La caída de Wall Street en 1929 tuvo graves consecuencias económicas en Estados Unidos y a nivel mundial. Los inversores vendieron masivamente sus acciones en el Jueves Negro, provocando la quiebra de la Bolsa de Valores de Nueva York. Esto llevó al colapso de muchos bancos y empresas en Estados Unidos y dio inicio a la Gran Depresión, con altos niveles de desempleo y paralización de la producción industrial y agrícola. La crisis también se extendió a nivel global y afectó severamente a países