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1.3. Fundamentos de administración.
Las franquicias se han convertido en uno de los negocios más rentables para la
mayoría de las personas, para poder administrar las franquicias se necesitan lo
siguiente:
1.- Ser adaptable: Es de suma importancia para un franquiciador identificar las
tendencias emergentes y las necesidades cambiantes del mercado, y ser capaz
de adaptarse a ellos. Un franquiciador debe ser flexible y evitar ser testarudo al
adherirse estrictamente a su modelo de negocio original.
2. Las pruebas de mercado: Para que un negocio o franquicia comience, primero
debe asegurarse que exista un mercado para los productos o servicios que el
franquiciador está ofreciendo. Un franquiciador debe probar su concepto de
negocio con el fin de garantizar la rentabilidad de sus futuros franquiciados.
3. Inversiones de capital: Un franquiciador debe asegurarse que tiene suficientes
fondos disponibles para garantizar las operaciones piloto, fortalecer a las
empresas existentes y prestar apoyo a los futuros franquiciados, hasta que las
operaciones de las franquicias se conviertan en algo rentable a través de los
ingresos por regalías.
Es extremadamente importante para un emprendedor tener proyecciones
financieras realistas y con esto poder sostener el negocio existente y por lo tanto
fijar tarifas justas y razonables de la franquicia.
4. Desarrollar y mantener la infraestructura. El franquiciador debe garantizar
que él o ella tengan la infraestructura adecuada del sitio de negocios para llevar a
los nuevos franquiciados. Un franquiciador debe considerar también el factor de
2. I
crecimiento, y por lo tanto la infraestructura debe ser capaz de dar cabida a la
base de la franquicia en expansión.
5. Elija los franquiciados adecuados. Un franquiciador no debe cometer el error
de traer a todo aquél que aplique para ser dueño de una franquicia. El proceso de
selección debe ser lo suficientemente riguroso como para garantizar que sólo los
franquiciados que tengan la experiencia y las habilidades adecuadas son
admitidos. Sea exigente y asegure una buena comprensión en las etapas iniciales
de la franquicia, aseguraría una marca reconocida y exitosa con una potencial
expansión en el futuro.
6. Cultive a sus franquiciados: Un franquiciador no debe perder de vista el
hecho de que los franquiciados son el alma de un modelo de negocio de
franquicias. Un franquiciador debe asegurarse de que los concesionarios o
franquiciados están recibiendo el apoyo y la orientación que necesitan para tener
éxito, por lo que sigue confiando en el sistema de franquicia y ponen en marcha su
mejor esfuerzo para ser o seguir siendo un éxito.
7. Comunicarse con eficacia. Al igual que todos los demás aspectos de la vida,
la comunicación es un factor clave. Un franquiciador debe asegurarse de la
calidad y la pertinencia entre la comunicación de los franquiciadores con los
franquiciados, así como la ampliación de la relación y el diálogo fuera del ámbito
tradicional de los negocios.
8. Manténgase al día: Un franquiciador debe ser siempre receptivo y atento de las
tendencias cambiantes del mercado y de la retroalimentación que ofrecen estas
franquicias.
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Gestión de personal
Uno de los retos más importantes en este tipo de negocios es la gestión del
personal como uno de los factores clave para alcanzar los objetivos fijados. Una
correcta gestión de esta parcela de la empresa puede marcar la diferencia
entre el éxito o el fracaso de un emprendimiento.
Una persona que dirija un equipo de trabajo debe saber cómo puede dar lo
mejor de sí mismo, saber cuáles son sus puntos fuertes y débiles, porque de
todo esto dependerá si daremos buenos resultados o no como líder o jefe.
He visto muchas personas que han dejado pasar una excelente oportunidad de
inversión con tal de no enfrentarse a la gestión de un equipo de personas.
De la misma forma, cuando un negocio de restauración no va todo lo bien que
deseamos, solemos echarle toda la culpa al personal que “es un horror”, pero
realmente deberíamos mirarnos a nosotros mismos y a nuestra preparación a la
hora de dirigir equipos.
Según Maslow, hay una serie de cualidades que suelen desarrollar las personas
realizadas, y éstas a su vez, suelen ser buenos líderes de equipo.
Algunas de estas cualidades son las siguientes:
Capacidad de percibir la realidad con eficacia y precisión.
Dar importancia a los problemas.
Ser relativamente autónomo.
Capacidad para apreciar las cosas y satisfacciones más sencillas.
Ser democrático y respetar a los demás.
Ser justo y diferenciar lo que está bien y lo que está mal.
Ser democrático y respetar a los demás.
Tener siempre la necesidad de cambiar y mejorar.
Ser creativo e inventivo