Este poema enumera diferentes tipos de verduras y hortalizas, describiendo sus características y propiedades de forma humorística en versos cortos. Se mencionan tomates, sandías, lechugas, cebollas, zanahorias, calabacines, berenjenas, ajos, calabazas, alcachofas, cebollinos, lentejas y pimientos, resaltando su sabor, forma, color y beneficios para la salud. El poema termina con una zanahoria que se presenta y anima a los
2. Tomate,
con tu belleza
me embelesas.
Con tu forma redonda
te puedo saborear.
Mi alma, late,
al verte,
tomate.
3. Tomate,
a ti te sembraría
por la noche y por el día;
agua te echaría
y después te recogería.
Lo mismo a ti que a la sandía.
Y ya seríais mías.
Luego te vendería
y dinero conseguiría,
porque la vida es dura,
pero más dura
es la verdura.
13. En el huerto
hay tomates, calabazas y pepinos.
Pero lo mejor, el cebollino,
bueno para el intestino.
14. El hierro me acompaña
y no me deja
si en el almuerzo
tengo lentejas
15. La zanahoria rapera
¡Muy buenas!
Hago mi reverencia y me presento.
Soy una zanahoria salida de un experimento.
Me siguen todos al convento
y no les miento.
Déjenme tomarme el atrevimiento
que vengo del huerto.
¡Ojo, que me siguen los pimientos!
¡Atentos!
¡Atentos!
Tomen asiento.
Un pepinillo anda suelto.
Hoy estoy con el tomate haciendo
el plan perfecto.
Esta misión tiene tiro con efecto.