2. Camilo Bustos Montoya 2009
La idea de Imperium.
En términos generales, el imperio fue
un período político caracterizado
por el esfuerzo que los
gobernantes de Roma hicieron por
lograr la administración más eficaz
de los extensos dominios
conquistados por Roma a lo largo
de la República. Es también el
intento por administrar y mantener
la llamada Pax Romana.
Se caracterizó por el dominio casi
absoluto de una sola persona,
encarnada en la figura del
Emperador.
3. Camilo Bustos Montoya 2009
Una vez que Octavio venció a Marco
Antonio, se hace con el poder absoluto
en Roma. Gobernó con la apariencia de
una restauración republicana,
manteniendo algunas magistraturas, el
Senado y los pretores. Sin embargo,
basó su poder en el apoyo del ejército y
poco a poco las antiguas instituciones
republicanas fueron desplazadas por un
poder cada vez más unipersonal.
Octavio une en su persona los
conceptos de Princeps, primer
ciudadano; Pontífice máximo, sumo
sacerdote; Pater patriae, padre de la
Patria; Imperator, máxima autoridad
militar, y Augusto, el sublime, el
venerable.
El Principado.
4. Camilo Bustos Montoya 2009
Augusto establece el período
conocido como la Pax Romana. Un
período de “paz” basado en el
despliegue de las legiones en
guarniciones permanentes
establecidas en los límites del
Imperio, con el fin de proteger la paz
interior de éste y preservarlo de
posibles invasiones.
Además buscó rescatar las viejas
tradiciones de la Antigua Roma,
deterioradas por la corrupción, la
riqueza extrema y el olvido de las
virtudes cívicas. Para ello, fomentó el
matrimonio y la natalidad y rescató
las tradiciones religiosas. De hecho,
se diviniza la figura de Augusto, a
través de un origen divino, al
relacionarlo con el héroe Eneas, hijo
de Venus, en el poema “La Eneida”
de Virgilio.
5. Camilo Bustos Montoya 2009
Augusto, además, apoyado en la clase
ecuestre centralizó mediante el férreo
control imperial de una burocracia
eficiente, la administración imperial. La
clase ecuestre correspondía
inicialmente a los soldados que
luchaban a caballo, pero después de
las conquistas pasó a designar a los
ciudadanos ricos, que gracias al botín
de guerra y al comercio, se habían
enriquecido convirtiéndose en una
suerte de aristocracia del dinero.
Divide las provincias en Imperiales y
Senatoriales. Las Imperiales
dependían del Emperador, quien
nombraba un Legado, estaban en la
periferia del Imperio, en las zonas
conflictivas y concentraban una mayor
cantidad de efectivos militares. Las
senatoriales, a cargo del Senado,
quien nombraba un Procónsul,
estaban en el centro del Imperio,
constituyendo las provincias más
romanizadas y por lo tanto,
pacificadas.
El Senado durante el Imperio se
dedicó principalmente a legislar.
6. Camilo Bustos Montoya 2009
El emperador.
El Emperador pasó a ser jefe supremo del Estado,
una casi monarquía de carácter absoluto, vitalicio y
hereditario.
Con ello los principios de representación,
temporalidad, colegiatura y elección de las
magistraturas republicanas quedan abolidos.
Atribuciones:
Mando del ejército.
Concentración de las atribuciones de las
magistraturas republicanas.
Aprobación de las leyes.
Potestad tribunicia, ponía en sus manos las
prerrogativas de los tribunos de la plebe. Le
permitía hacer propuestas de ley, vetar las
propuestas de otros órganos estatales, convocar
las asambleas y convertirse en protector de los
intereses del pueblo.
Dirección de la política exterior del Imperio y de las
provincias imperiales (exteriores).
Augusto
8. Camilo Bustos Montoya 2009
Constantino (312-337)
Constantino es otro de los emperadores que
promueve profundas reformas. Tras su victoria
sobre Majencio (312) intentó proseguir con la
tetrarquía. Sin embargo, tras desplazar a
Licinio, el otro augusto (325) puso fin a la
tetrarquía, concentrando todo el poder en sus
manos.
En el plano religioso decreta la libertad religiosa
a través del llamado Edicto de Milán (313),
Además preside el Concilio de Nicea (325), que
establece las bases de la Iglesia Católica y el
dogma cristiano en el Imperio y convierte la
antigua ciudad de Bizancio en la nueva capital
cristiana del Imperio: Constantinopla. y
convierte la antigua ciudad de Bizancio en la
nueva capital cristiana del Imperio:
Constantinopla.
9. Camilo Bustos Montoya 2009
Teodosio (379-395)
El periodo comprendido entre Constantino y
Teodosio, se caracterizó por la decadencia que
vive el Imperio Romano. Se suceden varios
emperadores que intentan frenar el empuje de los
pueblos invasores, a veces con lamentables
resultados (Andrinópolis, 378).
Teodosio es el último emperador romano que tuvo
todo el Imperio en sus manos. Establece al
cristianismo como religión oficial del Imperio (Edicto
de Tesalónica, 394). Dividiendo además éste en un
Imperio Romano de Oriente, con capital en
Constantinopla, y otro de Occidente, con capital en
Rávena, para así intentar frenar la caída del
Imperio y lograr una mejor administración. Sin
embargo, por lo menos en su parte occidental, la
crisis pareció inevitable.
11. Camilo Bustos Montoya 2009
La ciudadanía romana fue otro
legado, que adquiere durante el
Imperio un carácter universal,
otorgándose a todos los
habitantes de las provincias, con
excepción de las mujeres.
El ejército fue otra institución
clave que constituyó un pilar para
el Imperio, ya que mediante éste
se conquistaban nuevos
territorios, y al mismo tiempo se
apaciguaban rebeliones. La
disciplina militar y las tácticas de
combate, al igual que la ingeniería
aplicada a lo militar fueron
esenciales para el éxito del
Imperio. A ello debemos agregar
su privilegiada posición como
sustento del poder imperial
12. Camilo Bustos Montoya 2009
Las vías de comunicación
fueron fundamentales para el
Imperio. Todo estaba unido
por carreteras por donde
avanzaban los ejércitos
romanos, y por donde se
facilitaban las comunicaciones
y el comercio.
La división administrativas en
Provincias Imperiales
(periferia) y Senatoriales
(centro) permitió una mejor
administración en un territorio
tan vasto como lo fue el
Imperio Romano
13. Camilo Bustos Montoya 2009
El Derecho romano fue otro elemento
esencial del Imperio: por medio de
éste se establecía una homogeneidad
en las leyes, debido a los Códigos.
El derecho romano estuvo sometido a
los principios de la publicidad y la
precedencia. Existiendo un código
para los ciudadanos (Ius civilis) y otro
para los no ciudadanos (Ius gentium)
Hay que considerar que todas las
instituciones, tanto en la República
como en el Imperio debían regirse por
el Estado de derecho.
El matrimonio estaba regulado
por las leyes romanas
14. Camilo Bustos Montoya 2009
Legado Cultural. La Romanización
La Romanización constituye una serie de aspectos propios
de los romanos que “exportaron” a otras latitudes,
otorgándole un carácter homogéneo al Imperio, fenómeno
que a su vez permitió que los pueblos conquistados
asimilasen en mejor forma la cultura romana adoptando
sus costumbres, lenguaje, instituciones políticas,
economía, etc.
El latín constituyó el principal agente de transmisión de la
cultura romana a los pueblos conquistados, fenómeno que
recibió el nombre de latinización. Con el tiempo, el latín dio
origen a las llamadas lenguas romances: italiano, español,
portugués, rumano y francés.
16. Camilo Bustos Montoya 2009
La Iglesia
La Iglesia y la jerarquía eclesiásticas son otros
de los legados del Imperio Romano, si bien la
religión cristiana nace en Palestina, a través de
la figura de Jesucristo, nacido en tiempos de
Augusto. Ésta se fue expandiendo una vez que
San Pablo comienza a predicar entre los no
judíos, llegando a Roma. En este lugar se
expandió rápidamente entre los romanos,
debido a que muchos de ellos la vieron como
una religión salvífica, es decir, que prometía la
salvación después de la muerte. A pesar que
fue duramente perseguida por varios
emperadores, ésta logró imponerse, gracias al
apoyo recibido por parte de Constantino, a
través del Edicto de Milán y Teodosio, quien la
declara religión oficial del Imperio
17. Camilo Bustos Montoya 2009
Aún cuando en los primeros tiempos el
Emperador era quien controlaba la
jerarquía eclesiástica, esta situación
cambió tras la caída del Imperio
Occidental, la separación con
Constantinopla y la caída en manos
musulmanas de Alejandría, Jerusalén y
Antioquía: momento en que el Obispo de
Roma (Papa) adquiere la hegemonía del
poder en la iglesia, siendo considerado
heredero de Pedro y vicario de Cristo,
ejerciendo un gran poder tanto espiritual
como material durante la época
medieval.