El documento describe las diferencias entre un franquiciante y un franquiciatario. Un franquiciante es emprendedor e impaciente, mientras que un franquiciatario es más cauteloso y conservador. También detalla los deberes de cada parte en una relación de franquicia, incluyendo que el franquiciante debe proporcionar apoyo, capacitación y asistencia, mientras que el franquiciatario debe seguir estrictamente los sistemas del franquiciante. Se enfatiza que la relación debe basarse en la confianza, comunicación y resp
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1.6 Franquiciante y franquiciatario.
Un Franquiciante es una persona emprendedora, en ocasiones impaciente, quien
ya ha generado su concepto de negocios y quiere replicarlo en el mundo entero.
Mientras que el Franquiciatario suele ser cauteloso, mantiene una visión
reservada, sobre todo cuando su dinero está en juego. Aunque el primero sea el
dueño del negocio, el Franquiciatario también se siente propietario porque es su
dinero el que se encuentra en riesgo.
• El Franquiciante toma decisiones en todo momento; es una figura que busca
implementar cambios en su red de negocios y busca hacerlo rápidamente. Por su
parte, el Franquiciatario quiere tener injerencia en todas las decisiones que le
atañen o impactan, y reclama porque quiere que su voz sea escuchada y
considera que él debe cuidar su mercado y su dinero.
• El Franquiciante tiene una perspectiva global, completa del mapa, se fija en
todas las piezas, las acomoda y ve cómo va el negocio y quiere poner más de
éstas en los huecos donde sólo existe una unidad, para que sus costos de
asistencia técnica sean menores. Su Franquiciatario tiene una perspectiva local.
Se fija en los árboles pero no en el bosque. Ve las piezas que le corresponden a
él, pero no imagina las que podrían estar allí en el futuro.
• El Franquiciante tiene un enfoque de negocios y decisiones de largo plazo;
piensa en invertir para seguir creciendo. El Franquiciatario vive lo inmediato, se
concentra en el dinero que entró en la caja por las ventas del día.
• El Franquiciante se dice: “Financieramente hablando, quisiera que mi empresa
estuviera mejor, pero en conjunto y con los años es un negociazo”. El
Franquiciatario no puede pensar así, porque si en el día no le va tan bien, para él
eso es todo.
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Del franquiciante
Es deber del franquiciante:
a. Disponer de una marca, producto o servicio adecuadamente registrado e
implantado en el mercado.
b. Ofrecer un modelo de negocio tenga éxito probado y sea fácilmente
transmisible.
c. Informar claramente a sus franquiciatarios el know-how (conocimiento
fundamental) de su franquicia.
d. Demostrar la rentabilidad de la franquicia y tener varias tiendas piloto, que lo
demuestren.
e. Poseer un manual operativo que de garantía del éxito comercial y financiero de
la transacción.
f. Asegurar que la actividad económica en que se desarrolla su franquicia no esté
basada en demandas temporales o modas pasajeras.
g. Brindar apoyo preliminar al franquiciatario.
h. Garantizar a sus franquiciatarios servicios permanentes de comunicación
interna en la empresa, seguimiento, ayuda logística, investigación, apoyo y
marketing.
i. Ayudar y asesorar al franquiciatario con la escogencia del local para el comercio
físico del producto/servicio.
j. Brindar asistencia de forma permanente a su franquiciatario, la cual deberá
constar en el propio contrato de franquicia.
k. Respetar el acuerdo de exclusividad territorial ofrecida al franquiciatario.
Del franquiciatario.
Es deber del franquiciatario
1. Seguir de manera estricta los sistemas y métodos que brinde el franquiciante
para el debido funcionamiento del negocio.
2. Aceptar y conocer cuáles son los productos que puede vender y cuáles no.
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3. Respetar el acuerdo de confidencialidad de la información y métodos de
negocio transmitidos por el franquiciante.
4. Acondicionar, decorar y mantener el local de acuerdo a las normas y la imagen
de marca del franquiciante.
5. Respetar las fuentes de suministro homologadas y los pagos a efectuar al
franquiciante, en las condiciones que se establezcan.
6. Hacer uso de los métodos publicitarios y promocionales que indique la
franquicia.
La relación de un franquiciante con sus franquiciatarios es una relación de socios,
ambos deben entender que se necesitan mutuamente pero que, en realidad el
modelo de negocio lo maneja el franquiciante, y es gracias a ese modelo de
negocio que la empresa obtiene una rentabilidad comprobada. Si no se llega a la
total comprensión de este punto, lo más seguro es el fracaso.
El franquiciatario tiene el gran beneficio de contar con un modelo de negocio que
está comprobado financieramente y debe aceptar la forma de funcionamiento del
mismo, para obtener los beneficios económicos que tanto anhela.
Resulta importante que la relación entre ambas partes se base en la confianza, la
comunicación y el respeto, porque en la mayoría de los casos la relación debe
perdurar por más de diez años, inicialmente ese es el propósito de ambos cuando
se pacta la sociedad. Bajo condiciones ideales el contrato debe ser lo más
explícito posible y preciso para evitar que se presenten disputas o desacuerdos
entre ambas partes.