África no sería lo mismo sin sus jirafas. Conozcamos sus principales características adentrándonos a los bellos paisajes de este gran continente salvaje.
3. Texto y edición: Berenice Lorenzo.
Diseño: Sergio Góngora.
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5. Hay cuatro especies de jirafas: Masai o
Kilimanjaro, reticulada or Somalí, Jirafa
del sur y Jirafa del norte.
África no sería lo mismo sin sus jirafas;
grandes mamíferos de extenso cuello y
largas extremidades que encabezan la
lista de los animales más altos del
mundo y que otorgan esa belleza,
tranquilidad y elegancia que contrasta
con el panorama salvaje de su entorno
natural.
Pertenecen a la familia Giraffidae y al
orden Artiodactyla, lo que quiere decir
que ambas patas terminan en un
número par de dedos.
Cuentan con cuatro especies: jirafa
Masai o del Kilimanjaro (Giraffa
tippelskirchi), jirafa reticulada o somalí
(Giraffa reticulata), jirafa del Sur (Giraffa
giraffa) y jirafa del Norte (Giraffa
camelopardalis), siendo tres de ellas,
representantes de varias subespecies
con características muy particulares y
distintivas.
Existen algunas teorías acerca del
origen y desarrollo del cuello de las
jirafas, pero aún no logra consolidarse la
definitiva y la que mantenga la
aprobación mayoritaria dentro de la
comunidad científica. Por lo tanto,
continúa siendo un misterio el porqué las
jirafas son las únicas en poseer sus siete
vértebras cervicales de tales
dimensiones y otros herbívoros, no.
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8. Las protuberancias cartilaginosas
que tienen en la cabeza se
llaman osicones.
Comencemos con lo más destacable de las
jirafas: su altura. En promedio, una jirafa mide
entre 4.5 y 5 metros de alto, pero existen machos
de la especie Masai que logran alcanzar los 6
metros; por lo tanto, la jirafa Masai es el
mamífero más alto sobre la Tierra. La cola de las
jirafas mide de 80 cm a un metro de largo, y el
peso puede ser desde 550 kg en las hembras,
hasta casi 2,000 kg en los individuos más
grandes del género masculino.
Poseen unas protuberancias de cartílago
osificado de aproximadamente 13.5 cm de
longitud sobre la cabeza, algo que puede
ayudar a diferenciar un macho de una hembra,
pues estas últimas las tienen más delgadas y
cubiertas de abundante pelaje. Estas
formaciones son llamadas ossicones.
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9. Comparativo de la altura de las Jirafas
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10. Cada Jirafa tiene un
patrón único e irrepetible
similar a las huellas
digitales humanas.
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11. Otra característica destacable de las
jirafas, es la piel. Cada ejemplar tiene un
patrón único e irrepetible de manchas, tal y
como nuestras huellas digitales. Entre las
funciones de estos parches de tono
marrón, está el de alejar a insectos y
parásitos debido al olor particular que
expelen, así como regular la temperatura
corporal para poder soportar el intenso
calor.
Como se mencionó, su cuello está
conformado por siete vértebras, el mismo
número que poseen los humanos. Pero la
diferencia está, en que cada una de estas
piezas óseas de las jirafas, mide 28 cm de
largo, dando un total de casi dos metros
de largo.
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La lengua de la jirafa es negra y
puede medir hasta 50 cm.
13. Sabanas, pastizales y bosques
abiertos son sus principales
hábitats.
Las sabanas, pastizales y bosques abiertos
africanos, son el hogar de todas las especies y
subespecies de jirafa. Kenia, Tanzania,
Namibia, Uganda y Sudáfrica, son algunos de
los países que las albergan, tanto en estado
salvaje, como en parques y reservas naturales;
como por ejemplo, el parque nacional Etosha
en Namibia, la reserva natural Samburu en
Kenia o el parque nacional Kruger en Sudáfrica.
Años atrás, podían verse grandes poblaciones
de jirafas en Sudán, pero los problemas
antropogénicos mermaron su reproducción. Se
dice que de la jirafa nubiana quedan menos de
250 individuos, y de la subespecie de
Rothschild aproximadamente 700 en estado
salvaje, cantidades sumamente escasas para
que puedan sobrevivir muchos años más.
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15. Las jirafas son animales sociales
Son animales sociales que se organizan en manadas inestables
de 10 a 20 individuos. Su “inestabilidad” proviene de la libre
decisión de cada individuo para abandonar el grupo cuando
desee, pues los vínculos no son muy fuertes como en otros
animales, excepto el de una madre con su cría.
Dentro de las manadas, cada integrante conoce su papel, pues
entre ellos se cuidan de los depredadores mientras descansan o
se turnan para tomar agua. Esto también sirve como aviso para
otros tipos de animales que debido a su poca altura y al viento
en su contra, no pueden percibir el peligro que se acerca. Si un
grupo de jirafas huye, todos los demás deben hacerlo. Las
cebras y avestruces son las que más aprovechan los avisos.
Un mito que se ha extendido por muchos años, es aquel donde
se afirma que las jirafas son mudas, pero es totalmente falso.
Estos animales son capaces de producir vocalizaciones
similares a una tos humana, y las crías las producen de una más
aguda para llamar la atención. Si nunca hemos escuchado a una
jirafa, probablemente sea porque también se comunican a base
de infrasonidos, ondas sonoras de muy baja frecuencia que el
humano no puede detectar.
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17. Las jirafas tienen la ventaja de alcanzar las
hojas y ramas más altas para evitar
cualquier tipo de confrontación con otro
herbívoro. Su alimento favorito son los
árboles y arbustos espinosos de acacia,
pero pueden complementar con otra clase
de vegetación. Dichos espinos no son
problema para ellas, pues su lengua y su
saliva, las protegen de las heridas que
estas puedan causar, tanto en la boca,
como en los órganos internos. También se
les ha visto masticar pequeños huesos
secos por su alto contenido de calcio que
fortalecen los ossicones.
Son seres rumiantes de digestión lenta que
dedican mucho tiempo a la alimentación,
ingiriendo de 34 a 75 kg de vegetación al
día y obteniendo el agua de las hojas que
consumen, aunque en temporadas de
sequías, beben alrededor de 38 litros de
agua cada tres días.
En cautiverio son alimentadas con
zanahorias, manzanas, semillas y hojas
que son colocadas a su altura.
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Su dieta es completamente
herbívora y se abastecen de
más de 100 tipos de hojas.
19. Los machos no son territoriales, pero en
temporadas reproductivas llevan a cabo el
“necking”, una lucha de cuellos donde se
determina al macho más fuerte que tendrá
derecho de apareamiento. Después de este
acto de fuerza, ambos competidores no
muestran signos de violencia y pueden
convivir en un mismo espacio.
El macho huele la orina de la hembra para
conocer su estado reproductivo y comienza
a realizar contactos físicos para atraerla.
Una vez concluida la cópula, da inicio el
proceso de gestación que tiene una
duración entre 425 y 465 días, lo que
equivale a aproximadamente un año y tres
meses.
La bienvenida de la cría al mundo exterior
no es muy delicada, pues cae a una altura
de dos metros hasta llegar al suelo. En tan
solo veinte minutos, es capaz de coordinar
sus partes corporales para ponerse de pie y
comenzar a beber la leche que su madre le
provee. La cría de jirafa no es pequeña:
mide dos metros de altura y pesa hasta 100
kg.
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20. La expectativa de vida de
las jirafas es de 15 a 25
años en estado natural.
Las hembras viven un
25% más que los machos.
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22. Las más vulnerables son las crías, pues no poseen el tamaño y la
fuerza que las adultas tienen para poder defenderse. Una madre en
defensa o un macho que se siente amenazado, puede matar a un
rival de una sola patada.
Entre los depredadores naturales más frecuentes, están los leones,
hienas, perros salvajes y leopardos. Algunas veces suelen ser
atacadas por cocodrilos mientras se inclinan a beber agua. Derribar
a una jirafa no es tarea fácil, por lo que se requiere que varios
miembros carnívoros se organicen para lograrlo. Por lo general,
siempre buscan atacar el cuello y montarse sobre la espalda para
arañar y morder, evitando a toda costa coincidir con algún
movimiento fulminante de las extremidades.
Pero no solo los grandes depredadores representan un peligro; los
parásitos y las enfermedades logran acabar con la vida de las
jirafas. La mosca Tsé-tsé es portadora de varias enfermedades que
podrían ser mortales y las larvas de otros tipos de moscas e
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24. La jirafa de Rothschild y la
nigeriana son dos de las
subespecies más amenazadas.
insectos, así como 15 tipos de garrapatas,
solitarias y tricocéfalos, invaden los tejidos y
órganos internos del animal, haciéndolo
incapaz de llevar una vida normal.
Por otra parte, el hombre es causante de los
problemas más graves, pues la caza y la
devastación del hábitat, mantiene a algunas
subespecies en peligro de extinción o con muy
pocos sobrevivientes en cautiverio, lo que hace
muy difícil la reproducción por cuestiones de
diversidad genética. Los pobladores se
alimentan de su carne y obtienen pulseras,
matamoscas y cordones de la cola y la piel. De
igual manera, en algunas partes del continente,
se puede pagar para obtener el permiso de
dispararle a una jirafa, lo que vuelve más difícil
la labor de preservación.
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