1. De la uva al vino
La vid se cultiva con dos sistemas característicos: la espaldera y el parral. En el primero las ramas o
sarmientos se atan a los alambres horizontales lo cual permite una mejor insolación y maduración de los
frutos.
En el parral se ubican los postes con cepas o troncos a más de dos metros de distancia y se construye
una red de alambres que sostiene las ramas a una altura algo mayor a la de una persona; así, los racimos
que cuelgan del parral son más fáciles de cosechar. Durante el año se realizan variadas tareas para que
la planta crezca mejor, entre las que se destaca la poda o corte y tratamientos para combatir
enfermedades o plagas. Las tareas en el surco culminan con la vendimia o cosecha, realizada en su
mayoría por peones golondrinas que vienen temporalmente de otras provincias argentinas o bien de
países vecinos.
En los oasis cuyanos hay distintos tipos de productores. La mayoría tienen explotaciones pequeñas, de
menos de 5 hectáreas, en las que predomina el trabajo familiar, otros tienen fincas de 5 a 15 hectáreas,
por lo general cuentan con más capital, pueden incorporar mejoras tecnológicas y contratar la cosecha a
peones golondrinas.
También has productores que tienen explotaciones grandes y que llegan a mecanizar parte de las tareas.
Algunos propietarios entregan la finca a contratistas, que realizan las tareas generales, cobran una suma
fija anual de dinero y al terminar la vendimia, un porcentaje sobre la cosecha.
Una vez que se realizó la recolección, los carros y camiones llevan la uva al bodega donde se
transformará en vino, La uva se vuelca en los lagares en cuyo fondo un enorme tornillo giratorio conduce
los racimos a las moledoras. Estas los trituran y separan el escobajo (parte leñosa), el mosto (jugo de
uva sin fermentar) y el orujo (piel u hollejo de la uva). Al mosto y al orujo se los hace fermentar en cubas
para obtener vinos finos y vinos comunes. Luego el mosto es filtrado para obtener vinos de prensa.
Después se traslada a toneles, donde se produce la fermentación lenta, que dura 15 o 20 días y se lo
estaciones, deja en reposo para su maduración o añejamiento.
Los grandes productores se ocupan de todo el proceso que abarca desde la uva en la planta al vino de
mesa de cada hogar donde se consume. Son al mismo tiempo viñateros(productores
agrícolas), bodegueros (realizan el proceso industrial) y fraccionadotes(envasan el producto en botellas
y damajuanas y se ocupan de venderlo).
El fraccionamiento se puede realizar en el lugar de origen o producción (por ejemplo la región de Cuyo) o
en las grandes ciudades del país (Buenos Aires, Córdoba y Rosario), que son los principales centros de
consumo. En el último caso el vino se traslada en camiones cisternas o vagones tanque. En los últimos
años se aumentó el fraccionamiento en origen, Si la industrialización se realiza en la zona de producción
de la uva, se crean nuevos puestos de trabajo y se generan empleos y beneficios económicos en la
región.
2. De la naturaleza al súper
El circuito productivo es el ciclo completo que se da desde que tomamos los recursos naturales hasta que se
vende el producto elaborado. Las fases del circuito son: Actividad Primaria (tomar el recurso natural),
Secundaria (elaborarlo y transportarlo) y Terciaria (comerciarlo). Pueden cumplirse todas o algunas. La escala o
tamaño de la producción será nacional o internacional.