1. ROL DE LA FAMILIA EN LA
EDUCACIÓN PARVULARIA
La Educación de Párvulos, desde siempre ha trabajado con los padres de
familia. Sin embargo, hoy se hace necesario reflexionar respecto a los
objetivos que el educador plantea para este estamento.
En general, los objetivos que se plantean, pretenden la incorporación de
los padres a la Educación de párvulos, organizando su quehacer en este
sentido. Cobran, entonces, gran importancia para el educador actividades
que tiendan a: dar a conocer la educación de párvulos, entregando
contenidos que "deben manejar los padres para educar a sus hijos", solicitar
colaboración en materiales, dinero y trabajo; es decir, el quehacer se
estructura en forma vertical y el educador es el poseedor de la verdad en
lo que a educación de niños se refiere. En síntesis, el educador entrega
conocimientos y algunos padres lo reciben, pide colaboración, y algunos
colaboran.
¿Qué orientación dar al proceso? Los objetivos deben plantearse
como un apoyo al enriquecimiento de la relación padre-hijo. Esta orientación
ubica al Educador como animador de un proceso destinado a ayudar a cada
padre a ir encontrando la solución de sus problemas de acuerdo a sus
posibilidades.
2. ¿Qué significa apoyar el enriquecimiento de las relaciones
padre- hijo? Significa ayudar al padre a conocer, comprender, y aceptar
a su hijo, con sus posibilidades y limitaciones; a que lo respete como persona
y lo apoye en sus necesidades e intereses; y a darse cuenta de que su hijo
tiene un camino propio que construir y recorrer en la vida.
¿Cómo apoyar esta relación? El elemento vital que nutre todo el
proceso es el compromiso educativo basado en el amor y el respeto que el
educador debe establecer con cada niño. Esto implica el jugarse por el
crecimiento espiritual y humano del niño, el estar convencido de que cada
uno tiene un rol importantísimo y único que desempeñar en la vida y que, por
lo tanto, es necesario seleccionar cuidadosamente estrategias que lo ayuden
a lograr su pleno desarrollo. El educador posibilitará un diálogo con el padre,
en el que se compartirán experiencias del hogar y del jardín infantil, se
aclararán dudas, se entregarán y recibirán sugerencias, se realizarán planes
de acción conjunta. Estas acciones, junto a otras que se programen según
las necesidades detectadas, permitirán a los padres vivir el crecimiento
personal generado por una educación que atiende a la persona.
La educación de los padres en este contexto es compleja y requiere
como elemento fundamental un educador comprometido y preparado. Sin
embargo, la única manera de involucrar a la mayoría de los padres, sino a
todos en la educación de sus hijos, posibilitando la formación de una
estrecha y permanente interacción educativa entre padres e hijos, que
constituya una fuente de alegría y felicidad para ambos.