1. EDITORIAL: “LA COMUNICACIÓN ES LIBRE Y DE TODOS”
Por: Jonathan Bonifaz, Solange Herrera, Joanna Parra, Ana Muela, Marcia Lusina, Antony
Vaca, Liset León, Eduardo Upaya, Dayana López, Nina Asadobay.
“La comunicación es libre y de todos”, estas eran las consignas que se escuchaban en la
asamblea el día de la votación, para la aprobación de la Ley Orgánica de Comunicación.
Después de casi dos horas, como boca de volcán la voz del pueblo retumbo en la asamblea
con gritos de victoria que marcaban el inicio de una nueva era en la comunicación.
Esta ley es una deuda de la democracia para con los ciudadanos, la libertad de expresión y
la diversidaddel conocimiento se la reconoce como un bien social, un derecho de quienes
luchamos por la libertad, este derecho que se nos fue arrebatado hace 40 años durante la
dictadura militar..
La redistribución de frecuencias brinda y llena esperanzas a los pueblos olvidados, dejando
atrás el reparto y apropiación de medios en las manos de los poderosos, de quienes ven a la
necesidad del pueblo por informarse, como una fuente de lucro económico personal. Hemos
visto que la manipulación de la información y el uso de determinadas técnicas para la
formación de opinión producen afecciones emocionales, de personalidad, incluidos cuadros
de estrés, depresivos, violentos y adictivos, tal como se ha demostrado en trabajos
científicos y debates. Por eso la regulación de contenidos es un logro sin precedentes en
américa latina, el linchamiento mediático protegerá al lector y la censura previa respaldará
al periodista. Muchos mensajes de medios televisivos, radiales y gráficos, en manos
monopólicas son destinados al consumismo
a la desesperanza, no brindan el apoyo
necesario para la educación, información y entretenimiento sano.
La nueva ley, distribuye la comunicación entre los diversos sectores de la comunidad:
públicos, empresariales privados e institucionales comunitarios [sindicatos, asociaciones de
profesionales, barriales, del arte y la cultura, universidades, cooperativas, etc.] desalentando
todo tipo de ejercicio monopólico.
2. Con esta ley lograremos también una presencia en la formación de conciencia local,
regional y latinoamericana así como de la cultura, el arte y la ciencia universal. Estos
componentes son imprescindibles para una sana formación de la identidad nacional.