MAYO 1 PROYECTO día de la madre el amor más grande
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1. Viernes 30 de Septiembre 2022 Numero 01
EL UNIVERSAL
EL PERIÓDICO DIGITAL
Noticias de última
hora
Las últimas noticias locales
-------------- GEMA SANCHEZ
Como venimos diciendo a lo largo del
artículo, en la sociedad existen valores
aceptados o bien vistos. Sin embargo,
existen igualmente otro tipo de valores
“subterráneos”. ¿Por qué se llaman así?
Bien, la idea es sencilla: son aquellos
valores que mucha gente sigue, pero
que no se exteriorizan de igual manera
por entrar en conflicto con aquellos
mayoritariamente aceptados.
Esta idea fue creada originariamente
por Skyes y Matza, plasmada en su
teoría de la neutralización.
Normalmente son los propios
delincuentes los que emplean dichas
técnicas para paliar las consecuencias
de sus actos. No obstante, hay
personas que también emplean algunas
de estas técnicas para dar su opinión
sobre los hechos acontecidos,
legitimando o justificando de esta
forma al victimario (aquel que ha
cometido el hecho delictivo).
La moralidad de la sociedad se basa
en el buen hacer de las personas:
pautas, reglas y patrones de conducta
que se deben seguir. Si no se
consideran adecuados a lo socialmente
establecido, se atribuyen como causa
de la violencia generada. En definitiva,
en ocasiones estos actos violentos son
vistos como una consecuencia
inevitable.
Dobe Morla Social
Primero periodico de investigacion periodistica Moralidad y Construccion Social
La Moral Social
Las últimas noticias locales
-------------- GEMA SANCHEZ CUEVA Esta teoría es un muy buen indicador
del grado de moralidad social respecto
de la violencia. Parte de la idea
genérica de que las personas queremos
vivir en un mundo justo. Es decir,
tenemos la necesidad de creer que
todo sucede por algo para nuestra
tranquilidad psicológica.
Si atribuimos que los diversos delitos
son un producto del azar, de la mala
suerte, significa asumir que nosotros
también podríamos ser víctimas de los
mismos. Una ida inquietante que nos
genera malestar. Por el contrario, si
esa atribución se realiza hacia los
demás (Ej. Le han robado porque
transitaba por una zona peligrosa), nos
hace pensar que tendremos menos
posibilidades de sufrir un hecho
violento (Ej. Nosotros, si no pasamos
por zonas peligrosas, no nos pasará).
La víctima es mala (torpe o poco
cuidadosa): devaluación y
reconstrucción negativa de la propia
persona. Realizamos inferencias hacia
aspectos y características de la propia
persona, como por ejemplo, su
personalidad. Es decir, como la víctima
de determinada manera, entonces es
normal que haya sufrido ese delito.
La moralidad social es el grado en que las
personas se conforman con los preceptos de
la moral establecida socialmente. La moral es
el conjunto de normas y valores que deben
seguir las personas. Es decir, en nuestra vida
cotidiana vamos a ajustarnos a diversas
reglas que consideramos adecuadas para
convivir con los demás.
En cuanto a la moralidad social respecto de
la violencia, serían esas normas que la
sociedad entiende que se deben respetar
para evitar dicha violencia. Si nos paramos a
observar hacia qué elementos o agentes
dirigen la culpabilización de que se generen
esos actos violentos, obtendremos una visión
más o menos acertada sobre dichas
consideraciones morales.
Esta percepción se basa en una distorsión
cognitiva. Supone una re-elaboración
simbólica de las cogniciones sociales. Las
premisas de las que se parte son:
La víctima se comporta mal: se atribuye la
culpabilidad a la víctima por
comportamientos puntuales. Por ejemplo, si
roban la cartera a alguien en Madrid, no
sería raro escuchar: “es Madrid, hay que ir
más atento…”
2. Viernes, 30 de septiembre de 2022
Noticias de última
hora
Las últimas noticias
locales
-------------- EDITORIAL ETC
¿Qué es la moral?
La moral es un conjunto de normas,
costumbres y valoraciones que
forman parte de la tradición histórica
y cultural de una sociedad. Sirve
para distinguir el bien y el mal, es
decir, las buenas acciones de las
malas acciones. A menudo se maneja
como sinónimo de la ética, aunque
dependiendo del punto de vista no
sean exactamente lo mismo.
Valor moral y social del trabajo.
La exclusiva del año
Las últimas noticias locales
-------------- GEMA SANCHEZ CUEVA
Negación del delito: “ha sido poco dinero,
no se considera robar”; “no hay nadie por
la carretera a estas horas, no pasa nada
por ir más deprisa”.
Negación de la existencia de las víctimas:
“no hago daño a nadie”.
Condenación de quienes condenan: “los
políticos roban mucho más que los
ciudadanos”.
Apelación a algo superior: “lo hice por…”.
Necesidad de la conducta: “no tenía más
remedio”.
Defensa de un valor: “no era una persona
de fiar”.
Negación de la justicia: “siempre va haber
alguien que salga perjudicado”.
Todo el mundo lo hace.
Tenía derecho a hacerlo: “iba provocando”;
“la maté porque era mía”.
Todo lo que hemos explicado tiene su
reflejo en numerosos ejemplos reales en los
que se culpabiliza y atribuye la
responsabilidad a la persona que ha sufrido
el delito. Así, encontramos planes de
prevención de agresiones sexuales en las
que se establecen diferentes pautas que
deben seguir las potenciales víctimas. Con
ellas, se condiciona el estilo de vida de la
persona y de forma indirecta se dice que
es su forma de vida o sus elecciones las
que provocan tales agresiones.
Igualmente, podemos escuchar comentarios
de personas de diferentes profesiones que
atribuyen la realización de actos violentos y
antisociales, por ejemplo, a la forma de
vestir o actuar de la víctima. La sociedad
considera, al menos desde un punto de
vista moral, como delito el propio
comportamiento de la persona que ha
sufrido el daño. Si la forma de actuar de la
víctima es vista como equivocada, se
normalizará la conducta del perpetrador (se
verá como una consecuencia lógica, cuando
moralmente no lo es).
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Un ejemplo muy sencillo: en centros
comerciales y estacionamientos diversos se
ha reservado un lugar para que puedan
estacionarse vehículos en los que, ya sea el
chofer o uno de sus viajantes, tenga un
impedimento físico (desde parálisis hasta
avanzada vejez). Para que se respeten, la
Dirección de Tránsito concede a esos
carros una placa especial. Es una buena
disposición de las autoridades en favor de
una minoría con problemas específicos. Sin
embargo cualquiera puede observar coches
que ocupan esos espacios de los que
descienden jóvenes fuertes. ¿Cómo justifican
su actuación?, con la placa.
Actitudes como la mencionada revelan que
somos un pueblo con una gran posibilidad
de corromper y corrompernos. En otras
cuestiones mucho más importantes se hará
lo mismo. Imagínese, si gente fuerte no
quiere caminar dentro de un
estacionamiento pequeño, ¿qué pasará
cuando le encomienden planes y proyectos
en los que maneje recursos económicos?
Ahora sí que vale preguntarse si el espacio
era para la placa o para las personas. Y no
queda otro comentario que el siguiente: los
que utilizan así ese privilegio son corruptos:
han transformado algo bueno en su
contrario.
-------------- CARLOS MANUEL
VALDES
El comportamiento de una sociedad
muestra de manera muy clara de qué está
hecha. Quiero decir que las prácticas de la
gente, tanto las externas como las
familiares y las íntimas, son el equivalente
de la verdadera moral de las personas que
conforman una sociedad.
Número 10
3. Viernes,07 de Octubre de 2022
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-------------- CARLOS MANCUEL VALDES
SOMOS UNA NACIÓN DE CONVICCIONES PERO
CON CIERTA FACILIDAD HACIA EL ACOMODAMIENTO
PRÁCTICO. UNA FRASE: “DE QUE SE LO CHINGUE
OTRO A QUE ME LO CHINGUE YO, MEJOR YO”.
¿QUÉ NOS FALTA?, ¿PODREMOS CAMBIAR?, SÍ, Y
RÁPIDAMENTE. ¿CÓMO? CUMPLIENDO LAS LEYES,
ACABANDO CON LA IMPUNIDAD, CASTIGANDO A
LOS INFRACTORES… INCLUYENDO A LOS QUE
INVADEN LOS LUGARES PARA IMPEDIDOS.
Es muy fácil hacer declaraciones y difícil
coincidir con ellas. Somos un País
democrático, con instituciones, con una
historia espléndida, con varias culturas
milenarias; somos un País con una enorme
capacidad de despreciar la justicia y de
atropellar a los demás (si tenemos la
oportunidad y sin correr riesgos). ¿Las
frases anteriores son contradictorias?, las
frases sí, pero los mexicanos hemos
demostrado que eso, como dicen hoy los
estudiantes, “nos vale”.
En un viejo libro mío, de 1992, me había
atareado con el concepto de moral social
proponiendo la conducta de los
saltillenses de la era colonial como
práctica y complaciente. Eso es normal, no
hay que exagerar, pero lo realmente
novedoso era que varios de sus alcaldes
infringían la ley y de la manera más
simpática: recibían una orden del rey o
del virrey, evidentemente por escrito,
entonces tomaban el decreto, lo
colocaban sobre su cabeza y declaraban
en voz alta: “lo acato más no lo
obedezco”. Claro, su majestad no se
enteraría jamás, estando a 14 mil
kilómetros del jefe de comuna de un
pueblecito de mil 500 habitantes que se
burlaba de su autoridad (y lo hacía “con
todo respeto”).
Somos una nación de convicciones pero
con cierta facilidad hacia el
acomodamiento práctico. Una frase: “de
que se lo chingue otro a que me lo
chingue yo, mejor yo”.
La moral social es la conciencia de lo
que es bueno y de lo que es malo, lo
que puede hacerse y lo que no.
Pero no necesariamente se refleja en
declaraciones sino en conductas.
Digámoslo de otro modo: el 95 % de
los mexicanos se declara cristiano; el
cristianismo tiene una propuesta ética
sumamente clara que no se presta a
dudas (dudas las habrá sobre el dogma,
demostraciones del orden de lo sagrado,
etcétera, pero no sobre la moralidad).
Ahora bien, un pueblo cristiano que se
permite tantas corruptelas muestra
enorme fragilidad e incoherencia. Bueno,
con eso contamos. Si le robas el
espacio a un tullido ¿qué no harás si te
damos poder político? Si llevaste a tu
suegra en silla de ruedas cuando
sacaste tus placas para justificar la de
“impedido”, ¿qué no harías como
tesorero de un club, como gobernante,
como burócrata…?
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Noticias de última hora
Las últimas noticias locales
-------------- CARLOS VALDES
Los vídeos son una forma eficaz de
expresar su punto de vista. Al hacer clic en
Vídeo en línea, puede pegar el código para
insertar el vídeo que desee. También puede
escribir unaRecuerdo que muchos se
opusieron. Lo hicieron hasta que empezaron
las multas.
4. 4 Número 10
Virnes, 07 de Octubre de 2022
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-------------- ETECE
En sus orígenes, la moral estaba íntimamente vinculada a la
religión y los códigos de conducta religiosos, que entonces eran
indistinguibles de la vida cívica y social, ya que no había
separación entre Estado y religión. Sin embargo, esto cambió
radicalmente a partir de la Modernidad, en la medida en que la
humanidad se vio obligada a redefinir y repensar sus conceptos y
códigos de moralidad.
Hoy la moral tiene cuotas de participación en las ciencias, el
ejercicio de las profesiones y en otras áreas del quehacer
humano. Y aunque las distintas iglesias y religiones siguen
constituyendo voces importantes en la materia, hoy en día
podemos regirnos a través de una moral laica, o sea, no
religiosa.
La existencia de la moral es un rasgo único de las sociedades
humanas, dado que el libre albedrío y la conciencia nos hacen
susceptibles de juzgar el modo en que vivimos, y de distinguir
entre las que contribuyen a la estabilidad y la armonía social de
las que no. Es decir, que permite el surgimiento y la existencia de
valores.
Sin embargo, mucho se ha debatido a lo largo de la historia
respecto a qué cosa son exactamente el bien y el mal. De ello se
ha ocupado tradicionalmente la filosofía, en especial la ética o la
filosofía moral.
La moral es un conjunto de normas, costumbres y valoraciones
que forman parte de la tradición histórica y cultural de una
sociedad. Sirve para distinguir el bien y el mal, es decir, las
buenas acciones de las malas acciones. A menudo se maneja
como sinónimo de la ética, aunque dependiendo del punto de
vista no sean exactamente lo mismo.
La moral es un concepto clave en la formación de la civilización
humana. Por un lado, una sociedad requiere siempre de un
código o un conjunto de reglas a las que ceñirse para garantizar
la paz social y la relativa armonía entre sus ciudadanos.
La moral de cada época ha determinado en gran parte el modo
en que las fuerzas sociales interactúan y le ha otorgado poder a
unos sobre otros, o incluso ha determinado a quienes se juzga
como aceptables y a quienes no, lo cual tiene claras
repercusiones sobre la vida y la muerte.
4 Número 10
5. Viernes,07 de Octubre 2022
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-------------- ETECE
Moral religiosa. Aquella que está determinada por una tradición
mística o religiosa determinada, y que se rige por los
mandamientos de su credo o doctrina. Puede ser una moral más
rígida o inflexible, especialmente en el caso de los sectores
fundamentalistas, y aunque se hereda de generación en
generación gracias a la institución eclesiástica, a su modo va
adaptándose a los nuevos tiempos.
Moral laica. Aquella que no está determinada por una tradición
mística o religiosa, incluso si muchos de sus valores coinciden
con los de una tradición cultural muy marcada por el pasado
religioso. Por ejemplo, la moral occidental es laica, está
determinada por instancias no religiosas, pero la tradición
cristiana tiene mucho que ver con sus fundamentos.
Moral fundamental. Aquella que aspira a ser universal, o sea, que
tiende a juzgar los elementos más básicos (fundamentales) de la
existencia del ser humano. Por ejemplo, los Derechos Humanos
(DDHH) están sustentados sobre este tipo de moralidad.
Moral sexual. Aquella que determina el modo en que se
comprenden ciertas prácticas u orientaciones sexuales, de
acuerdo a una consideración de lo bueno o malo sustentada a
menudo en otras ideas como lo natural, lo reproductivo o
simplemente lo placentero.
Moral social. Con este nombre diferenciamos los preceptos
morales de la sociedad, o sea, los tradicionales y heredados o
que imperan en un momento determinado a un colectivo
determinado, de los que puede tener un individuo en su fuero
interno.
Moral individual. Se llama así a la aproximación personal, singular
e individual que cada quien tiene hacia los conceptos de lo
bueno y lo malo. Parte de ella está determinada por la moral
colectiva o social, y otra parte por su propia capacidad de
evaluar la realidad subjetivamente.
Más que de moral, pueden darse ejemplos de juicios morales o
de valores morales determinados, imperantes en algún período de
la historia.
La moral victoriana. Se llama así a la estricta visión moral que
imperó en Inglaterra durante el reinado de la reina Victoria (1837-
1901), y que se caracterizó por una intensa represión sexual,
poca tolerancia ante el delito y el sostén de una fachada de
dignidad que, sin embargo, no impedía la prostitución y el trabajo
infantil.
6. Viernes, 07 de Octubre de 2022
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-------------- ETECE
La moral puritana. Los puritanos eran una facción radical del
protestantismo calvinista, que floreció durante el reinado de Isabel
I en Inglaterra. Como su nombre lo indica, defendían la necesidad
de una pureza moral absoluta, en términos bíblicos, ya que el ser
humano debía ceñirse completamente a los planes de Dios para
recibir luego la gloria futura.
El relativismo moral. En este caso, hablamos de una vertiente
filosófica que sostiene la no universalidad de la moral y de los
valores morales, como una prueba de que todo intento de
moralidad es, necesariamente, relativo, o sea, dependiente del
contexto. Por ende, ninguna visión de lo bueno o de lo malo
puede imperar sobre otras.
Lo inmoral. Es aquello que es contrario a una visión de la
moralidad específica. Aquello que rompe sus reglas, que
contradice sus visiones y desobedece sus mandatos. Por ejemplo,
en algunas tradiciones islámicas y judaicas se considera inmoral
que las mujeres muestren libremente su cabello, y por ende están
obligadas a cubrirlo con un pañuelo o una peluca.
Lo amoral. En cambio, es aquello que simplemente no se somete
a cuestionamientos morales, es decir, no responde a la pregunta
respecto del bien y del mal. Eso no significa que sea bueno ni
malo, sino que puede ser ambas cosas, dependiendo del caso y
del contexto, pues no está en su naturaleza ser o no moral. Por
ejemplo, la ciencia y la tecnología se consideran saberes
amorales: pueden usarse de forma moral y para el bien de la
humanidad, o pueden usarse para cometer atrocidades y
empobrecer el mundo.
Moral sexual. Aquella que rige la conducta sexual aceptable de la
inaceptable, en base a preceptos de alguna naturaleza, como los
religiosos.
A pesar de ser conceptos semejantes, la moral y la ética se
distinguen que la primera se sostiene en base a conceptos
abstractos del bien y el mal, tal y como los propone la tradición,
las costumbres y el consenso histórico de una sociedad.
En cambio, la ética aspira a una apreciación más universal de la
responsabilidad de un individuo para con la sociedad entera,
generalmente aplicada a una profesión o al ejercicio de un poder.
La ética es racionalmente argumentable, se desprende de
consideraciones de tipo social, legal y profesional, mientras que
la moral proviene de valores absolutos e incuestionables, aunque
cambiantes lentamente en el tiempo.