2. El Tribunal de Cristo
(Bema)
“Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el
tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho
mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.”
(2 Corintios 5:10)
3. Una vez salvos…¡Debemos edificar!
“Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el
cual es Jesucristo. Y si sobre este fundamento alguno edificare oro,
plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, la obra de cada uno
se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será
revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará.
Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá
recompensa.
Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo
será salvo, aunque así como por fuego.”
(1 Corintios 3:11-15)
4. La forma en que servimos
a los hermanos en la fe
“Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis
mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún. Pero
deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin, para
plena certeza de la esperanza, a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de
aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas.”
(Hebreos 6:10-12)
“El que recibe a un profeta por cuanto es profeta, recompensa de profeta recibirá; y
el que recibe a un justo por cuanto es justo, recompensa de justo recibirá. Y
cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, por
cuanto es discípulo, de cierto os digo que no perderá su recompensa.”
5. La forma en que empleamos
los dones que Él nos da
• Parábola de los talentos: Mateo 25: 14-29.
• Parábola de las diez minas: Lucas 19: 11-26.
6. La forma en que utilizamos el dinero
“A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la
esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo,
que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.
Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos;
atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano
de la vida eterna.”
(1 Timoteo 6: 17-19)
7. “Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido,
como si alguna cosa extraña os aconteciese, sino gozaos por cuanto
sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en
la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría.” (1 Pedro 4: 12-13)
“Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan,
y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y
alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos.”
(Mateo 5:11-12)
“Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son
comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de
manifestarse.” (Romanos 8:18)
Si sufrimos por Cristo
8. La forma en que controlamos la carne
“¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren,
pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo
obtengáis.
Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para
recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible.
Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera
peleo, no como quien golpea el aire, sino que golpeo mi cuerpo, y lo
pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo
mismo venga a ser eliminado.”
(1 Corintios 9:24-27)
9. La forma en que
testificamos de Cristo
y ganamos almas
“Porque ¿cuál es nuestra esperanza, o
gozo, o corona de que me gloríe? ¿No lo
sois vosotros, delante de nuestro Señor
Jesucristo, en su venida? Vosotros sois
nuestra gloria y gozo.”
(1 Tesalonicenses 2:19, 20)
10. La forma en que
anhelamos su venida
“Por lo demás, me está guardada la
corona de justicia, la cual me dará el
Señor, juez justo, en aquel día; y no
sólo a mí, sino también a todos los que
aman su venida.”
(2 Timoteo 4:8)
11. La forma en que apacentamos
al pueblo de Dios
“Apacentad la grey de Dios que está entre
vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino
voluntariamente; no por ganancia deshonesta,
sino con ánimo pronto;no como teniendo
señorío sobre los que están a vuestro cuidado,
sino siendo ejemplos de la grey.
Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores,
vosotros recibiréis la corona incorruptible de
gloria.”
(1 Pedro 5:2-4)
12. La forma en que empleamos su palabra
“Te encarezco delante de Dios y del Señor
Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos
en su manifestación y en su reino, que prediques
la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo;
redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y
doctrina.”
(1 Timoteo 4:1, 2)