1. En aquel entonces
La primera voz racinguista
Raúl Gómez Samperio
Como el hogar de las antiguas cocinas, encendidas para convocar a toda la
familia, aquel extraño aparato había reunido a su alrededor a un buen
número de seguidores racinguistas que buscaban el calor de la voz y de la
noticia.¡Qué invento aquello de la radio! Y que idea tan revolucionara
mezclarla con el fútbol, porque desde entonces las gradas cerradas de los
campos se abrieron al aire imaginando jugadas, pases precisos, remates
impecables y paradas imposibles. Y todo brotando de un manantial de voz
que invitaba a la fantasía.
Agustín Fernández Fernándeznació en Pesquera. De familia
ferroviaria,había sido destinado a los servicios de administración de
RENFE en Oviedo, y amante de la mayor parte de los deportes, en la
capital asturiana comenzó a frecuentar el nuevo estadio de Buenavista,
sintiendo admiración por el Oviedo F. C. y su legendaria “delantera
eléctrica”, formada por Casuso, Gallart, Lángara, Galé e Inciarte, que logró
ascender a Primera División en 1933.
El mismo año de aquel ascenso, Agustín Fernández fue trasladado a
Santander. Ya se había instalado la emisora Radio Santander EAJ-32, ‘La
voz de la Montaña’, la decana de la radiodifusión de Cantabria (ochenta
años se cumplen de aquel acontecimiento), y Agustín tuvo la oportunidad
de incorporarse al equipo de la emisora. Cuando estuvo cerca el partido de
Liga que enfrentaba al Racing y al Oviedo, se lanzó a la aventura. Propuso
retransmitir en directo el partido, y así regresaría a Oviedo, al estadio de
Buenavista, pero en esta ocasión para trasladar a los oyentes los detalles del
partido.El Racing apoyó la iniciativa. Su junta directiva, presidida entonces
por José María de Cossío, acordó “autorizar a „Radio Santander’ para
utilizar dos asientos y trasladarse a Oviedo en autocar”.
El 14 de enero de 1934, Radio Santander retransmitió por primera vez un
partido de fútbol.Agustín Fernández, desdela torre del maratón del estadio
de Buenavista -destruida luego por la guerra-, fue la voz que navegó aquel
día por las ondas. La presencia de aficionados cántabros en las calles de
Oviedo se calculó en 1.500, la gran mayoría llegados a la Estación de los
Económicos de Asturias, entre cohetes, aplausos y vítores de los propios
2. ovetenses que se hermanaron con los montañeses en vivas a Santander y a
Oviedo. Hubo ambiente de fiesta y cordialidad entre las aficiones. Hasta el
mismo alcalde de la ciudad, Félix Miaja, acudió a recibir a los seguidores
racinguistas, encabezando un desfile de más de mil personas que paseó
desde la calle de Uría hasta el parque de San Francisco, para luego
dispersarse, dando una nota de color a la ciudad con las banderas y otros
símbolos del Racing.
El partido estuvo condicionado por el intenso viento, de componente sur,
que sopló sobre el terreno de juego. Con viento a favor, el Racing dominó
la primera parte y marcó el primer gol a los 36 minutos, tras un saque de
córner lanzado por Santi que remató de cabeza Efraín. En este periodo,
Agustín Fernández ya comenzó a mencionar, con respeto y admiración, el
nombre de Isidro Lángara, el delantero centro del Oviedo que intervenía en
todas las jugadas de ataque desu equipo. Pero en la segunda parte, con los
asturianos jugando con viento a favor, el nombre de Lángara comenzó a
pronunciarse en demasiadas ocasiones. A los diez minutos, el guardameta
racinguista, Pedrosa, detuvo un disparo potente desde fuera del área, pero
Lángara, haciéndole falta, le arrebató el balón y marcó el gol del
empate.Poco después, en un desconcierto generalizado de los racinguistas,
Herrerita y Lángara bordaron una jugada de ensueño que terminó con un
disparo bajo y cercano de Lángara para anotar el dos a uno.Y a falta de
medio minuto para terminar el partido. Lángara enganchó un disparo a
media distancia, repelido por Pedrosa, que el propio Lángara volvería a
rematar para dejar el resultado final en tres a uno. Lángara, Lángara,
Lángara…
En Santander, el buen número de seguidores racinguistas que se habían
reunido en torno a los aparatos de radio,buscando el calor de la voz y de la
noticia, se hartaron de escuchar tanto Lángara y Lángara. Y los amigos de
Agustín, que sabían de la devoción que éste tenía del gran delantero de
Pasajes, le bautizaron con el apodo que se convertiría en su segundo
apellido: Agustín Fernández, „Langarita‟.
Notario de una realidad que se escucha, „Langarita‟ persiguió el fútbol con
su voz, desplazándose durante más de treinta años a los campos para
retransmitir los partidos del Racing. Con él, la radio se incorporó a los
hogares montañeses como un miembro más de la familia. Se acomodó en
el lugar principal de la casa y se le otorgó la autoridad soberana de la
credibilidad. La frase “lo ha dicho la radio” significaba poner fin a
cualquier discusión. „Langarita‟ extendió esa credibilidad al mundo del
deporte. Con su micrófono convirtió los aparatos de lámparas y galenas en
objetos valiosos y mágicos que contaban al instante lo que pasaba muy
3. lejos. „Langarita‟ fue la primera voz del Racing, una voz sencilla, sana y
amable que se entusiasmó con los éxitos y se decepcionó con los fracasos
del equipo, como aquel día (el 13 de julio de 1947), también en
Buenavista, en el que “caía casi derrumbado al finalizar el partido RacingOviedo, que nos sumía en Tercera División”.
Como reconocimiento a su labor como cronista y pionero de la
radiodifusión deportiva, el Racing entregó a „Langarita‟ la insignia de oro y
brillantes del club durante el partido Racing-Cádiz, disputado el 21 de junio
de 1970. Él fue el primero que abrió al aire las gradas cerradas de los
campos, imaginando jugadas, pases precisos, remates impecables y paradas
imposibles. Y todo brotando de un manantial de voz que invitaba a la
fantasía y que se apagaría en 1985. Pero su estela dejó encendidas otras
voces que en Radio Santander EAJ-32, ‘La voz de la Montaña’,
continuaron avivando la lumbre de los sueños con las palabras, como las
voces de Arturo Moreno, Fernando Ibarra, Lino Javier Palacios, Claudio
Acebo, Alberto Aparicio, Pedro López, Roberto González…¡Qué invento
aquello de la radio!