2. INTRODUCCIÓN:
Durante este siglo, en España se vivió un
proceso de construcción de un régimen
político liberal. Los primeros intentos se
produjeron como reacción a la invasión
napoleónica (1808-1814), pero fue al morir
Fernando VII cuando culminó en España la
instauración del liberalismo.
7. La situación bélica impidió aplicar todo lo
legislado en Cádiz, y los antiguos privilegiados
ansiaban la vuelta a la situación anterior
frente a la ideología de los liberales que
impulsaban las Cortes y la Constitución.
9. 2.1. RESTAURACIÓN DEL
ABSOLUTISMO.
FERNANDO VII “EL DESEADO” REGRESÓ A
ESPAÑA EN 1814, EN ESE MOMENTO:
Los ABSOLUTISTAS
presionaron para que
Los LIBERALES querían que
restaurase el
jurase la Constitución de
absolutismo y derogase
1812.
la legislación liberal
redactada en Cádiz.
16. Para sanear el Estado era imprescindible hacer
una reforma fiscal que obligase a los
privilegiados a contribuir con el pago de
impuestos. El problema era que ellos eran los
principales defensores del Absolutismo y el
rey, no podía atacar los intereses de los
privilegiados sin atacarlos suyos propios.
18. 3.1. LA GUERRA CARLISTA
• A la muerte de Fernando VII, Isabel sólo tenía
tres años.
• Los sectores más absolutistas apoyaban los
derechos al trono de Carlos, y Mª Cristina
buscó el apoyo de los liberales. Así se inició un
conflicto dinástico que enfrentó a absolutistas
y liberales.
20. • La guerra se prolongó durante siete años
(1833-1840).
• Los focos más importantes de la insurrección
fueron: País Vasco, Navarra, Cataluña, Aragón
y Valencia, pero no consiguieron ocupar
ninguna ciudad importante y el ejército liberal
(isabelino) impuso su dominio.
• El Convenio de Vergara puso fin a la guerra,
pero el carlismo se mantuvo a lo largo de casi
todo el siglo XIX.
28. 4.1. LA DÉCADA MODERADA
(1843 – 1854)
EL LIBERALISMO MODERADO
• El Partido Liberal Moderado gobernó, salvo
breves excepciones, durante el reinado de
Isabel II.
• El gobierno tenía carácter conservador y
centralista.
• Impusieron: sufragio censitario, una gran
intervención de la corona en la política y
limitaron las libertades.
29. • Además, el ejército tuvo mucha influencia ya
que todos los grupos recurrían a él para
hacerse con el poder (pronunciamientos).
• La administración del Estado se configuró de
forma centralista y autoritaria.
• Apoyos: grupos poderosos como la
aristocracia, la Iglesia y la burguesía
conservadora. Estos aceptaban la ideología
liberal para frenar el carlismo, pero querían
mantener su predominio social y alejar del
poder a los sectores progresistas y populares.
30. LA ACCIÓN DEL GOBIERNO
• El general Narváez impulsó la Constitución de 1845,
que establecía un sufragio restringido y soberanía
compartida entre las Cortes y el rey. También se
firmó un concordato con la Santa Sede (1851), que
configuraba un Estado confesional.
• La administración estatal se organizó desde una
óptica centralizadora, para lo que se fortalecieron los
gobiernos civiles y militares de cada provincia (sólo
País Vasco y Navarra conservaron sus derechos
forales por miedo a los carlistas).
31. • Otras reformas fueron la de la Hacienda
(centralizó os impuestos en manos del
Estado), la elaboración de un código penal
que unificó las leyes anteriores (1851), la
disolución de la Milicia nacional, la creación
de la Guardia Civil para mantener la ley en el
medio rural (1844).
32. 4.2. DEL BIENIO PROGRESISTA
(1854 – 1856) A LA CRISIS DEL SISTEMA
ISABELINO.
• En 1854 triunfó un pronunciamiento militar
(Vicálvaro) apoyado por progresistas y
moderados descontentos que habían fundado
la Unión Liberal, dirigida por el general
O’Donell.
35. Durante el Sexenio Democrático se intentó
superar el liberalismo conservador de la etapa
anterior construyendo un régimen
democrático en España. Para conseguirlo,
debían introducirse los principios
democráticos: sufragio universal masculino,
amplios derechos políticos y reformas sociales
para avanzar en igualdad (reforma fiscal,
enseñanza pública…)
38. 5.2. LA MONARQUÍA
DEMOCRÁTICA (1870-1873).
La nueva Constitución establecía la monarquía
como forma de gobierno, de forma que tras el
exilio de Isabel II, hubo que buscar un rey
entre las dinastías europeas. Eligieron a
Amadeo de Saboya (italiano), que llegó a
España a finales de 1870.