La empresa sostenible: Principales Características, Barreras para su Avance y...
La educación literaria en librerías, Laura Escuela
1. LA EDUCACIÓN LITERARIA EN LIBRERÍAS:
PERSPECTIVAS Y EXCELENCIAS
Laura Escuela Magdaleno
Universidad de La Laguna
lauescuela@gmail.com
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LA EDUCACIÓN LITERARIA EN LIBRERÍAS: PERSPECTIVAS Y EXCELENCIAS
Palabras clave: Educación literaria, Narración oral, Hora del cuento, Bibliotecas,
Librerías, Canarias.
Resumen:
La educación literaria es un proceso considerablemente lento que comienza en
el hogar y debe continuarse en la escuela a lo largo del desarrollo infantil. Con el
objeto de que el niño se convierta en lector literario, es preciso proporcionarle
experiencias literarias de calidad y acercarle al mundo de la lectura desde múltiples
ámbitos.
Por esos motivos, no solo en el hogar y en el aula se despliegan acciones
afectivas y efectivas para que se fomente en los niños el placer por la lectura y el
hecho literario, sino que las bibliotecas se erigen como instituciones óptimas donde la
formación del lector continúa. Así, una de las más conocidas estrategias de animación
a la lectura llevadas a cabo en España desde mediados del siglo pasado ha sido “La
hora del cuento”. Esta actividad regular se plantea en un principio en las bibliotecas
con el objeto de acercar la literatura a los niños de una forma lúdica y amena a través
de la narración oral, promoviendo la selección crítica y afectiva de lecturas, el
desarrollo del hábito de escucha y el refuerzo de la comprensión auditiva.
En algunos puntos de España, esta actividad se ha extendido más allá del
hogar, la escuela y las bibliotecas, para irse haciendo un hueco en las librerías,
constituyéndose como un espacio no sólo de compra, sino de descubrimiento y
disfrute de los libros.
En este artículo pretendemos exponer un breve repaso histórico y geográfico
del desarrollo de esta actividad en las librerías partiendo de su importancia en la
educación literaria.
Teniendo en cuenta que en Canarias es un hecho bastante reciente, se
analizará una experiencia llevada a cabo en una librería de la capital de la isla de
Tenerife y se comentará su funcionamiento y perspectivas de continuidad, tanto en
dicha librería como en otras.
1. La educación literaria a través de la hora del cuento.
La formación literaria de los más pequeños parte del desarrollo del hábito
lector, especialmente de las habilidades que integran la formación de la competencia
literaria. Como comenta Mendoza (2004), “El disfrute de una obra literaria no es el
mismo cuando el lector posee una competencia literaria particularmente limitada o
cuando posee una competencia más rica en experiencias de lectura y en
conocimientos metaliterarios” (p. 77). Fomentar esas habilidades es una tarea ardua
que depende de todos aquellos que comparten la responsabilidad en la educación de
los niños y compromete a toda la sociedad, especialmente a las familias y a los
centros educativos.
La literatura infantil es joven, ya que no es hasta el siglo XVIII que se extiende
la idea de que es necesaria una atención diferenciada para los más pequeños. En los
últimos cincuenta años se ha conformado un verdadero universo en este ámbito:
editores, escritores, ilustradores, bibliotecarios, maestros, padres y mediadores
culturales, entre otros, conforman una máquina incansable de profesionales
engranados para acercar a los más pequeños a los libros. De este modo, la literatura
destinada a la infancia y las acciones educativas, culturales y sociales dirigidas al
fomento y promoción de la lectura están viviendo actualmente una evolución
innegable.
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El objetivo es claro: acercar a los más pequeños literatura infantil y juvenil de
calidad. En palabras de Colomer (1998), “este tipo de lector puede definirse como
aquel que aprende socialmente y a quien se dirigen textos que intentan favorecer su
educación social a través de una propuesta de valores, de modelos de relación social
y de interpretación ordenada del mundo, así como textos que traspasan unas formas
fijadas del imaginario, unas formas narrativas con tradición de uso literario, una
valoración estética del mundo y un uso especial del lenguaje” (p. 144).
Así, la lectura proporciona múltiples posibilidades de enriquecimiento personal.
Cada lectura se inscribe en su universo personal e íntimo y le proporciona una
perspectiva y una capacidad de reflexión más amplia y personal (Gasol y Arànega,
2000).
Desde la cuna el ser humano vive experiencias lúdico-estéticas en torno a
obras de literatura infantil y juvenil. Partiendo de rimas, juegos infantiles, nanas y
retahílas y continuando con cuentos de tradición oral o de autor, el niño disfruta de la
maravilla que supone la experiencia literaria y ese goce es el fin esencial de la misma.
Por otro lado, la narración oral es de las formas más antiguas y extendidas que
existen de acercamiento a la literatura, y a pesar de que su origen se encuentra en la
intimidad del hogar, en los últimos tiempos esta costumbre empieza a menguar para
renacer en lugares destinados a la educación.
Según Sánchez Corral (1995), la lectura debe ser entendida como algo más
que una cuestión meramente individual o personal, ya que es un acto plenamente
social. Y, partiendo de esta base, se comprende de una manera cristalina el modo en
que se ha desarrollado las últimas décadas La hora del cuento, como una manera de
recuperar la oralidad y de transmitir a través de la palabra hablada la afición a la
lectura y el desarrollo de la educación literaria de una manera directa y personal
partiendo de una buena selección de lecturas y de la transmisión de las mismas a
través del afecto y de experiencias amables y cercanas al niño.
La hora del cuento (Del Amo, 1964) es conocida en las bibliotecas como el
espacio de tiempo que se dedica periódicamente y en el mismo emplazamiento físico
a la lectura o las narraciones orales a cargo del bibliotecario o bibliotecaria o de algún
profesional en el ámbito contratado a tal efecto, dirigido a un grupo de niños/as que
acuden libremente y que suelen ser lectores habituales de la biblioteca.
Es una actividad que suele llevarse a cabo los viernes por la tarde o los
sábados por la mañana durante una hora o una hora y media si incluye alguna
actividad o pequeño taller relacionado con las lecturas. Los objetivos son claros:
acercar a los usuarios a la biblioteca y al libro de una forma cercana, lúdica y amena y,
de esta forma, fomentar el placer por la lectura, despertando su imaginación,
favoreciendo el hábito de escucha y promoviendo la adecuada selección de lecturas.
Las excelencias de esta actividad son indiscutibles. Tal y como comenta Del
Amo (1964), en los más pequeños abrirá nuevos y diferentes cauces a su fantasía, en
los medianos actuará como un estímulo a la lectura y ayudará a los mayores a definir
sus propios gustos y aficiones, afinando su sensibilidad y madurando su juicio. Pero,
tal y como comenta, en todas las edades servirá de enlace entre la vida personal de
cada niño y el contenido de los libros.
La hora del cuento se genera en Inglaterra y en los Países Nórdicos y se va
extendiendo poco a poco por el resto de Europa y América hasta llegar a España en
los años treinta del pasado siglo XX (Bruno, 2011). En España, autoras españolas
como Elena Fortún o Montserrat del Amo comienzan a contar en algunas bibliotecas
de Madrid. En los años setenta y principios de los ochenta, surgen las figuras de
Federico Martín Nebras o Ana Pelegrín (Bruno, 2011), que comienzan a contar en las
bibliotecas Populares de Madrid. Se consolida durante la década de los noventa una
notable red de bibliotecas públicas por todo el Estado, y aparecen programaciones
estables de narración oral en las mismas.
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Por otro lado, en las escuelas, a mediados de los años setenta, destacan
maestros que fundamentan su actuación en el movimiento de renovación pedagógica.
Ellos acercan los cuentos al aula a partir de su formación sobre animación lectora y el
desarrollo progresivo de cursos, jornadas y encuentros sobre el tema. Actualmente,
con el desarrollo de las bibliotecas escolares y la progresiva puesta en marcha de los
Planes Lectores y programas de Animación a la lectura, la figura del narrador oral en
las escuelas es cada vez más demandada.
En lo referente a las librerías, se puede decir que la primera especializada en
Literatura Infantil y Juvenil de la que tenemos constancia es la librería Talentum, que
nace en Madrid de la mano de Carmen Olivares. En ella se cuentan cuentos los
sábados por la mañana. Casi paralelamente, en Barcelona, Pep Durán inaugura la
librería Cap Gros, que pasaría a ser la conocida Robafaves posteriormente. Esta
segunda librería, que se inaugura a mediados de los setenta, cuenta con un espacio
propio para los más pequeños y allí el propio librero cuenta cuentos los martes o los
miércoles por la tarde, sesiones a las que los padres llevaban a sus niños al salir de la
escuela. Por otro lado, la librería Amics, en Valencia, lleva a cabo una actividad similar
en ese período.
No es hasta finales de la década de los noventa y comienzos de los años
dosmil que comienzan a aparecer por diferentes ciudades de España muchas librerías
especializadas en Literatura Infantil y Juvenil que programan actividades de animación
lectora.
2. La hora del cuento en las librerías en la actualidad
Debido a la necesaria brevedad de este artículo no llevaremos a cabo un
análisis exhaustivo de todas las librerías especializadas en literatura infantil y de las
librerías de fondo general que existen en España y que contemplan una programación
estable en torno a la animación lectora. Sin embargo, revisaremos brevemente las
más representativas, en aras de una visión lo más completa posible.
La mayor parte de esas librerías contemplan un objetivo común: no son
únicamente un espacio de venta de libros, sino que se plantean una oferta educativa
mediante la realización de actividades de animación y promoción lectoras, potencian la
selección de lecturas y favorecen la creación de lazos afectivos para con los libros.
En general ofrecen gran cantidad de actividades, tales como presentaciones de
libros, visitas de autores e ilustradores, talleres variados o clubes de lectura. Sin
embargo, aunque la mayoría de estos emplazamientos llevan a cabo variedad de
actividades, solo hay una que es común en todas: la hora del cuento. Nos
centraremos, de este modo, en mencionar las que conceden especial valor a este tipo
de sesiones. Se observa que en ocasiones la hora del cuento es conducida por los
propios libreros, y en otras se contrata a narradores profesionales que acuden a
contar.
De las comunidades autónomas españolas, la de Madrid es la que más
librerías especializadas en literatura infantil y juvenil recoge. Una de las más
llamativas a este respecto es El dragón lector, que funciona desde 2003 y se instaura
como un verdadero referente en cuanto a la oferta de actividades de narración oral
para público de todas las edades. En este caso son los propios libreros los que
desarrollan las sesiones.
Por otro lado encontramos Kirikú y la bruja, que funciona también desde 2003 y
ofrece la actividad “Los sábados pasan cosas”, con sesiones de cuentos y actividades
en torno al libro, La mar de letras, que desde 2000 organiza cuentacuentos para todas
las edades todos los meses; la librería El hada trabalenguas, que funciona desde
2009 y mantiene un programa semanal de narración oral, las librerías de la cadena La
casa del libro, donde se cuenta todas las semanas y, entre otras, las librerías Carmen,
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Camelot, Carrero, El tranvía, Jarcha, Liberespacio y Alas, que plantean todas las
semanas actividades de este tipo.
En Barcelona, funcionan a este respecto la librería El petit prince y
Abracadabra.
En Guadalajara, La ballena de cuentos contrata a narradores profesionales casi
todas las semanas para las sesiones de narración oral. En Castellón, encontramos la
librería Babel, las Gil y Estudio en Santander, Cálamo infantil en Zaragoza, Rayuela
en Sevilla, la librería Diagonal en Segovia, Qüentum en Cádiz, la librería Bosque de la
maga Colibrí en Asturias o Lobo Feroz, en Valladolid, abierta hace muy poco y
organizando desde el principio sesiones continuas de narración oral.
3. Experiencia en una librería de la zona metropolitana de S/C de Tenerife
En la comunidad autónoma de Canarias no existe ninguna librería
especializada en literatura infantil y juvenil, aunque se encuentran algunas como la
librería Baobab en La Laguna (Tenerife), que es especialista en el aprendizaje infantil
a través del juego y comparte una selección de libros infantiles y juegos didácticos. Por
otro lado, hay muchas librerías que contemplan una muy buena selección de libros de
las mejores editoriales infantiles y juveniles actuales. Sin embargo, aunque la librería
Baobab plantea una programación mensual de actividades dirigidas a los niños, no
hay ninguna que organice sesiones semanales de narración oral, con lo que la hora
del cuento en las librerías es un terreno técnicamente virgen en las islas, de no ser por
las sesiones de narración que organiza la Biblioteca Insular del Estado cada sábado.
Por este motivo, desde la librería Agapea planteamos una primera experiencia en las
islas a este respecto: organizar durante varios cursos escolares una sesión de cuentos
cada semana y analizar la respuesta social ante este tipo de actividad.
La librería Agapea nace como librería virtual en 2002. Su buen funcionamiento
les llevó a abrir sedes planteadas como puntos de venta en Málaga, Cádiz y Granada.
Después, inauguran una gran librería en Santa Cruz de Tenerife, y desde su inicio,
deciden llenarla de contenido. Con un ideal globalizador que incluye a la librería como
miembro activo de la sociedad, se propone ser una empresa con carácter cultural y
educativo, y propone así una serie de actividades destinadas a público de diferentes
edades e intereses. Entre ellas, se organiza la experiencia que planteamos: la hora
del cuento.
OBJETIVOS
- Favorecer el desarrollo de la competencia literaria desde un ámbito a priori
no educativo.
- Favorecer la educación literaria por medio de la comprensión auditiva.
- Fomentar el placer por la lectura, despertando su imaginación y creatividad.
- Acercar a los usuarios a los libros, no solo como objeto de posible compra,
sino de descubrimiento, juego y entretenimiento.
- Convocar a un grupo más o menos numeroso y estable de niños que acuda
con asiduidad a la actividad.
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LA HORA DEL CUENTO
El espacio:
Se escoge un espacio en una zona céntrica de la librería, de fácil acceso y
alejada de la puerta y de la caja. Se acondiciona con alfombras de colores y sillas.
Los narradores:
Durante el primer período de la actividad, los narradores que se seleccionan
son variados, pero no demasiados. En total tres cuentacuentos diferentes se encargan
de llevar a cabo las sesiones a lo largo del curso. Durante el segundo período, las
sesiones se llevan a cabo por los siete narradores distintos.
Los asistentes:
La sesión está dirigida a público familiar, es decir: niños y niñas de todas las
edades y el de los familiares que les acompañen.
Temporalización:
La sesión se lleva a cabo los sábados por la mañana a las 11:30 y dura
aproximadamente una hora.
Desarrollo de la actividad:
Comienza con una breve presentación por parte del narrador de la actividad
que se va a llevar a cabo. Se invita a los asistentes a participar y a disfrutar con la
narración de las historias a partir de los libros álbum, del kamishibai, de los
instrumentos musicales, de los títeres o de los objetos.
A lo largo de la sesión, dependiendo del narrador, se cuenta un solo cuento
teatralizado, varios cuentos acompañados de canciones o poemas, la muestra y
narración de diferentes libros álbum y demás métodos que los narradores utilicen para
contar.
Al finalizar la sesión, cada narrador, a su estilo, lleva a cabo una breve
despedida y una invitación a volver a la siguiente sesión de cuentos.
Recursos:
Los recursos utilizados dependen de cada narrador. En general, suelen usarse
diferentes libros álbum de editoriales de contrastada calidad, los instrumentos
musicales que utilicen, títeres, objetos y el kamishibai.
MÉTODO DEL ESTUDIO
Sujetos:
Los asistentes a la hora del cuento, tanto los niños y niñas como los adultos
que les acompañaban.
Instrumentos:
Utilizamos sencillos instrumentos de diagnóstico, como fichas de registro de la
actividad y entrevistas o cuestionarios breves.
En la tabla 1 se puede observar la ficha que debe rellenar cada narrador tras la
sesión de cuentos.
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Narrador/a: Fecha:
Nº de participantes
Libros escogidos / cuentos contados
Desarrollo de la actividad
Observaciones
Tabla 1. Ficha de registro de la actividad
Por otro lado, se utiliza también un pequeño y sencillo cuestionario que se
realiza a los sujetos, tanto a niños como a adultos, invitándoles a valorar diferentes
aspectos de la sesión, preguntándoles si volverían en otra ocasión, si recomendarían
la actividad y cómo valoran diferentes aspectos de la misma (Tablas 2 y 3).
¿Te ha gustado la actividad? Sí No
¿Te gustaría volver otro día? Sí No
Tabla 2: Cuestionario niños/as
¿Volverías a traer al niño/a? Sí No
¿Recomendarías esta actividad
a otras personas?
Sí No
Valora el grado en que te han parecido adecuados los siguientes aspectos de
la sesión:
Nada Poco Algo Bastante Mucho
El narrador o narradora
Los cuentos escogidos
El espacio
La duración
Tabla 3: Cuestionario adultos
Procedimiento:
La aplicación de los cuestionarios fue a través de versión papel a los adultos y
a modo de entrevista a los niños.
La ficha de registro que rellenaba cada narrador también se realizó en versión
papel.
La asistencia iba variando sobre todo al principio, de manera que siempre
venían niños diferentes. Esto se estabilizó y casi a finales del período se fue formando
un grupo estable de niños y adultos, aunque siempre venían algunos más que nunca
antes habían estado. Se trató de no aplicar los cuestionarios a los niños y familiares
que habían venido más de una vez.
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Diseño:
Hemos llevado a cabo un pequeño estudio descriptivo que pretende un primer
acercamiento al modo en que funciona este tipo de actividad.
Se plantean varias fases de investigación: un primer período en que se recogen
los datos desde Septiembre de 2010 a Junio de 2011 durante los cuatro sábados del
mes en que se realiza la actividad y un segundo período, desde Septiembre de 2011 a
Junio de 2012 durante los dos sábado en que se lleva a cabo.
Durante los meses de Julio de 2011 y de 2012, se recogen y se analizan los
datos.
RESULTADOS
Tras vaciar los datos y llevar a cabo los análisis a través del paquete
estadístico SPSS, los resultados son los siguientes:
Durante el primer período, las sesiones de cuentos se llevan a cabo cada
sábado, resultando 35 sesiones en total. A lo largo del segundo, se reduce a dos
sábados al mes y contamos con 20 sesiones realizadas.
En el primer período, desde Septiembre de 2010 hasta Junio de 2011se
contabilizaro n 402 asistencias infantiles. La media registrada de niños asistentes a
las sesiones fue de 11,4. El máximo de niños que acudió por sesión fue de 20 y el
mínimo de 4. A continuación presentamos una gráfica que muestra la asistencia a lo
largo del período:
Figura 1: Asistencia 2010-2011
Durante el segundo período se contabilizaron 364 asistencias infantiles. La
media de niños fue de 18,2. La cantidad máxima de asistentes fue 25 y la mínima 10.
A continuación, la gráfica que muestra la asistencia a lo largo del tiempo:
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Figura 2: Asistencia 2011-2012
Por otro lado, en cuanto a las pequeñas entrevistas realizadas a los niños,
durante el primer período fueron entrevistados 76 niños y se aplicó el cuestionario a
130 adultos.
Las respuestas fueron las siguientes:
De los 76 niños entrevistados en el primer período, el 89,4 comentó que les
había gustado y el 94,7 que volverían.
Figura 3: Niños período 1
Los adultos respondieron, el 84,6% que les había gustado y el 88,4%
recomendaría a sus amigos que acudieran a la actividad.
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Figura 4: Adultos período 1
Sobre el grado en que los adultos se han mostrado satisfechos con los
diferentes aspectos de la sesión, observamos que, con respecto al narrador, al 84,7%
de los entrevistados les ha gustado entre bastante y mucho. En cuanto a la selección
de cuentos, a un 86,6% les ha parecido entre bastante y muy buena. El espacio les ha
agradado, en un 67,3% entre poco, algo y bastante. Por último, la duración de la
sesión, en un 90,4% les ha parecido entre bastante y muy adecuada.
Figura 5: Satisfacción adultos período 1
A lo largo del segundo período, se entrevistó a 39 niños y se aplicó el
cuestionario a 52 adultos.
El 92,3% de los niños comentó que le había gustado y el 89,7 volverían otro
día.
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Figura 6: Niños período 2
De los 52 adultos a quienes se aplicó el cuestionario, un 92,3% comentó que
volverían y un 84,7 recomendarían la actividad a sus conocidos.
Figura 7: Adultos período 2
Sobre el grado de satisfacción de los adultos en torno a los distintos aspectos
de la sesión, observamos que, en lo referente al narrador, el 84,6% se muestra entre
bastante y muy satisfecho. En cuanto a la selección de cuentos, a un 80,1% les parece
entre bastante y muy adecuado. Sobre el espacio, a un 37% les parece algo
adecuado, y a un 27%, bastante.
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Figura 8: Satisfacción padres período 2
Por último, en lo referente a los datos cualitativos vaciados de la ficha de
observación y registro que rellenaba cada narrador, se ha recogido en el apartado de
observaciones que los niños que acuden lo hacen alegres y motivados, la participación
es bastante alta, las edades de los pequeños oscilan entre los 2 y los 7 años y
predomina el gusto por los cuentos alegres, dinámicos y que invitan a participar a los
asistentes. Los padres felicitan en muchas ocasiones a los narradores y cuentan que
sus hijos demandan la hora del cuento en casa.
ANÁLISIS DE DATOS
Sintetizando, tal y como se puede observar, durante el inicio del primer período
la asistencia fue escasa y poco a poco va incrementando progresivamente el número
de niños que acuden a escuchar los cuentos, de manera que al finalizar podemos
contabilizar entre 15 y 20 niños cada día.
Esta característica continúa a lo largo del segundo período, donde la media se
mantiene en 18 niños a lo largo de todo el curso. Se comprende que una vez
instaurado el hábito, las familias acuden con asiduidad y son muchas las que repiten y
pocos los niños nuevos que se presentan.
En cuanto a las respuestas a los cuestionarios y entrevistas, se observa que
tanto los niños como a los adultos están satisfechos casi en un 90% de media con la
actividad. Casi en su totalidad volverían y lo recomendarían.
Sobre los aspectos de la sesión, los narradores, la selección de cuentos y la
duración de la actividad están muy bien valorados, entre bastante y mucho, siendo el
espacio físico donde se desarrolla la actividad lo que menos agrada.
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CONCLUSIONES
Las conclusiones de este estudio son las siguientes:
- A partir del seguimiento establecido se observa que se ha conseguido la
concurrencia de un grupo de familias más o menos estable que ha
demostrado interés por la narración de historias. Los adultos han decidido
que la hora del cuento es una actividad interesante para sus hijos y han
acudido a ella libremente.
- Los pequeños han desarrollado un claro gusto por la escucha activa y el
contacto con los cuentos, se han sentido cómodos durante la narración y
han mostrado un interés creciente por los diferentes tipos de libro dirigidos
a público infantil.
- Los niños y niñas han demandado en sus casas tiempo para la narración y
espacio para los libros.
- La actividad cuenta con una aceptación absoluta y se solicita su
continuidad.
Este trabajo implica diferentes líneas de investigación futuras:
- Un análisis profundo del modo en que La hora del cuento favorece el
desarrollo de la competencia literaria de los niños y niñas.
- De qué manera influye La hora del cuento en la venta de libros en la
librería.
Referencias bibliográficas
- Bruno, P. (2011, 23 de Mayo de 2012). Una historia de la profesionalización de la
narración oral en España. Recuperado de
http://www.pepbruno.com/index.php?option=com_content&view=article&id=520:una-
historia-de-la-profesionalizacion-de-la-narracion-oral-en-
espana&catid=4:general&Itemid=62
- Colomer, T. (1998). La formación del lector literario. Narrativa infantil y juvenil
actual. Barcelona: Fundación Germán Sánchez Ruipérez.
- Del Amo, M. (1964) La hora del cuento. Servicio Nacional de Lectura: Madrid
- Gasol, A. y Arànega, M. (2000). Descubrir el placer de la lectura. Barcelona:
Edebé.
- Mendoza, A. (2004). La educación literaria. Bases para la formación de la
competencia lecto-literaria. Aljibe: Málaga
- Sánchez Corral, L. (1995). Literatura infantil y lenguaje literario. Paidós:
Barcelona.