1. LAS LENGUAS CONTITUCIONALES
En España, como ocurre en otros países europeos (Francia, Suiza...), se habla más de
una lengua. Además del castellano, que es la lengua oficial en todo el Estado, en
España son oficiales también, el gallego, el vasco o euskera y el catalán; hay además
otras variedades como el aragonés, el bable o asturiano y el aranés.
La realidad lingüística española es resultado de las circunstancias históricas vividas en el
territorio peninsular. La colonización romana y la posterior fragmentación del latín a
partir del siglo V originaron los distintos dialectos romances, que lentamente fueron
adquiriendo personalidad propia. En el norte peninsular surgieron, de este a oeste, el
catalán, el navarro-aragonés, el castellano, el astur-leonés y el gallego. El vasco, lengua
antiquísima, única lengua peninsular que no procede del latín.
De los primitivos dialectos románicos, en la actualidad son lenguas oficiales junto con
el castellano, el catalán, el vasco y el gallego.
En Cataluña, Islas Baleares y Valencia es oficial el catalán. En el País Vasco lo es el
euskera, como también lo es en las zonas vascohablantes de la Comunidad Foral de
Navarra. El gallego, por último, comparte el rango de lengua oficial con el castellano en
Galicia.
Las distintas Comunidades Autónomas en que se habla más de una lengua hacen
constar este hecho en sus respectivos Estatutos de Autonomía. Nos vienen a decir que
debemos de reconocer como propia la lengua de su comunidad y el castellano.
En el Principado de Asturias, además, se promueve la protección y el uso del asturiano.
Del mismo modo, en Aragón se asume la protección de las diversas modalidades
lingüísticas de la Comunidad, entre las que se incluye el catalán hablado en una
estrecha franja junto a Cataluña y el aragonés, conservado en algunas zonas del Pirineo
de Huesca. El aranés es un dialecto hablado en el sur de Francia, es oficial con el
castellano y el catalán en el Valle de Arán, en el Pirineo de Lleida.