2. • Alrededor del cuarto o el quinto mes de
embarazo es el momento de empezar a
preparar el dormitorio de tu bebé. Saber
el sexo de tu hijo, te ayudará mucho en la
elección del tema para la decoración de
su habitación, aunque hoy en día los
criterios permiten mezclas. Por ejemplo,
el tema de Winnie the pooh se usa tanto
para niños como para niñas. Lo mismo
ocurre con el tema de ositos, de animales,
de jardines, cielo, y otros.
• En cambio, cuando el tema es más puntual
como en el caso de Blanca Nieves, Toy
Story o Barbie, es posible encontrar el
set completo del tema en las sábanas, la
manta, el edredón, muebles, cuadros,
cortinas, cenefas... todo ya hecho para
convertir la habitación del bebé en un
auténtico decorado.
3. Los colores de la habitación abandonan
cada vez más el tradicional azul para niños
y el rosa para las niñas. Hoy en día muchas
familias optan por el beige, el amarillo
claro, e incluso por el lila. Hay pinturas para
todos los gustos, en tonos fuertes o suaves.
Para los más pequeños de la casa, se
recomiendan los colores más suaves, que
revelan tranquilidad
4. En cuanto a la iluminación de la habitación,
se aconseja dos tipos de lámparas: una en
el centro del techo, y otra en formato de
media luna en una de las paredes del
cuarto. Esta última, la podéis utilizar en el
caso de que el bebé necesite cuidados
durante la noche, sin tener que ser
incomodado con la luz más fuerte. Una luz
tenue puede ayudar también al bebé a que
concilie mejor el sueño.
5. En cuanto a los colchones, existen cuatro
tipos distintos por sus materiales y precios.
El de espuma es el más barato, es
antialérgico, pero menos higiénico. El de
muelles es el segundo más barato, y su
ventaja es que dispone de dos caras
distintas: una para los meses más calientes
y otra para los meses más fríos. El tercer
tipo es el de fibra de coco. Tiene mejor
higiene porque impide la acumulación de
humedad, pero es más caro que los dos
primeros. El cuarto es de látex, el más
higiénico, y el que mejor se adapta al
cuerpo del bebé.
6. • El ambiente en el que tu bebé va crecer
debe ser cálido, agradable, estimulante,
cómodo,... Un espacio en el que el bebé se
sienta protegido y arropado. Por lo tanto,
es necesario que sea extremamente
seguro. Usa pinturas no tóxicas, muebles
con bordes redondeados, protectores de
enchufes, de cajones, de puertas y
ventanas, además de cubre radiadores.
Guarda bien los medicamentos, las
pomadas, y otros materiales que el bebé
pueda llevarse a la boca. Evita los objetos
de cristal, de cerámica, u otros que
puedan romperse y dañar al bebé. Todo
cuidado es poco a la hora de protegerle.
• Es muy importante que la habitación del
bebé no esté sobrecargada de cosas, de
peluches, y otros objetos decorativos. En
los primeros meses, evita las alfombras.
Atrapan muchos ácaros y tierra, lo que
puede provocar alergias al bebé. Una
habitación cargada de objetos es más
difícil de limpiar, y la limpieza es un
factor importante para la salud del bebé.
Además, la habitación debe tener una
buena ventilación.