1. Simón el Cirineo Padre de Alejandro y Rufo

2. Cirene, en el norte de África, parte de la actual Libia, albergaba una importante comunidad judía. En ella vivió y creció, antes de volver a Jerusalén, Simón al que todos conocemos como El Cireneo.

3. El día antes de la Pascua se acercó a su huerta, dado que con la celebración de las fiestas ningún judío observante podía ir a trabajar. Además, para la celebración de la cena, había que comer verduras amargas con el cordero pascual.

4. Venía de su campo cuando vio un gran tumulto a las puertas de Jerusalén. Preguntó y le dijeron que iban a crucificar a Jesús, el maestro y profeta que que sólo una semana antes había hecho una entrada triunfal en Jerusalén el Domingo de Ramos.

5. Movido por la curiosidad se mezcló con la multitud, que abarrotaba las calles y que veía cómo Jesús, cargado con la cruz, se caía una y otra vez al suelo. Había sido azotado de forma horrenda y no tenía fuerzas para llevar el madero.

6. Los soldados romanos, que sabían que podían ser castigados si el condenado se moría antes de crucificarlo, vieron a Simón que iba vestido de trabajo y era fuerte, por lo que le obligaron a ayudar a Jesús a llevar la cruz.

7. Aquel desconocido pasaba a convertirse en una figura evangélica. Los cristianos recordamos esta escena al rezar el Vía Crucis, el Camino de la Cruz. Es la quinta estación: Jesús es ayudado por Simón el Cireneo a llevar la cruz.

8. Este acto de caridad obligada tuvo como recompensa la conversión de sus hijos Alejandro y Rufo, que en el Evangelio de San Marcos son citados como muy conocidos por la comunidad de los primeros cristianos.

9. El Cireneo ha acabado siendo en todos los idiomas sinónimo del que ayuda a alguien que lo está pasando mal, y quizás sea lo que tenemos que ser cada uno de nosotros cristianos, seguidores de la cruz, cireneos.

10. FIN

11. Texto e imágenes Revista Gesto, Nº 161 Power Point http://escuelajaire20.blogspot.com