Es una autorreflexión acerca de lo que cómo me siento al ser una PACIFICADORA

1. MI AUTORREFLEXIÓN
Como dice el eneagrama
mi tipo es el nueve.
Comparto muchas características
como la paciencia, la indecisión
o el mal humor.
Tengo que aprender a decir que no
¡no siempre se puede agradar a los demás!
Debo aprender a decir lo que pienso
porque los demás no me toman en serio.
Necesito que a mi alrededor
haya paz, alegría y tranquilidad.
para ser feliz.
Una de mis mayores virtudes
como pacificadora que soy,
es que sé escuchar y mediar en los conflictos
¡no soporto que los demás se pelen!
Según el eneagrama
tengo dos subtipos
el ala ocho, o el ala uno.
Y teniendo en cuenta todas las características
no sé si considerarme
un desafiador, un pacificador o un reformador.
Igual combinándolas todas
descubriré que así soy yo.
Leyla Hernández Castro.