1. El alma, según Platón, pertenece al mundo de las
Intangible, mientras que el cuerpo pertenece al mundo
sensible. Platón argumentaba que el alma existía antes de
nacer en el cuerpo y que, al encarnarse en el cuerpo,
perdía parte de su conexión con el mundo de las
Intangible o el Mundo de lo Perfecto. Esta encarnación
implicaba una caída del alma desde un estado más
elevado a uno más bajo y limitado, que es el cuerpo
material.
En este sentido, el cuerpo actúa como una especie de
prisión que limita el alma y restringe su capacidad para
comprender y acceder al conocimiento verdadero y
eterno.
2. Distracciones Terrenales:
Para Platón, el cuerpo estaba sujeto a necesidades y
deseos mundanos, como el hambre, la sed, el placer y
el dolor. Estas necesidades terrenales distraían al
alma de su búsqueda de la verdad y la sabiduría. El
cuerpo se convierte así en una fuente de distracción y
preocupación que dificulta el camino hacia la
iluminación espiritual.
3. Liberación del Alma:
En la obra "Fedón", Platón sostiene que la filosofía y la práctica del
autoconocimiento permiten al alma liberarse gradualmente de las ataduras
del cuerpo y elevarse hacia el mundo de las Ideas. La muerte física, según
Platón, es la liberación final del alma de la prisión corporal, permitiéndole
alcanzar su verdadero estado de conocimiento
y existencia pura.
En resumen, la teoría platónica de que el cuerpo es una prisión para el alma
refleja su creencia en la dualidad entre el mundo material y el mundo de las
Ideas o un mundo Suprasensible, así como la idea de que el cuerpo es una
limitación para el desarrollo y la realización espiritual del alma. Esta
concepción influyó en la filosofía posterior y en la reflexión sobre la relación
entre la mente y el cuerpo.
4. Critica nietzscheana a la teoría platónica:
Nietzsche veía la filosofía platónica y su distinción entre alma y cuerpo
como parte de una perspectiva que denigraba el cuerpo y la vida terrenal
en favor de un mundo trascendental e idealizado. Desde su perspectiva,
la idea de que el cuerpo es una prisión para el alma se asemeja a una
forma de negación de la vida, de los instintos del cuerpo y de las
facultades del mismo. Recordemos que los fundamentos de la filosofía
Nietzscheana sustentan de manera insistente al hombre como un animal
más, atravesado por instintos y pulsiones.
Para Nietzsche el fin superior no es la renuncia de los placeres ni el
ascetismo, sino la reafirmación de la vida, de los instintos del cuerpo, y
de las facultades del mismo, aclarando con esto que para Nietzsche la
razón era un facultad del cuerpo humano, entre muchas otras que este
posee.
5. Crítica al Cristianismo:
Su crítica al cristianismo era similar en muchos aspectos. Nietzsche veía en el
cristianismo una actitud hacia la vida que reprimía los instintos naturales, al cristianismo
le criticaba los valores morales tales como el arrepentimiento, la culpa, la narrativa del
pecado, la privación de los placeres y negación de los instintos. Consideraba que el
enfoque en la moralidad ascética y en el "más allá" negaba la vida en el aquí y ahora,
impidiendo el florecimiento completo del potencial humano y la expresión natural de la
voluntad de poder.
6. LO APOLÍNEO Y LO DIONISÍACO A PARTIR DE
FRIEDRICH NIETZSCHE
7. El Nacimiento de la Tragedia es una obra fundamental de Friedrich
Nietzsche, publicada por primera vez en 1872. En este libro, Nietzsche
explora el origen y la naturaleza de la tragedia griega, así como las
fuerzas artísticas y culturales que la hicieron posible. Una de las ideas
centrales de esta obra es la distinción entre lo Apolíneo y lo
Dionisiaco, dos conceptos que Nietzsche utiliza para analizar la
dualidad fundamental de la existencia humana, la historia de la
cultura y la creación artística.
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12. Según Nietzsche, lo Apolíneo y lo Dionisiaco son dos impulsos fundamentales que
coexisten en la naturaleza humana y que también se manifiestan en la creación artística.
Lo Apolíneo se refiere a la razón, la armonía, la belleza, el orden y la individualidad.
Representa la tendencia humana a buscar la estabilidad, la claridad y la forma en el
mundo. Lo Dionisiaco, por otro lado, se refiere a lo irracional, lo instintivo, lo caótico y lo
colectivo. Representa la tendencia humana a dejarse llevar por los impulsos primarios, a
experimentar la embriaguez y la pérdida de sí mismo.
13. Para Nietzsche, la tragedia griega es la perfecta síntesis de lo Apolíneo y lo
Dionisiaco. Argumenta que la tragedia surge de la fusión de estos dos impulsos,
creando una forma de arte que trasciende los límites de la razón y la individualidad.
La tragedia griega, en su forma más pura, es una expresión de la vida misma, con
todas sus contradicciones y tensiones. A través de la representación de los conflictos
y las pasiones humanas, la tragedia permite a los espectadores experimentar una
catarsis emocional y espiritual, liberándolos de las restricciones de la razón y
conectándolos con lo divino.
14. Nietzsche argumenta que la tragedia griega se debilitó y finalmente
desapareció debido a la influencia del pensamiento socrático y la moralidad
cristiana. Estas influencias introdujeron la noción de que el mundo es
esencialmente racional y que la vida debe ser guiada por principios morales
universales. Esto llevó a la negación de los instintos y la represión de lo
Dionisiaco, lo que resultó en una pérdida de vitalidad y autenticidad en el arte
y la cultura. Nietzsche critica esta negación de lo irracional y aboga por un
retorno a la síntesis de lo Apolíneo y lo Dionisiaco como una forma de
revitalizar la cultura y la creatividad humana.
15. En síntesis, El Nacimiento de la Tragedia es una obra que explora la dualidad fundamental de lo
Apolíneo y lo Dionisiaco y su importancia en la creación artística y la vida humana. Nietzsche
argumenta que la tragedia griega, como la máxima expresión de esta síntesis, permite a los seres
humanos experimentar una conexión profunda con lo divino y una liberación de las restricciones de la
razón y la moralidad. Critica la influencia de la razón y la moralidad cristiana en la cultura occidental,
que ha llevado a la represión de lo Dionisiaco y la pérdida de vitalidad en el arte y la vida. Nietzsche
aboga por un retorno a la síntesis de lo Apolíneo y lo Dionisiaco como una forma de revitalizar la
cultura y permitir el florecimiento de la creatividad humana.