5. Cierto mercader envió a su hijo para aprender el secreto de la felicidad con el más sabio de todos los hombres. El
joven anduvo durante cuarenta días por el desierto hasta llegar a un hermoso castillo, en lo alto de la montaña. Allí
vivía el sabio que buscaba.
Sin embargo, envés de encontrar a un hombre santo, nuestro héroe entro en una sala y vio una actividad inmensa;
mercaderes que entraban y salían, personas conversando en los rincones, una pequeña orquesta que tocaba melodías
suaves y una mesa repleta de los más deliciosos manjares de aquella región del mundo. El sabio conversaba con
todos, y el joven tuvo que esperar dos horas hasta que le llegara el momento de ser atendido.
El sabio escucho atentamente el motivo de su visita, pero le dijo que en aquel momento no tenía tiempo de explicarle el
secreto de la felicidad.
Le sugirió que diese un paso por el palacio volviese dos horas más tarde.
-Pero quiero pedirte un favor- completo el sabio, entregándole una cucharadita de té en la que dejo caer dos gotas de
aceite- Mientras estés caminando, llévate esta cucharadita cuidando de que el aceite no se derrame. El joven comenzó
a subir y bajar las escalinatas del palacio, manteniendo siempre los ojos fijos en la cucharada. Pasadas las dos horas,
retorno a la presencia de sabio.
¿Qué tal? Pregunto el sabio-¿viste los tapices de pericia que hay en mi comedor? ¿Viste el jardín que el maestro de
los jardineros tardo diez años en crear? ¿Reparaste en los bellos peregrinos mi biblioteca? El joven, avergonzado,
confeso que no había visto nada. Su única preocupación había sido no derramar las gotas de aceite que el sabio le
había confiado.
-Pues entonces vuelve y conoces las maravillas de mí mundo –dijo el sabio – No puedes confiar en un hombre si no
conoce su casa. Ya más tranquilo, el joven cogió nuevamente la cuchara y volvió a pasear por el palacio, esta vez
mirando con atención todas las obras de arte que adornaban el techo y las paredes. Vio los jardines, las montañas a su
alrededor, la delicadeza de las flores, el esmero con que cada obra de arte estaba colocada en su lugar.
6. De regreso a la presencia del sabio, le relató detalladamente todo lo que había visto.
¿Pero dónde están las dos gotas de aceite que te confié? Preguntó el sabio.
El joven miro la cuchara y se dio cuenta de que las gotas habían derramado.
-Pues este es el único concejo que tengo para darte- le dijo el más sabio de los sabios- el secreto de la felicidad está en mirar todas las maravillas del mundo pero nunca
olvidarse de las dos gotas de aceite en la cuchara.
Tomado del libro “El Alquimista” de Paulo Coelho.
ACTIVIDAD
¿EN LA ACTUALIDAD CUALES SON LAS DOS GOTAS DE ACEITE?
¿Qué ASPECTOS DE ESTA HISTORIA LE HAN LLAMADO LA ATENCION? POR QUÉ?
EXPRESE SUS SENTIMIENTOS Y PENSAMIENTOS A TRAVÉS DE UNA PINTURA MUSICAL, QUE PUEDA COMPAARTIR CON SUS COMAPÑEROS.
7.
8. Admiro yo esa manos de mujer,
Cual pétalos de rosas suaves, finas
La blancura sin par, alabastrinas,
Cuya caricia es fuente de placer.
Admiro con profunda complacencia
Las débiles manitas, tersas puras,
Cual capullos de amor, que las criaturas
Agitan sin cesar, con inocencia
Admiro yo la prodigiosa mano
De la bella pianista, que a raudales
Lanza al aire las notas musicales
Al recorrer las teclas de su piano.
Admiro yo aquellas manos estupendas
De la hábil secretaria, que pulsando
Su máquina, con ritmo va estampando
En el papel pulquérrimas leyendas.
Y admiro, sí, las manos de la obrera
Por el rudo trabajo encallecidas,
Manos dignas, del cielo bendecido,
Que hacen el bien al universo entero.
Pero siento mayor admiración.
Por las hábiles manos del ratero
Que en un segundo me saco el dinero
Que guardaba yo aquí en el pantalón.
Félix villabona
9. Maestro soy la semilla
Que te encargaron sembrar
Riégame todos los días
pa’ que pueda germinar.
Yo quiero aprender haciendo
Tú me tienes que orientar
Dándome constantemente,
Dosis de vida ejemplar.
Tú disciplina y respeto
Tu responsabilidad
Tu constancia y sentimientos
Toso eso quiero copiar
Eres para mí un modelo
Que siempre voy a imitar
Dame lecciones de vida
Se mi brújula al andar.
Yo quiero que me acompañes
Para que puedas avanzar
Deseo sentirme hijo tuyo
Así sea en forma fugaz
Yo soy único, lo sabes
Trátame en forma especial
Sácame de entre la masa
Fíjate en mi potencial.
Maestro te necesito
Ven con migo a caminar
Ponle alma a tus enseñanzas
Pa’ que me puedas formar
Cultivas mis actitudes
Siempre quiero a ti acudir
Gánate ya mi confianza
Enséñame a compartir.
Yo te vivo agradecido
Nunca te voy a olvidar
Te admiro y te quiero mucho
Y en mi te vas a quedar