1. El Sol es una inmensa esfera de gas: de hidrógeno en mayor cantidad y de helio
en menor cantidad.
Su tamaño es más de cien veces el tamaño
del planeta Tierra; sin embargo, algunas
estrellas pueden llegar a ser casi mil veces
más grandes que el Sol.
La parte central del Sol se llama núcleo. Este es el “horno” donde se genera toda
la energía.
La energía generada en el núcleo atraviesa una
amplia capa llamada zona de radiación, hasta llegar
a la superficie, en donde los gases calientes arrastran
la energía hacia afuera.
La superficie del Sol se llama fotosfera, que quiere
decir “zona de luz”.
Pero los gases en la fotosfera pierden calor; entonces estos gases descienden
hasta aproximarse a la zona de radiación en donde se calientan nuevamente y
ascienden otra vez a la superficie.
A esta capa del Sol se le llama zona de
convección, pues en ella se da la circulación de
gases calientes que ascienden para emitir energía
al exterior y de gases que bajan para calentarse
nuevamente.
2. A esta capa del Sol se le llama zona de
convección, pues en ella se da la circulación de
gases calientes que ascienden para emitir energía
al exterior y de gases que bajan para calentarse
nuevamente
Cuando se concentran regiones magnéticas en la fotosfera, se forman unos
manchones de gas “frío” llamados manchas solares.
En algunos lugares de la fotosfera se levantan manchones de hidrógeno caliente a
una altura de miles de kilómetros. A estos manchones se les llama Manchas
Solares y Prominencias.
Las partículas de energía luminosa, llamadas fotones, se desvían tanto en su
trayecto desde su núcleo hasta la fotosfera, que bien pueden tardar un millón de
años en llegar a ella.
3. En cambio, a las radiaciones solares les bastan sólo 8 minutos y medio para llegar
desde el Sol hasta la Tierra.
Nunca debemos mirar directamente al Sol, pues se puede dañar nuestra vista.
Tampoco lo debemos hacer a través de un telescopio o de binoculares, porque
estos aparatos concentran la luz y por tanto, quien lo haga puede quedarse ciego.
Para ver el Sol con telescopio, los astrónomos utilizan filtros especiales que
protegen la vista.