4. El perdón no es un simple
mecanismo para liberar de culpa a
quien nos ofendió, el perdón es un
mecanismo para que yo sea libre de
la amargura que dejó esa acción en
mi corazón. Yo puedo decidir
perdonar a alguien, que no está
arrepentido de verdad de haberme
dañado, por que mi intención al
perdonar, no es que esa persona
quede libre de culpa, si no que yo
quede libre en mi interior, que yo
tenga paz, que yo pueda vivir bien,
que haya desatado la amarra que me
tenía detenido en el puerto.
Es muy importante saber, que el
perdón no exime de culpa al ofensor,
sino que libera al ofendido. Usted y
yo necesitamos decidir perdonar,
para ser libres de las heridas del
alma.
6. Esfuerzo. Esta palabra,
aparentemente sin esquinas,
encierra más de un ángulo en el
mundo educativo. Todo el mundo
sabe que cualquier logro requiere,
al menos, un mínimo esfuerzo,
pero si esta palabra aparece en
determinados contextos algunos
rememoran tiempos peores; otros,
sin embargo, lamentan su pérdida.
¿Se ha perdido, de verdad, el
esfuerzo en la escuela? ¿Cómo se
fomenta el esfuerzo, nace por sí
sólo? Entre el pasar de todo y la
letra, con sangre entra hay muchos
matices. Un grupo de expertos
pedagogos expone aquí sus
opiniones sobre el esfuerzo, la
disciplina y la motivación.
8. La noción de disciplina, por lo tanto,
puede estar vinculada al
comportamiento o a la actitud de
alguien. Se dice que la disciplina es
buena cuando la persona respeta las
reglas, las leyes o las normativas
dentro de algún ámbito: “Insultar a
una maestra es una falta grave de
disciplina”, “Todos los jugadores
tienen que respetar la disciplina
impuesta por el entrenador”
La disciplina exige respetar un cierto
código de vestimenta, cumplir con un
horario y dirigirse a los superiores
jerárquicos de una manera en
particular, entre otras obligaciones.
Esto quiere decir que, en una
empresa, la disciplina puede incluir
usar uniforme, ingresar a la fábrica a
las 8 de la mañana y no tutear al jefe.
10. Los organismos vivientes se
agrupan como factores bióticos del
ecosistema; por ejemplo, las
bacterias, los hongos, los
protozoarios, las plantas, los
animales, etc. En pocas palabras,
los factores bióticos son todos los
seres vivientes en un ecosistema
o, más universalmente, en la
biosfera.
Por otra parte, los factores
químicos y los físicos se agrupan
como factores abióticos del
ecosistema. Esto incluye a todo el
ambiente inerte; por ejemplo, la
luz, el agua, el nitrógeno, las sales,
el alimento, el calor, el clima, etc.
Luego pues, los factores abióticos
son los elementos no vivientes en
un ecosistema o en la biosfera.