3. Hubo una vez una reunión
muy importante en el fondo
del mar. Era la reunión de los
cangrejos. El más viejo de los
cangrejos la había convocado
para, según pensaba, tomar
una decisión muy importante.
4. Asistieron cangrejos de todos
los mares, desde los mares
pequeños de aguas tranquilas
hasta de los océanos más
agitados; aún aquellos que
vivían en los ríos más
contaminados enviaron a un
representante.
5. La reunión comenzó
puntualmente. El líder pidió la
palabra y dijo: -“Mis amigos,
hemos estado haciendo algo
que se ha convertido en un
pésimo ejemplo para todos... Es
una costumbre que debemos
cambiar.”…Muy preocupados
todos lo veían con curiosidad.
6. Un joven cangrejo de agua
dulce, sin poder reprimir su
curiosidad, preguntó: -“¿Y cuál
es esa costumbre? ¿Por qué
cree que es un mal ejemplo
para los demás...?” El
cangrejo anciano respiró
profundo.
7. Muy preocupado tomó nuevamente la
palabra y continuó: -“Lo diré sin rodeos.
Debemos dejar de caminar para atrás.
Todos nos usan como ejemplo negativo y
hablan de nosotros como si fuéramos
unos retrógrados.” Un cangrejo rojo que
había llegado de muy lejos,
comprendiendo lo serio del problema,
preguntó: -“¿Y que es lo que propones
para remediar el pésimo ejemplo que
damos?”
8. El cangrejo líder continuó: -“Seré
realista. Para nosotros ya es muy
difícil cambiar. Pero para los
cangrejos pequeños será más fácil.
Propongo que sus mamás les
enseñen a caminar para adelante”.
Los cangrejos se emocionaron por la
sinceridad con que se les había
hablado y entusiasmados estuvieron
de acuerdo con la propuesta.
9. De esa forma, quedó establecido
que todos los cangrejos que
nacieran a partir de ese
momento, serían instruidos por
sus madres para caminar hacia
adelante. Cada uno regresó a su
hogar. Y las madres empezaron a
enseñar a sus pequeños.
10. Guiaban con amor sus
patitas, primero una hacia
adelante, después la otra.
Insistían en la nueva forma de
avanzar. Los pequeños
intentaban seguir las
instrucciones, aunque fuese
muy difícil y complicado.
11. Pero con sinceridad trataban de
hacerlo. No obstante, sucedió algo
muy curioso. Sus mamás les decían
la forma en que debían caminar,
pero ellas mismas y todos los demás
cangrejos continuaban caminando
para atrás como siempre. -“¿Cómo
es que ellos hacen una cosa y me
enseñan otra?”
12. Dijo un pequeño muy estudioso. Los demás
estuvieron de acuerdo. Algunos pensaban que
era una broma que les querían jugar; otros
decían que debía ser más fácil caminar para
atrás, por eso los demás lo hacían así. Tuvo
que convocarse a una nueva reunión de
cangrejos. -“La norma que propuse no está
funcionando”, admitió el cangrejo líder, que
siempre decía la verdad.
13. Y continuó: -“Y no funciona porque no
predicamos con el ejemplo y, lo cierto
es, que no podemos pedirle a los
demás que hagan lo que nosotros no
hacemos”. Cuenta la leyenda que esa es la
razón por la cuál los cangrejos siguen
caminando para atrás. Y la lección que
podemos aprender con ésta simpática historia
es que: Los demás ponen más atención en
lo que decimos que en lo que hacemos. Es
una verdad que deberíamos aprender.