cortes de luz abril 2024 en la provincia de tungurahua
Educación emocional y expresión total
1. EXPRESIÓN TOTAL Y EDUCACIÓN EMOCIONAL
Tomás Motos
Departamento de Didáctica y Organización Escolar
Universidad de Valencia
Quien mueve el cuerpo mueve el corazón; quien mueve el corazón, mueve las
emociones; quien es capaz de emocionarse y quien es capaz de emocionar ha
encontrado la llave del misterio-milagro de la educación.
El músculo que no se ejercita se atrofia, por eso sabemos de gente que no se
acuerda de reír. Y lo mismo pasa con el cerebro: quien no repasa, renueva,
despilfarra y juega con sus pensamientos, costumbres y conocimientos,
fácilmente pierde la agilidad necesaria para entender un mundo en cambio
permanente. Además, y esto sí que es una gran pena, pierde el placer de crear, el
gozo de vivir y el privilegio de compartirlo. Así que, ¡danzad, danzad, benditos!
(Carlos Pons, maestro y actor).
1. ¿QUÉ ENTENDEMOS POR EXPRESIÓN?
Expresión es un término que hace referencia a tal cantidad de cosas distintas que ha
perdido su sentido y se ha convertido una de esas muletillas de las se echa mano en los
discursos junto a libertad, interés general, cultura o desarrollo.
Etimológicamente expresión se deriva de exprimere, que significa hacer salir presionando.
El sentido originario de expresión es el de movimiento del interior hacia el exterior,
presión hacia fuera. Pero este término adquiere sentidos muy precisos en las distintas
disciplinas. Así, en Estética se entiende por tal la propiedad que posee una obra de arte para
suscitar emociones, sentimientos; en Lingüística: palabra o grupo de palabras utilizadas
para manifestar sentimientos, pensamientos, opiniones y también es el significante, lo que
es dicho, esto es, el enunciado; en Algebra: conjunto de términos que representan una
cantidad; en Psicología: comportamiento exterior, espontáneo o intencional, que traduce
emociones o sentimientos; por ejemplo: la expresión de alegría; la expresión de
sorpresa. La manifestación de los estados afectivos puede ser revelada por los gestos, la
palabra, por los signos que aparecen en el rostro. Y, también, es un término que se atribuye
a hechos vagos, así se utiliza la palabra expresión para referirnos ciertos gestos más o
menos vehementes de comunicación interpersonal: mover los brazos al hablar, gesticular,
subrayar las frases, etc.
1.1. Sentidos de la expresión
En el ámbito de la educación este término se utiliza con diferentes significaciones.
2. A) Expresión como eco de las primeras vibraciones del organismo. El acto por el que
abrimos nuestro cuerpo para dejar escapar la sustancia del ser interior, la música de los
cuerpos, los ritmos secretos del organismo.
Desde esta perspectiva, la función de la expresión es hacer que "la memoria de las
sensaciones que la larga práctica intelectual ha soterrado resurja de cada ser, forme parte de
él y tome posesión de sí mismo". (Stern, 1976: 28). Por lo tanto, expresarse sería el
resultado del retorno a la propia autenticidad y la traducción de nuestro ser en signos
externos que manifiestan el yo interior. “La expresión, alimentándose de los sentimientos y
de las experiencias del pasado, vuelve actual lo que tras nosotros hemos dejado y cuyo
recuerdo no ha muerto en nosotros. (…) Conservamos de igual manera la huella de las
sensaciones que nuestro cuerpo ha percibido desde que somos un ser viviente. (…) La
expresión las trae desde la memoria inconsciente y las proyecta en le presente, creando
imágenes para reencarnarlas, haciendo revivir un pasado jamás destruido, sino olvidado por
nuestra conciencia. (…) La expresión nos abre a nuestro ser secreto y lo revela, sin
traicionarlo.” (Stern, 1976: 55).
Desde esta óptica de la expresión se rechaza la “expresión colectiva”, pues la expresión es
siempre “la topografía de la vida interior de cada individuo” (Stern, 1976: 34) y la
“expresión libre” – pleonasmo extendido en una sociedad ignorante de que no existe la
expresión sin libertad -.
En esta acepción la expresión equivale al momento de ser uno mismo. Para expresarse hay
que desaprender y romper esquemas: dejar de lado la razón, adiestrada para ejercer un
poder despótico sobre las demás dimensiones de nuestro ser, y permitir que nuestro cerebro
emocional actúe sin ningún tipo de censura. Y el primer esquema que hay romper es el
miedo. Ya sabemos que el abejorro vuela porque no sabe que puede no volar. En el plano
de la práctica, hay que ejercitarse en actividades que no excluyan de golpe la razón, pero
que permitan dictar las imágenes con las que aquella ha de satisfacerse.
B) Expresión como liberación. Los productos expresivos son testimonio de lo que escapa a
nuestra reflexión. Los lapsus, emergencia de preocupaciones inconfesadas o incontroladas y
los garabatos automáticos son presentados frecuentemente como ejemplos de actos no
asumidos por la razón. En esta perspectiva de la expresión se fundamenta la
función catártica y terapéutica del arte. La expresión es liberación del hombre automático y
robotizado y opone frente a la mente reproductora (pensamiento reproductor, fijeza
funcional y conceptual) la mente creadora inventiva; frente al cuerpo habituado (rutina,
aburrimiento, alienación) el cuerpo desinhibido, desrobotizado; y frente la expresión
pautada (lenguaje codificado) la expresión total. En este sentido, Stern nos recuerda que la
libertad de expresión es tan necesaria como la libertad de pensar.
C) La expresión como enriquecimiento del yo. La expresión pretende el retorno a la propia
autenticidad. “Pero si la expresión se limitara a dar salida al ego sincero y verdadero que
todos llevamos dentro, aún no habría alcanzado la extensión de su cometido. Antes que
nada, la expresión ha de ayudar al enriquecimiento de este ego. Sin un yo rico, completo y
lleno, toda forma de expresión sería un mimetismo, una máscara”. (Aymerich, 1971: 15). El
3. pensamiento de esta autora, como afirma Farreny (2000: 216) es que la expresión ha de ser
una exteriorización inteligente y adecuada de todo lo que es real en el ser humano.
La expresión se presenta como una vía de desarrollo y crecimiento en todas las
dimensiones: íntimas y esenciales – haciendo al sujeto un ser apto para recibir y asumir- y
externas, dirigidas hacia fuera –haciéndolo capaz de transmitir y de proyectarse.”
(Aymerich, 1971: 19).
D) La expresión como creación. La creatividad es básicamente expresión. En esta sentido,
todos somos creativos en todos los lugares y en todos los momentos de la vida. Los grandes
teóricos de la creatividad así lo reconocen al colocar la expresión en la base todo proceso
creativo. Así hace Taylor al distinguir los cinco niveles en el producto creativo: expresivo,
productivo, inventivo, innovador y emergente. La creatividad expresiva es la forma más
elemental de creatividad, caracterizada por la espontaneidad y la libertad, pero puede
ocurrir que estos productos estén desprovistos de aptitudes especiales como ocurre, por
ejemplo, en el dibujo de los niños.
D) La expresión como comunicación. La actividad de la expresión consiste en “una
emisión consciente o no de signos y de mensajes que corresponden de una manera
analógica a una realidad alejada u oculta” (Salzer (1984: 17) y el objetivo de la expresión se
concreta en traducir nuestro ser en signos exteriores. La expresión, que hay que entender
como una manifestación exterior del pensamiento o de los estados psíquicos, no acaba en
acto solipsista. Adquiere toda su entidad cuando se hace transitiva, social. Las actividades
expresivas son fundamentales para el desarrollo de la capacidad creadora y para los
procesos de socialización. Y esta es la razón de que el binomio expresión-comunicación sea
uno de los principios en que se fundamenta la educación actual. Entendemos por
comunicación “todo lo que hace que cualquier signo o mensaje emitido sea recibido por
otro, sea comprendido y sentido de manera común: todo lo que pueda favorecer o
perjudicar el acercamiento en la comprensión recíproca” (Salzer, 1984: 17)
Para Aymerich (1996) la expresión intencionadamente o no siempre dice algo a alguien.
No podríamos comunicarnos si no supiésemos expresar, porque la comunicación siempre
es expresión. Cuando la expresión es intencionadamente comunicativa se vale de los
múltiples lenguajes de la persona. Y es más rica cuando la persona posee más contenidos
expresables, que dependen en gran manera de la capacidad de los sujetos para interiorizar
el mundo, es decir, hacer subjetiva la cultura objetiva.
Pero también la expresión es por definición corporal. El cuerpo es quien la hace posible, sin
él no habría comunicación entre un yo y otro yo. Como dice T. Bertherat (1990) nuestro
cuerpo es nuestra casa. Somos sus únicos propietarios. Esta casa tiene unas paredes que se
han ido construyendo a lo largo de la propia historia personal de cada uno: vivencias,
emociones, disgustos, alegrías, presiones sociales, familiares y morales son responsables
de nuestra propia forma corporal: espalda, cara, piernas, brazos y todo el cuerpo llevan
escrita nuestra propia historia.
Las dos caras de la expresión: espontaneidad y técnica
4. La expresión surge de la dialéctica equilibrada entre la creatividad y la técnica, entre la
espontaneidad y la regla establecida. "La expresión estará siempre en equilibrio entre la
espontaneidad y la técnica artística. Entre la liberación del yo y el conocimiento de los
demás" (Dobbeleare, 1970, 28). A la espontaneidad debe seguir la técnica, que da una
forma y una estructura durable a nuestras inspiraciones y que confiere a nuestras obras un
valor comunitario al marcarlas con cierto número de rasgos que las hacen accesibles a los
otros. "Sin espontaneidad la obra es fría y sin vida. Sin técnica, resulta confusa"
(Dobbeleare, 1970, 80). La técnica ha de permitir traducir las ideas o los sentimientos con
un máximo de eficacia y de sinceridad.
La técnica reside en el conciencia de las posibilidades, en el dominio de los códigos y en
conocimiento de los logros alcanzados por los que ya han trabajado y obtenido productos
relevantes (cultura). Es el saber hacer, fundamentado sobre una serie de reglas precisas y
de procedimientos constatados por la práctica.
En este sentido, los procedimientos clave del aprendizaje expresivo son el reto y
el modelo. Pues si analizamos los procesos de creación de cualquier profesional en el
cualquier campo artístico encontramos dos fases: a) reproducción mediante la imitación de
modelos, b) generación de productos nuevos como resultado de un reto que se ha propuesto
superar, ya que, como afirma U. Eco, “para poder inventar libremente hay que ponerse
barreras".
La espontaneidad, en palabras de Moreno (1966:57), es "la respuesta adecuada a una
nueva situación o la nueva respuesta a una situación antigua". Es la capacidad que
exterioriza, libera y sensibiliza el conocimiento y nos mantiene abiertos a la realidad
natural, social y a nuestro propio yo. Y también, la actitud que nos permite desarrollar el
principio de la hipótesis n+l, es decir,siempre hay una nueva manera de hacer las cosas, de
dar respuesta a un reto, y nos ayuda a superar los bloqueos perceptuales, emocionales y
culturales, verdaderos enemigos de la creatividad.
1.2. Los campos de acción de la expresión
La práctica de la expresión se distribuye en tres grandes campos: el arte, la
psicoterapia y la educación. Éstos vienen delimitados por la finalidad perseguida al utilizar
la expresión y por la formación de los que la practican y no tanto por los métodos y las
actividades utilizadas, que en esencia son las mismos. Si tomamos como ejemplo el teatro,
tenemos que si se procede de una formación en arte dramático se ven las actividades
dramáticas desde una óptica teatral, como espectáculo, resultado estéticamente elaborado
para ofrecer a un público; si la formación es en psicoterapia se hablará de psicodrama o
sociodrama; y si la formación es pedagógica, se contemplarán las actividades dramáticas
como prácticas educativas, como exponente de los métodos activos.
a) Educación. La función de la expresión como acción educativa ha de ser la de ayudar al
sujeto a adquirir confianza en sí mismo y hacerlo cada vez más conscientes de su propia
capacidad de comunicación. Pero además, la práctica de la expresión actúa también como
soporte de la alfabetización estética. Tendiendo en cuenta que ésta se fundamenta en el
5. comportamiento emocional y el comportamiento cultural, la pedagogía artística habría de
tener presente los siguientes objetivos:
- Desarrollo de la autonomía, entendida como capacidad del estudiante para dirigir por sí
mismo su propio proceso de desarrollo personal.
- Desarrollo de la comunicación, entendida como capacidad de emitir y recibir mensajes
estéticos.
- Desarrollo del sentido crítico, como capacidad de analizar mensaje verboicónicos,
situarlos en el contexto en que se inscriben y poder hacer una lectura crítica de las
situaciones culturales a las que hace referencia.
- Desarrollo de la creatividad, como capacidad que da nuevas dimensiones a la
representación artística, asociada a diversos lenguajes expresivos o haciendo una lectura
renovada de las productos artísticos ya existentes.
La práctica de la expresión ha de estar integrada en todas las áreas curriculares, ya que es
necesario trabajar todas las dimensiones de la persona (emocional, relacional, corporal) y
no sólo las cognitivas. La expresión ha de constituir la base de los métodos activos y el
espacio donde el saber ser predomina sobre el saber y el saber hacer. Pero en el currículum
actual la expresión queda reducida al área de “Descubrimiento de sí mismo”, en la
Educación Infantil; al área de Educación Artística, en Primaria; y a alguna optativa en
Secundaria.
b) Psicoterapia. La expresión permite entrar en relación con sujetos de comportamientos
irregulares y difíciles. Así se pueden trabajar problemas derivados de la incomunicación
(autismo, soledad, bloqueos, etc.); superar conflictos personales (desinhibición,
estimulación,); mejorar las capacidades sensoperceptivas (atención, observación,
concentración, etc.); desarrollar la extroversión para conseguir la liberación de la confianza
en sí mismo, la afectividad, la adquisición de seguridad, etc.
Tenemos tendencia a conservar la memoria de las experiencias traumáticas en nuestro
cuerpo. La expresión permite liberar determinadas tensiones o frustraciones y sustituirlas
por vivencias positivas y estimulantes. La psicoexpresividad puede ayudar a despertar las
aptitudes que todos tenemos y conseguir un dominio sobre las facultades físicas y
psíquicas.
c) Arte. Los productos de la expresión pueden resultar formas artísticas o
manifestaciones que son testimonio de un ideal de estilo propio de un individuo, de una
cultura o de una época. En este caso, estaríamos en la acción artística. También se entiende
por expresión artística el modo de expresión personal que se apoya en la aplicación precisa
de habilidades y de conocimientos (saber hacer), con vista a la traducción de ideas,
sentimientos y sensaciones mediante signos, sonidos, imágenes, formas, tonos, olores,
palabras, sabores, o cualquier otra estructura de conjunto, que suscita impresiones
agradables y armoniosas, excitantes o provocadoras.
6. La expresión favorece la creatividad y la imaginación, cualidades imprescindibles de todo
artista. La estética reconcilia las facultades “superiores” e “inferiores” de la persona, lo
apolíneo y lo dionisíaco, la sensualidad el intelecto, el placer y la razón. En palabras de Ch.
Maillard (1996) “artista es aquel que sabe ensanchar la mirar y sabe escuchar, es aquel que
sabe crear ese espacio interior en el que la realidad –la propia y la del mundo- acude en
estado naciente, pues la realidad siempre está aconteciendo y su manera de darse a la
conciencia es el aparecer”
d) Arte y psicoterapia. La intersección de cada uno de tos tres campos van a
producir nuevas áreas de relación como se muestra en el gráfico 1. Así la primera se
generaría por el contacto entre de Arte y Psicoterapia, espacio de la expresión y liberación
por el arte. Entre otras manifestaciones de este mestizaje tenemos ya muy codificadas:
Art-terapia: técnica utilizada con personas que presentan dificultades emotivas o
problemas de comportamiento, consistente en la utilización de las artes visuales (dibujo,
pintura, escultura) a fin de facilitar un relajamiento o disminución de la intensidad emotiva
y la comunicación no verbal.
Musicoterapia: uso de la música en el tratamiento y la reeducación de personas que
presentan problemas psicológicos sociales o físicos. La musicoterapia provoca estimulación
afectiva y motriz y favorece la relajación muscular.
Ludoterapia o terapia por el juego: un aproximación no directiva según la cual el niño se
entrega a actividades que le conducen a expresarse.
e) Formación y desarrollo personal. La intersección entre Psicoterapia y
Educación genera el nuevo campo de la formación y el desarrollo personal. Ciertas
actividades expresivas concernientes al desarrollo personal, por ejemplo, el juego de roles,
la dramatización de situaciones, las técnicas de improvisación espontánea se usan con esta
finalidad. Este enfoque de la formación se propaga en los ámbitos más dispares como la
formación en la empresa, en la sanidad, en el trabajo social, en los centros de desarrollo
personal, etc.
f) El tercer campo de mediación sería el de la animación sociocultural. La
animación en general es dinamización, activación, impulsión de actividades humanas
efectuadas por los grupos. Su finalidad es dinamizar y poner en movimiento las
instituciones y crear una nueva dinámica que contribuya a abandonar el aletargamiento de
las estructuras y de las personas. Las actividades en este sector están dirigidas a personas
procedentes de medios muy heterogéneos y se realizan en un contexto lúdico.
g) El cuarto campo, que estaría constituido por la supersposición del arte, la terapia
y la educación, vendría constituido por el lenguaje total, espacio holístico, multiexpresivo
y socio-psico-artístico-educativo, donde las líneas tienden a superponerse, donde todos los
caminos se confunden en una ruta común.
7.
8. Gráfico 1. Campos de acción de la expresión
2. EXPRESIÓN TOTAL
2.1. Lenguajes expresivos
A la hora de expresar una realidad se emplean tres modelos básicos de lenguajes:
el icónico, el analógico y el gráfico. El icónico emplea el lenguaje plástico; el análogico,
el plástico y el corporal; y el simbólico, el matemático y el verbal. Por su parte, cada uno
de estos lenguajes se presenta más apto y preciso para expresar determinadas realidades.
Así el lenguaje verbal y el matemático son especialmente adecuados para expresar la vida
intelectual, debido a que ambos exigen una alta capacidad abstracta a causa del
convencionalismo que les es propio; para las manifestaciones de la vida afectiva es más
apropiado el corporal y para las manifestaciones estéticas el lenguaje plástico.
La teoría de la expresión reconoce seis formas básicas o multilenguajes: lingüística oral,
lingüística escrita, numérica, plástica, rítmico-musical y corporal. A las que habremos de
añadir las nuevas formas mixtas de expresión que se generan a partir de la mezcla de
lenguajes. La expresión audiovisual, basada en la imagen, el sonido, la palabra y el color.
La expresión dramática,que integra la lingüística, la corporal, la plástica y la rítmico
musical y se presenta como una disciplina de encrucijada, una especie de síntesis de
materias o de posibilidades de ejercer la polivalencia, en la que no se procede por sucesión,
pasando de una disciplina a otra, sino que por el contrario, hay la posibilidad de dar a la
expresión el soporte que convenga según el fin elegido, por lo que se presenta como
máximo exponente de la expresión total (Barret). La tecno-instrumental (máquinas,
9. artefactos) Y en informática el hipertexto (texto hiperactivo integrado por el texto
propiamente dicho, sonido, imágenes estáticas e imágenes en movimiento).
La utilización del lenguaje corporal, gestual, o muscular, como diría
Einstein, permite a las personas pensar activamente con el cuerpo. El empleo del
lenguaje icónico-plástico asegura el pensamiento fluido de los automatismos
conscientes o inconscientes del sujeto, auspiciando la representación visual e
icónica de las propias ideas, emociones, o proyectos.
La confluencia de todos estos lenguajes, actualmente se dan en ciertas
manifestaciones como el teatro, las manifestaciones artísticas de vanguarida o en las
producciones multimedia abren el camino a la expresión total, donde el pensamiento
creativo y divergente, imaginativo e inventivo se manifiesta a través de la conjunción los
distintos lenguajes expresivos.
2.2. Proceso de representación expresiva: impresión-expresión-comunicación-
reflexión.
Todo acto expresivo se basa en un movimiento de doble dirección: del mundo exterior
hacia la persona (impresión) y de la persona hacia el mundo exterior (expresión). Sólo
podemos expresarnos si, voluntariamente o no, nos dejamos impresionar por lo que nos
rodea o interpela. Si no somos como placas sensibles que registramos mediante los sentidos
y almacenamos las diversas sensaciones muy poco podremos después expresar.
Los medios que facilitan la impresión (Moccio, 1998, 5-8) son
la tranquilidad, la receptividad y el pensamiento personal.
La tranquilidad es la actitud que nos permite servirnos de nuestras propias energías. Y esto
exige: disponibilidad o preparación para recibir; descontracción o actuar para hacer que
desaparezcan las tensiones de nuestro entorno; relajación o preparación para la
receptividad, que favorezca un estado de no resistencia a las sensaciones; y dominio de uno
mismo o conducta autónoma, no sólo en los aspectos físicos sino a los aspectos del espíritu
que conduzcan al equilibrio del pensamiento.
La receptividad o acumulación de energías se consigue mediante la interpelación de
nuestros sentidos; la atención, que añade una voluntad de sentir; la observación o capacidad
para detenernos sobre la cosas, el mirar en su interior y tratar de comprenderlas no sólo en
la apariencia sino también en su contenido.
El pensamiento personal equivale al despliegue de nuestra energía y supone
concentración, es decir, centrar la atención en el punto u objeto único que hemos elegido,
en el desarrollo del objeto de nuestro deseo.
Desde hace tiempo estamos intentando desarrollar un modelo (Motos 1996, 1999),
que en principio estaba destinado a la didáctica de la educación artística, pero hemos ido
comprobando con el transcurso del tiempo que es aplicable a cualquier materia siempre que
10. se trabaje a partir de objetivos expresivos. (Ver gráfico 2). Este modelo se basa en cuatro
dimensiones: las fases del proceso, el proceso de representación artística, los momentos de
la clase o taller y el tipo de actividades realizadas.
Gráfico 2
1. Proceso creador. La mayor parte de los investigadores identifican estas fases en el proceso
creador:
Preparación: situación del sujeto en el clima favorable y con los medios adecuados para
crear.
11. Incubación: elaboración interna de la obra; información y tanteo, análisis de la
situación y búsqueda de soluciones múltiples.
Iluminación: plasmación de la nueva idea o fijación de la mejor solución encontrada.
Revisión: evaluación de los resultados; experimentación, corrección y puesta en práctica.
2. Cualquier proceso expresivo se articula sobre estas palabras clave: percibir, sentir,
hacer, reflexionar .
Percibir. Es tanto como estar a la escucha de uno mismo y del entorno. Supone la
disponibilidad del individuo a dejarse impregnar por los estímulos del entorno físico y
humano y permitir que surjan las imágenes que éstos inducen. La percepción consiste en
desplegar las antenas de todos los sentidos para poder captar los estímulos del exterior y
dirigir la mirada hacia el mundo interior. Esto implica un estado de disponibilidad en los
planos cognitivo, motriz y afectivo. Houlle (1987: 18) caracteriza esta fase en los siguientes
términos: es de orden sensorial y emocional; al suscitar la atención del individuo permite
establecer lazos entre sus percepciones sensoriales y su imaginación; exige de una actitud
de espera activa y de disponibilidad corporal. El sujeto debe dejarse impresionar por los
estímulos del medio, estar abierto y ser sensible a todo lo que le rodea y tratar de tomar
contacto consigo mismo.
Desde el punto de vista didáctico, la percepción supone crear un clima de calma y de
escucha consciente y mirada activa, una atmósfera dinámica y estimulante; ofrecer un
amplio abanico de experiencias sensoriales; ayudar a tomar conciencia de uno mismo y de
la realidad exterior.
Los ejercicios y actividades de relajación, de concentración, de percepción sensorial, de
observación se incluyen dentro de esta fase. La actitud a adoptar podemos concretarla en
los siguientes principios:
- Tomar conciencia de que siempre estamos percibiendo con los cinco sentidos.
- Dar importancia a los detalles prácticos.
- Estar en contacto con la las realidades físicas.
- Atender al momento actual
- Darse cuenta de los detalles pequeños de la vida cotidiana.
Sentir. Se trata de no olvidar el sentir en el proceso de aprendizaje. En este sentido ya
Neill (1974: 37) advertía que “la mayor parte del trabajo escolar que hacen los adolescentes
es tiempo, energía y paciencia perdidos. Roba a la juventud el derecho a jugar, jugar y
jugar. Pone cabezas viejas sobre hombros jóvenes. (...) Porque se les ha enseñado a saber,
pero no se les ha dejado sentir. Estos estudiantes son amables, agradables, ávidos, pero les
12. falta algo: el factor emocional, la facultad de subordinar el pensar al sentir. Les hablo de un
mundo que desconocen y que seguirán desconociendo, pues sus libros de texto no tratan del
carácter humano, ni del amor, ni de la libertad, ni de
la independencia. Y así va el sistema, atendiendo únicamente a normas de aprendizaje en
libros, alejando la cabeza del corazón”.
Hacer. El sujeto pone en acción sus imágenes interiores, elabora a partir de un estímulo,
comunica su mundo interior. Este hacer se debe orientar en dos direcciones: la exploración
y la actualización. La exploración es un periodo de ensayos múltiples, de lanzamiento de
propuestas diversas. En las actividades de exploración se pone el acento sobre los medios e
instrumentos con los que se realiza el aprendizaje de los distintos lenguajes. La
actualización es la etapa de elegir, de organizar, de arrancar. Momento en el que la creación
emerge a partir de las propuestas planteadas. Es la fase por excelencia de la expresión-
comunicación. La actividad base de este periodo es la improvisación articulada sobre
distintas situaciones.
Reflexionar. Se trata de disponer de un momento de pausa para volver sobre la
actividad realizada y apropiarse de la experiencia vivida. Es el momento del análisis, de la
vuelta sobre lo que ya ha sido vivido y tomar conciencia de los medios utilizados para
expresarse. Las actividades de reflexión se suelen realizar bajo alguno de los siguientes
formatos:
- Actividades de interiorización.
- Verbalización simple: cada alumno por turno comenta la actividad.
- Intercambio verbal - se comenta y analiza la actividad con intervenciones libres.
- Transposición a otras formas de expresión (escritura, dibujo, collage, expresión corporal,
etc.) de las imágenes, emociones, sensaciones o ideas surgidas durante las fases de
percepción, exploración y actualización.
- Presentación ante el grupo de una actividad evaluadora realizada por un equipo.
El área de la expresión – y cualquier acto de enseñanza aprendizaje - es el espacio
de las cuatro ‘c’: primero hay que reaccionar con los sentidos (cuerpo), después con los
sentimientos y las emociones (corazón) para terminar con la reflexión, el conocimiento y la
voluntad (cerebro), sobre unos contenidos culturales (cultura).
3. EXPRESIÓN Y EDUCACIÓN EMOCIONAL
Durante décadas el modelo de inteligencia académica - abstracta o coeficiente de inteligencia -
fue el patrón de referencia. Basado en habilidades numéricas, verbales, mecánicas y espaciales
fundamentalmente, ha sido útil para clasificar a los individuos con vistas a predecir su
rendimiento en ciertas actividades, y entre ellas las académicas. Hoy parece existir acuerdo
13. en que este modelo supone un concepto restringido de inteligencia, pues en él se ha
prescindido de las emociones en los procesos mentales y no se han tenido en cuanta otras
habilidades tanto o más importantes en la vida.
Gardner (1995, 1998) considera que cada individuo es una combinación de las siete
inteligencias (lógico-matemática, lingüística, espacial, cinético-corporal, muscial,
interpersonal e intrapersonal; recientemente ha propuesto otra adicional, la naturalista, y ha
anunciado, asimismo, la posible incorporación de dos nuevas inteligencias, la espiritual y la
existencial) que funcionan conjuntamente y de manera única, aunque algunos presentan un
desarrollo más acentuado en una o más de ellas. Y como existen diferentes tipos de mentes,
diferentes formas de aprender, recordar, pensar, comprender y desempeñar algo,
encontramos, cómo mínimo, siete maneras de conocer el mundo y de relacionarse con él.
Por tanto, cada individuo aprende, representa y utiliza el conocimiento de modo diferente.
Gardner define la inteligencia interpersonal como la “capacidad de
discernir y responder adecuadamente a los estados de ánimo, temperamentos,
motivaciones y deseos de los demás” y la inteligencia intrapersonal “como el
acceso a los propios sentimientos y la capacidad de discriminarlos y formarlos
para que guíen el comportamiento”
Aunque Gardner crea un espacio para las emociones en la descripción que hace de la
inteligencia intrapersonal, no profundiza en el papel de los sentimientos, ya que se centra
más en los procesos de cognición de los mismos y deja por explorar lo que hay de
inteligencia en las emociones. Daniel Goleman (1996), por su parte, pone de manifiesto la
existencia de la inteligencia emocional y el papel relevante de los sentimientos sobre el
pensamiento. Para él, el comportamiento inteligente debe otorgar un papel central a las
emociones, dentro del conjunto de aptitudes necesarias para adaptarnos e interactuar con
nuestro entorno. La inteligencia emocional, en esencia, se concreta en un gobierno
adecuado de nuestros sentimientos y en la capacidad para conectar con los demás, intuir sus
sentimientos y respetar sus intereses.
Las competencias básicas a las que hace referencia la alfabetización emocional o
inteligencia emocional son: conocer los propios sentimientos, controlar los sentimientos,
motivación propia, reconocer los sentimientos de los demás y manejar las relaciones.
Habilidades que se concretan en confianza, curiosidad, intencionalidad, autocontrol,
relación con los demás, capacidad de comunicar y cooperación. Por otra parte, hay que
subrayar, como mantienen Goleman, Kaufman y Ray (2000), que la inteligencia emocional
está en plena sintonía con la creatividad, o como dicen estos autores, con el espíritu
creativo.
De las aportaciones de Goleman, y las de Maturana (1999), Csikszentmihalyi (1998),
Moraes (1999), Marina, (1999) o Bisquera (2000) se deduce la propuesta de que la
innovación curricular ha de tener presente esta realidad para la planificación de los
contenidos curriculares. Pues como afirma Gardner (1999: 91) “mucho de lo que hoy se
enseña, se hace básicamente por razones históricas. Incluso los profesores, no digamos los
estudiantes, a menudo desconocen por qué un cierto tema debe tratarse en la escuela.
14. Tenemos que reconfigurar los programas de manera que se centren en habilidades, en
conocimientos y, sobre todo, en la comprensión de todo lo que es realmente deseable
actualmente. Y tenemos que adaptar estos programas tanto como podamos a los diferentes
estilos de aprendizaje y capacidades de los estudiantes.”
Pero qué se entiende por educación emocional. En opinión de Bisquerra
(2000. 251) “es el proceso educativo, continuo y permanente, que pretende
potenciar el desarrollo emocional, complemento indispensable del desarrollo
cognitivo, construyendo ambos los elementos esenciales del desarrollo de la
personalidad integral. Para ello se propone el desarrollo de conocimientos y
habilidades sobre emociones con objeto de capacitar al individuo para afrontar
los retos que se plantean en al vida cotidiana. Todo ello tiene por finalidad
aumentar el bienestar personal y social”.
Un planteamiento curricular de las emociones ha de tener en cuanta los objetivos, los
contenidos, las estrategias y la evaluación. Torre (2000: 560 y siguientes) aborda estos
aspectos, señalando unos objetivos dirigidos a la autorreralización, a las relaciones con el
grupo de convivencia, al trabajo y otros de orientación social; como contenidos básicos
señala la autoestima y la conciencia de bienestar, a los que añade los propuestos por
Bisquerra (2000: 247-250) (conciencia de las propias emociones, control emocional,
autoestima, comunicación afectiva y efectiva, relaciones interpersonales, resolución de
conflictos, habilidades de vida y calidad de vida). Como recurso metodológicos
recomeinda Torre, las técnicas creativas, las técnicas dramáticas, el procedimiento ORA y
la interrogación didáctica. Y como instrumentos de evaluación, los utilizados para evaluar
la creatividad.
En nuestra práctica estamos desarrollando un plan de intervención de la
educación emocional destinado a la formación del profesorado que utiliza
básicamente como estrategias didácticas los procedimientos expresivos,
fundamentalmente las técnicas dramáticas. Su contenido se centra en tres
grandes aspectos de la educación emocional: la capacidad de escucha, la
habilidad social de asertividad y el desarrollo de la autoestima.
En el gráfico 3 se presenta el plan general de este modelo donde se relacionan
los componentes psicosociales de la educación emocional con los módulos de contenido y
las aspectos de la expresión dramática con ellos relacionados que son los que proporcionan
las estrategias didácticas. Dado que no disponemos de espacio para desarrollar con detalle
todo le programa ponemos un ejemplo para que el lector pueda hacerse una idea. El
módulo 5, “La comunicación mediante la escucha activa” se centra en las relaciones
interpersonales y de entre las distintas dimensiones vinculadas al clima social trabaja el
desarrollo personal a través de la escucha activa.
15. Gráfico 3
Los objetivos que pretende son:
- Lograr relaciones constructivas como base de un clima positivo dentro de las
organizaciones escolares.
- Adquirir destrezas para la escucha activa.
- Desarrollar la capacidad de percibir al “otro” para interactuar y comunicarse con él.
16. - Transferir los conocimientos adquiridos durante los ejercicios a las situaciones de
trabajo cotidianas
Los contenidos se centran en
- Componentes de la escucha activa.
- El proceso de la escucha.
- Filtros y obstáculos que entorpecen la escucha
- Formas de utilizar la escucha activa de una manera eficaz.
En el desarrollo de las sesiones sigue la estrategia metodológica del aprendizaje vivencial.
Este es
un modelo de intervención basado en el principio de “hago y aprendo” mediante el
procesamiento de las vivencias habidas en situaciones simuladas. Cuando utilizamos el
término vivencial, nos referimos al momento vivido por el grupo en actividades simuladas,
semejantes a su realidad cotidiana, que permiten una amplia participación y, tras la
17. reflexión oportuna, un fuerte compromiso con el aquí y el ahora. En el aprendizaje
vivencial identifica Gramigna (1997: 21-36) cinco estadios que se recogen en el gráfico
siguiente:
Gráfico 4
a) Fase de vivencia. Se plantean varias de las actividades centradas en el componente
interrelación del movimiento corporal expresivo (Motos, 1999). Estas actividades pueden
consultarse en Motos (2000).
b) Fase de verbalización. Se verbalizan las vivencias habidas en la fase anterior para
compartir las emociones, sentimientos y sensaciones experimentadas.
c) Fase del procesamiento de la vivencia. Se trata de tomar de conciencia de cómo se han
desarrollado las distintas actividades y el papel desempeñado por cada participante en las
actividades del grupo. Para establecer las relaciones y analogías entre lo realizado en la fase
primera y las situaciones de escucha de la vida cotidiana en las organizaciones (centro
docente, lugar de trabajo, vida cotidiana, etc.).
d) Fase de generalización. En esta fase se trata sobre el concepto, proceso, técnicas y formas
de utilizarEn nuestra práctica estamos desarrollando un plan de intervención de la educación
emocional destinado a la formación delprofesorado que utiliza básicamente como estrategias
didácticas los procedimientos expresivos,fundamentalmente las técnicas dramáticas la escucha
activa y obstáculos y filtros de la escucha.
e) Fase de aplicación. Entre las actividades que permiten la aplicación
de lo que fue vivenciado y discutido para el caso de la escucha podemos plantear
alguna de las siguientes estrategias: plan de mejora personal o sectorial, cuadro
de responsabilidades y expectativas, aplicación del ciclo reflexivo de Smyth
( 1989), etc.
La evaluación se realiza con un cuestionario y con pruebas cualitativas.
CONCLUSIÓN
En este escrito hemos tratado de esbozar un recorrido sobre al expresión
total como fundamento de aproximación a la educación emocional, un tema
sustantivo en la en la educación actual. Se ha planteado la propuesta de que la
innovación curricular ha de tener presente esta realidad para la planificación de
los contenidos curriculares. La manera que proponemos de abordar la educación
emocional estaría ubicada en el espacio que forma la intersección de la
educación, el arte y la psicoterapia pues se persigue fundamentalmente objetivos
de formación y desarrollo personal mediante estrategias basadas en la expresión
18. artística. Hemos adelantado las líneas generales de un plan intervención
educación emocional, centrado en la escucha activa, la asertividad y la
autoestima, que estamos desarrollando en la formación del profesorado y que
utiliza básicamente como estrategias didácticas los procedimientos expresivos,
concretamente las técnicas dramáticas
BIBLIOGRAFÍA
Aymerich, C y M. (1971). Expresión medio de desarrollo.Barcelona:Nova Terra
Aymerich, C. y M. (1996). Mòduls de Tècniquesd’Estudi.L’expressió de la informació: oral,
escrita i no verbal. Barcelona:Departament d’Ensenyament, Generalitat de Catalunya.
Barret,G. (1991). Pedagogía de la expresión dramática, Montreal:Recherche en expression.
Bertherat,T. y Bernstein, C. (1990). El cuerpo tiene sus razones. Barcelona:Paidós.
Bisquerra, R. (2000) Educación emocional y bienestar. Barcelna. Paidós.
Csikszentmihalyi, M. (1998). Aprendera fluir. Barcelona:Kairós.
Dobbeleare, G. y Saragoussi, P (1970). Techniques de l’Expression. Paris:Aux Presses d’Ile de
France.
Farreny, T. (2000). Carme Aymerich i la pedagogia de l´expresió: Vida, acció i pensament. Tesis
doctoral inédita. Departament de Didàctica i Organització Educativa. Universitat de Barcelona.
Gardner, H. (1998). “Are there additional intelligences? The case for naturalist, spiritual and
existencial intelligences”, en J. Kane (ed.) Education, Information and
Transformation. Englewood Cliffs, N.J.: Prentice-Hall
Gardner, H. (1999). Inteligencias múltiples. La teoría en la práctica. Barcelona: Paidós.
Gramigna, M.R. (1997) Jogos de empresa e técncias vivenciais. Río de Janeiro: Makron Books
Goleman, D. (1999). Inteligencia emocional. Barcelona:Kairós.
Goleman, D., Kaufman, P. y Ray, M. (2000), Espíriti creativo. La revolución de la creatividad y
cómo aplicarla a todas las activiades humanas. Buenos Aires: Vergara.
Houle, M. (1987). Jeu. Apprentissage, Québec: Les Entrepises Culturelles ENR.
Laferrière, G. (1997). La Pedagogía puesta en escena. Ciudad Real: Ñaque.
Maillard, Ch. (1996). La razón estética. Barcelona:Laertes.
Maccio, Ch. (1998): Práctica de la Expresión. Barcelona:Paidotribo.
19. Marina, J.A. (1999). El laberinto sentimental. Barcelona:Anagrama.
Maturana, H. (1999). A ontología da realidade. Belo Horizonte:UFMG.
Moraes,M.C. (1999). O paradigma emergente. São Paulo: Pirámide.
Moreno, J.L. (1966). Psicoterapia de grupo y psicodrama. México:Fondo de Cultura Económica.
Motos, T. (1996). “Dramatización y técnicas dramáticas en la enseñanza y el
aprendizaje” en Garcia Hoz y otros Enseñanzas artísticas y técnicas. Madrid: Rialp.
Motos (1999). Creatividad dramática. Santiago: Universidad de Santiago de Compostela.
Motos, T. (2000b). “La escucha activa mediante las técnicas dramáticas” en F. Bercebal y
otros, Sesiones de trabajo con los pedagogos de hoy. Ciudad Real: Ñaque.
Neill, A. (1974). Summerhill. Un punto de vista radical sobre la educación de los niños. México:
Fondo de Cultura Económica.
Prado, D. de (1988). Técncias creativas y lenguaje total. Madrid: Narcea.
Prado, D. de (1999b). Educrea: la creatividad motor de renovación esencial de la
educación. Santiago. Universidad de Santiago de Compostela, Master Internacional de Creatividad
Aplicada Total.
Salzer, J. (1984). La Expresión Corporal. Barcelona:Herder.
Stern, A. (1977). La expresión, Barcelona:Promoción Cultural.
Torre, S. de. (2000). “Estrategias creativas para la eduación emocional” en Revista española de
Pedagogía, nº 217,