Este documento describe tres técnicas para evaluar la calidad del semen bovino: 1) La vitalidad espermática, que permite distinguir espermatozoides vivos de muertos mediante coloración selectiva; 2) La morfología espermática, que clasifica defectos primarios y secundarios siguiendo un sistema ampliamente aceptado; 3) La concentración espermática, que se mide como el número de espermatozoides por mililitro.