Santo y al Justo, y pedisteis que se os diese un homicida, y matasteis al Autor de la vida” (Hch3.13-15; RV60)

13. “… que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio” Jesús, la bondad genuina, provee la bondad completa “Y por la fe en su nombre, a éste, que vosotros veis y conocéis, le ha confirmado su nombre; y la fe que es por Él ha dado a éste esta completa sanidad en presencia de todos vosotros” (Hch3.16; RV60)

14. “… que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio” Conclusión

15. ¿Cómo puedo aprovechar y apropiarme de tal BONDAD?

16. “Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, y Él envíe a Jesucristo” (Hch3.19-20- RV60)