1. QUÉ ES “UNIVERSITARIOS EN LUCHA”, SU VISIÓN, SUS PROPÓSITOS Y
SU DERECHO A EXISTIR.
“Universitarios en Lucha” (UenL) es una expresión universitaria en construcción que congrega a un
conjunto amplio de profesores y trabajadores administrativos, activos y jubilados, a nivel estatal, que
tienen no sólo una visión crítica sobre lo que se ha venido haciendo en la UAS, sino toda una trayectoria
de lucha que se ha venido manifestando, en general, en todos los momentos clave del quehacer
estudiantil, político, laboral, sindical y académico, en nuestra Alma Máter; pero también en la defensa
firme, en cada una de las escuelas, de los derechos laborales y contractuales de nuestros compañeros
docentes y administrativos, así como del derecho de los estudiantes a estudiar, organizarse y actuar.
“UenL” ha definido una forma de actuar y decidir colectiva y democráticamente todos y cada uno de los
asuntos que involucra su acción. En este sentido, considera inviables los esquemas que se han venido
implementado en los últimos 20 años, tanto en la vida universitaria, en general, como en el ámbito
sindical, en particular, en los que ha imperado el caudillismo o mesianismo, que ha llevado a confiarle
todo el poder de decisión a un solo personaje, en torno al cual orbitan todos los demás e, incluso, todo el
sistema en su conjunto.
“UenL” considera que haber incurrido en la forma mesiánica de hacer política y haberla practicado de
manera reiterada por las fuerzas políticas universitarias ha sido uno de los principales errores en que se
incurrió en los movimientos del pasado, pues esto convirtió en tierra fértil a nuestro ámbito universitario
para que pudieran revertirse drásticamente los logros democráticos, de igualdad y de justicia social que
proclamaba la propia universidad como institución y hasta sus autoridades. A tal grado se han trastocado
las cosas en el presente, que las actuales autoridades universitarias llaman democracia a la
antidemocracia, legalidad a la ilegalidad, justicia a la injusticia y participación a la pasividad.
“UenL” sostiene que, hoy por hoy, la conducción institucional se puede resumir en la aplicación fiel de
los postulados del neoliberalismo, que entraña la promoción del mercantilismo, individualismo, el
escepticismo, la simulación y el fraude, que se traduce en una política de ingreso que cierra las puertas a
los jóvenes aspirantes a estudiar, que encarece progresivamente las cuotas de inscripción y colegiatura
(dándole espacio al jugoso negocio del CENEVAL), que cobra cualquier concepto con tal de obtener
más ingresos de los bolsillos de los estudiantes y padres de familia; que refuerza los mecanismos de
control sobre el estudiantado incentivando la representación burocrática de los mismos a través de
Consejeros Técnicos y Universitarios (a los que inculcan una idea de ejercicio de poder desligado de sus
representados), que trata de mantener al grueso de los estudiantes en la mayor condición de pasividad
posible (con ese fin se le suprimió el derecho a elegir autoridades) y busca alejarlo lo más posible de
propósitos organizativos independientes. Y, por otra parte, las autoridades universitarias se ufanan de
una calidad académica, que no es otra cosa que la acreditación o la certificación obtenidas a través de la
compra de bonos de credibilidad que en realidad sólo obedecen a afanes mercantiles y no pasan de ser
cambios de fachada. La problemática académica de fondo, permanece intocada.
Pero, para “UenL”, a pesar de lo nefasto de lo dicho anteriormente, no es todo, ni lo peor. Algo que es
peor (aunque va junto con pegado) es que la universidad se concibe por las autoridades en turno, como
un proyecto o plataforma política que les sirve (o está sirviendo) para hacer carrera política hacia la
consecución de espacios de poder político extrauniversitarios. Esto explica que el rector actual Víctor
Antonio Corrales Bargueño acepte “voluntariamente” ser un subordinado del exrector Héctor Melesio
Cuén Ojeda (artífice del “nuevo proyecto” de universidad: visión 2013); pero también que éste último
modificara la Ley Orgánica de la UAS, en un sentido que le ha permitido tener el control absoluto del
2. “H”. Consejo Universitario y con él, al rector y funcionarios, a los Consejeros Técnicos, a los directores
y cuerpos directivos.
Para “UenL”, dentro de lo peor se comprende también lo relacionado con el sindicalismo universitario.
Para que el proyecto cuenista pudiera resultar, requería tener en sus manos al sindicato de la UAS. Era
cuestión de vida o muerte del “proyecto cuenista” y había qué obtenerlo a cualquier precio. No hubo
más límite que la corrupción. A costa de lo que se requirió por esta vía, se logró el objetivo, convirtiendo
al SUNTUAS, tanto de la Sección Académicos, como Administrativos, en instrumentos inocuos para el
patrón universitario. Las dirigencias se plegaron indigna y vergonzosamente a las autoridades
universitarias y así continúan impúdicamente. Hoy los sindicalizados viven una situación inédita de
agresiones laborales por parte de las autoridades universitarias y la dirigencia espuria que encabeza
Javier Nicolás Félix Rivas se ha vuelto cómplice de la patronal, en la violentación de los derechos
laborales de los trabajadores, cuya expresión mayúscula ha sido la modificación de la cláusula de
pensiones y jubilaciones del CCT, aunque no menor es la anulación de los derechos de admisión,
adscripción y promoción, que cínicamente han trocado en “favores políticos”.
“UenL”, también dentro de lo peor, ve como uno de los principales atentados contra la democracia, la
abusiva anulación del proceso de elección sindical que dio el triunfo a Marco Antonio Medrano
Palazuelos. Hacemos nuestra su ejemplar lucha y resistencia ante la agresión del cuenismo, la patronal y
los dirigentes espurios del Suntuas.
Por las razones anteriores, “UenL” tiene como uno de sus más caros propósitos, hacer de esta expresión
universitaria una organización amplia y permanente de los universitarios, que dotada de un programa de
lucha de largo aliento, vaya al rescate de la UAS, del Suntuas Académicos (y por tanto del Suntuas), del
CCT y de los derechos de los sindicalizados que han venido siendo conculcados desde la administración
universitaria anterior, entre los que destaca el derecho de pensiones y jubilaciones.
Por esas mismas y nobles razones “UenL” considera que tiene derecho a existir y a actuar en el
escenario universitario. No obstante, “UenL” eligió un nombre que no entrañe ninguna dificultad para
modificarlo en la medida en que el movimiento universitario opositor vaya creciendo y se requiera una
nueva denominación.
Por último, “UenL”, de cara al proceso de cambio de Comité Ejecutivo en noviembre próximo, expresa
su firme convicción de avanzar hacia la unidad del bando opositor, lo cual concebimos a través de un
mecanismo democrático. Queremos ser consecuentes con los propósitos transformadores que nos
mueven y, también, tener una garantía mínima de que quien encabece una fórmula unitaria hacia el
proceso sindical, represente fiel y realmente las posibilidades de democratizar a la UAS y a nuestro
sindicato.
Fraternalmente
Culiacán Rosales, Sin., a 22 de agosto de 2011.
DR. FELIPE DE JESÚS MARTÍNEZ ESCALERA