2. “… ciertamente morirás”
4Mas os digo, amigos míos: No temáis a
los que matan el cuerpo, y después nada
más pueden hacer. 5Pero os enseñaré a
quién debéis temer: Temed a aquel que
después de haber quitado la vida, tiene
poder de echar en el infierno; sí, os
digo, a éste temed (Lc 12.4-5; RV60)
4. “… ciertamente morirás”
1. ¿Qué es el pecado?
2. ¿Cuál es el origen del pecado?
3. ¿Quiénes son pecadores?
4. ¿Cuál es la consecuencia del pecado?
5. ¿Cuál es la solución al pecado?
6. “… ciertamente morirás”
15Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo
puso en el huerto de Edén, para que lo
labrara y lo guardase. 16Y mandó Jehová
Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del
huerto podrás comer; 17mas del árbol de la
ciencia del bien y del mal no comerás;
porque el día que de él
comieres, ciertamente morirás. (Gn 2.15-17;
RV60)
7. “… ciertamente morirás”
Sin embargo, la muerte no consistía
simplemente en la aniquilación del
cuerpo.
Hay que entender todo lo que tenía y era
Adán y su relación con Dios antes de la
caída y entonces imaginar la opuesto. Eso
es la muerte.
8. “… ciertamente morirás”
Y estaban ambos desnudos, Adán y su
mujer, y no se avergonzaban. (Gn 2.25;
RV60)
Entonces fueron abiertos los ojos de
ambos, y conocieron que estaban
desnudos; entonces cosieron hojas de
higuera, y se hicieron delantales (Gn 3.7;
RV60)
9. “… ciertamente morirás”
8Y oyeron la voz de Jehová Dios que se
paseaba en el huerto, al aire del día; y el
hombre y su mujer se escondieron de la
presencia de Jehová Dios entre los árboles
del huerto. 9Mas Jehová Dios llamó al
hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? 10Y él
respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve
miedo, porque estaba desnudo; y me
escondí. (Gn 3.8-10; RV60)
10. “… ciertamente morirás”
Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas
desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo
te mandé no comieses? 12Y el hombre
respondió: La mujer que me diste por
compañera me dio del árbol, y yo comí.
13Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué
es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La
serpiente me engañó, y comí (Gn 3.11-13;
RV60)
11. “… ciertamente morirás”
Los cambios no son sólo en los
sentimientos o emociones de Adán,
pero también en sus ACCIONES.
12. “… ciertamente morirás”
Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó
su semblante… Y dijo Caín a su hermano
Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que
estando ellos en el campo, Caín se levantó
contra su hermano Abel, y lo mató. Y Jehová
dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y
él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guarda
de mi hermano? (Gn 4.1-9; RV60)
13. “… ciertamente morirás”
Y vio Jehová que la maldad de los
hombres era mucha en la tierra, y
que todo designio de los
pensamientos del corazón de ellos
era de continuo solamente el mal (Gn
6.5; RV60)
Veáse Romanos 1.18-32
14. “… ciertamente morirás”
Y el mismo Dios de paz os santifique
por completo; y todo vuestro ser,
espíritu, alma y cuerpo, sea
guardado irreprensible para la
venida de nuestro Señor Jesucristo (1
Tes 5.23; RV60)
15. “… ciertamente morirás”
«… y el polvo vuelva a la
tierra, como era, y el espíritu
vuelva a Dios que lo dio» (Ec
12.7; RV60)
16. “… ciertamente morirás”
31Cuando
el Hijo del Hombre venga en su
gloria, y todos los santos ángeles con él,
entonces se sentará en su trono de gloria, 32y
serán reunidas delante de él todas las naciones;
y apartará los unos de los otros, como aparta el
pastor las ovejas de los cabritos. 33Y pondrá las
ovejas a su derecha, y los cabritos a su
izquierda. 34Entonces el Rey dirá a los de su
derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad
el reino preparado para vosotros desde la
fundación del mundo… (Mt 25.31-34; RV60)
17. “… ciertamente morirás”
…41Entonces dirá también a los de la
izquierda: Apartaos de
mí, malditos, al fuego eterno
preparado para el diablo y sus
ángeles. (Mt 25.41; RV60)
18. “… ciertamente morirás”
4Mas os digo, amigos míos: No temáis a
los que matan el cuerpo, y después nada
más pueden hacer. 5Pero os enseñaré a
quién debéis temer: Temed a aquel que
después de haber quitado la vida, tiene
poder de echar en el infierno; sí, os digo,
a éste temed. (Lc 12.4-6; RV60)
19. “… ciertamente morirás”
La discusión acerca del infierno no se
sostiene sobre su carácter en el
Antiguo Testamento, tampoco en su
realidad o no. La discusión acerca
del infierno se relaciona con el tipo
de castigo y la duración.
21. “… ciertamente morirás”
Y en el Hades alzó sus ojos, estando en
tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a
Lázaro en su seno. 24Entonces él, dando
voces, dijo: Padre Abraham, ten
misericordia de mí, y envía a Lázaro para
que moje la punta de su dedo en agua, y
refresque mi lengua; porque estoy
atormentado en esta llama… (Lc 16.23-24;
RV60)
22. “… ciertamente morirás”
… Entonces le dijo: Te
ruego, pues, padre, que le envíes a la casa
de mi padre, 28porque tengo cinco
hermanos, para que les testifique, a fin de
que no vengan ellos también a este lugar
de tormento. (Lc 16.27-28; RV60)
23. “… ciertamente morirás”
Y saldrán, y verán los cadáveres de los
hombres que se rebelaron contra mí;
porque su gusano nunca morirá, ni su
fuego se apagará, y serán abominables a
todo hombre (Is 66.24; RV60)
24. “… ciertamente morirás”
43Situ mano te fuere ocasión de
caer, córtala; mejor te es entrar en la vida
manco, que teniendo dos manos ir al
infierno, al fuego que no puede ser
apagado, 44 donde el gusano de ellos no
muere, y el fuego nunca se apaga (Mr
9.43-44; RV60)
26. “… ciertamente morirás”
De cierto, de cierto os digo: El que oye mi
palabra, y cree al que me envió, tiene vida
eterna; y no vendrá a condenación, mas
ha pasado de muerte a vida. De cierto, de
cierto os digo: Viene la hora, y ahora
es, cuando los muertos oirán la voz del
Hijo de Dios; y los que la oyeren
vivirán…
27. “… ciertamente morirás”
… Porque como el Padre tiene vida en sí
mismo, así también ha dado al Hijo el tener
vida en sí mismo; y también le dio autoridad
de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del
Hombre. No os maravilléis de esto; porque
vendrá hora cuando todos los que están en
los sepulcros oirán su voz; y los que
hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de
vida; mas los que hicieron lo malo, a
resurrección de condenación. (Jn 5.24-29).