3. La Felicidad
• LA VIDA HUMANA PLENA: FELICIDAD, ALEGRÍA Y SENTIDO DE LA VIDA
• La tentación de la seguridad se apoya en la tendencia que tenemos los hombres a la felicidad. Pero esta
tendencia es equívoca pues lleva muchas veces a un tipo de felicidad que es excesivamente inmediata y
provisional. Me refiero a la tentación de buscar una situación de felicidad como "bienestar", como
situación "confortable", que deriva muchas veces en la inclinación hacia la seguridad. La búsqueda de la
seguridad implica una pretensión demasiado directa de la felicidad. Por eso se conforma precisamente con
la seguridad que se puede buscar directamente.
• A veces los hombres buscan la felicidad inmediata en el placer, en las satisfacciones de los caprichos
momentáneos, en la sensualidad, en la vanidad, etc. En estos casos, los moralistas fustigan severamente a
los que así se comportan. Pero la búsqueda de seguridad supone una claudicación que no es tan diferente
de ésa. "Imaginad por un momento que el único propósito de nuestra vida es vuestra felicidad. Entonces la
vida deviene algo cruel y sin sentido. Tenéis que abrazar la sabiduría de la humanidad, vuestro intelecto y
vuestro corazón os dicen: que el sentido de la vida es servir a la fuerza que os envió al mundo. Entonces la
vida deviene un goce constante" (Tolstoi).
• La felicidad no debe ser buscada de manera inmediata pues esa búsqueda falsearía la misma felicidad
y, además, como ha mostrado el pensamiento moderno, la búsqueda directa de la felicidad engendra
neurosis. La alegría y la felicidad son necesariamente "consectarias", es decir, sentimientos
"concomitantes" que se advierten cuando se cumple la propia verdad personal.
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4. A veces los hombres buscan la felicidad inmediata en el placer, en las satisfacciones de los caprichos momentáneos, en la sensualidad, en la
vanidad, etc. En estos casos, los moralistas fustigan severamente a los que así se comportan. Pero la búsqueda de seguridad supone una
claudicación que no es tan diferente de ésa. "Imaginad por un momento que el único pvuestro intelecto y vuestro corazón os dicen: que el
sentido de la vida es servir a la fuerza que os envió al mundo. Entonces la vida deviene un goce constante" (Tolstoi).
La felicidad no debe ser buscada de manera inmediata pues esa búsqueda falsearía la misma felicidad y, además, como ha mostrado el
pensamiento moderno, la búsqueda directa de la felicidad engendra neurosis. La alegría y la felicidad son necesariamente "consectarias", es
decir, sentimientos "concomitantes" que se advierten cuando se cumple la propia verdad personal.ropósito de nuestra vida es vuestra
felicidad. Entonces la vida deviene algo cruel y sin sentido. Tenéis que abrazar la sabiduría de la humanidad,
El orgullo es la fe en la idea que Dios tuvo cuando nos creó. Un hombre
orgulloso es consciente de esa idea y aspira a realizarla. No lucha por la
felicidad o la comodidad, que quizá sean irrelevantes con respecto a la
idea que Dios tiene de él. Su realización es la idea de Dios, plenamente
lograda, y está enamorado de su destino. Al igual que el buen ciudadano
encuentra su felicidad en el cumplimiento de su deber hacia la
comunidad, así el hombre orgulloso encuentra su felicidad en el
cumplimiento de su destino. La gente que no tiene orgullo no es
consciente de que Dios haya tenido una idea al crearla, y a veces te hacen
dudar de que haya existido una idea, o de que si ha existido se perdió, y
¿quién la encontrará de nuevo? Acepta como realización lo que otros
ordenan que lo sea, y toman su felicidad, e incluso su propio ser, de la
moda del día. Tiemblan, y con razón, ante su destino. Ama el orgullo de
Dios por encima de todas las cosas y el orgullo de tus vecinos como algo
propio. El orgullo de los leones: no los encerréis en zoológicos.