3 er encuentro nacional de padres de familia y maestros snte.
1. SER NIÑO, SER NIÑA, SER JOVEN EN EL SIGLO XXI
CONOCERLOS, COMPRENDERLOS Y ATENDERLOS
Ser niño en el siglo XXI es un oficio difícil y las nuevas generaciones tienen que adaptarse a las
exigencias que les impone la sociedad.
Hoy en día son pocas las personas que nos enfocamos en los intereses de nuestros hijos y
alumnos. Pese a que la familia como institución social a experimentado grandes y profundas
transformaciones a través de la historia, la labor de los padres es cada vez más importante,
manteniéndose vigentes la acción orientadora que los padres deben ejercer en la vida de los hijos
para su normal crecimiento y desarrollo.
La tarea educativa evidentemente comienza en el hogar. Son los padres los principales guías
orientadores en la vida de los hijos (y no la escuela, aunque algunos padres lo quisieran así), por lo
que es primordial crear en el seno de la familia un clima de relaciones que se propicio para que
los hijos crezcan y maduren sin problemas.
El hogar representa para los hijos el apoyo más importante de su vida para desarrollarse
plenamente, tanto en lo emocional como en lo social.
El hijo es una persona que necesita ser querida, respetada, elogiada y admirada; necesita que se
preocupen por él, sentirse persona y no un objeto de propiedad de sus padres. Es una persona
que desea sentirse importante para alguien, protegida y atendida con una alta dosis de amor y
comprensión, más que cosas materiales.
Sin embargo, estas necesidades son difíciles de suplir, si tomamos en cuenta que el rol de la mujer
de hoy no se limita tan sólo a las funciones de cuidar y proteger a los hijos. Las necesidades
económicas de un mundo cambiante le exigen incorporarse al mundo del trabajo, descuidando así
funciones importantes frente a sus hijos.
La profesión de padres se ha ido tornando así, a través del tiempo, en una de las profesiones cada
vez más difíciles de desempeñar.
2. QUÉ ES SER NIÑO HOY
Muchas veces escuché decir, "los chicos de ahora son diferentes".
No lo creo. En esencia siempre son iguales. Sin embargo, los que han cambiado son los adultos y
ese cambio genera situaciones nuevas y desconocidas.
Entonces, ser niño en el siglo XXI es un oficio difícil y las nuevas generaciones tienen que
adaptarse a las exigencias que les impone la sociedad.
Por un lado, el Marketing ha descubierto en los niños un target importante: el niño es un
"consumidor". Y, si bien no es la decisión de la compra, es quién ejercerá la presión en los adultos
para que esta compra se realice. De esta manera se los bombardea desde todos los medios,
tratando de crearles necesidades que en realidad no tienen. Y entre tantos productos para su
consumo, también se inventarán los juguetes para "no jugar", que serán coleccionados y
ostentados como símbolos de estatus entre ellos o entre los padres.
Por otro lado, los padres ya no tienen claro qué significa educar un hijo. Las generaciones
anteriores, equivocadas o no, con buenos o desastrosos resultados, sabían qué clase de adultos
deseaban que fuesen sus hijos y la educación se orientaba hacia esa meta.
Pero hoy no hay metas y existe tanto miedo a equivocarse, que se deja de educar.
Los niños tienen lo que se supone es "libertad", aunque sólo sea "dejar libres las pulsiones" o, en
otras palabras, pueden "hacer lo que quieran". No se le imponen límites para no "frustrarlos" y no
se les exigen responsabilidades, en un exceso de protección (o sobreprotección). Los padres
ceden ante el "quiero" y el "cómprame", justificando, "si todos lo tienen, no es bueno negárselo".
Sin embargo, por otro lado, las exigencias para que este niño de hoy llegue a ser un adulto
triunfador y exitoso, les impone nuevas y pesadas cargas para prepararse: hace cincuenta años,
concurrían a la escuela en un turno de cuatro horas y, en algunos casos menos todavía, ya que
existía el "turno intermedio".
Hoy los mandan a escuelas de jornada completa (doble turno) con materias extra-curriculares que
se dictan fuera del horario escolar y el poco tiempo que les queda en sus hogares se destina al
estudio, investigación y otras tareas escolares. Pero sus obligaciones no culminan allí porque si
queda algún rato libre, seguramente se complementará su educación con la práctica de deportes,
estudio de idiomas y cualquier actividad que, supuestamente, los preparan para el futuro y que les
impide tener acceso al ocio. Sí, porque en este moderno oficio de ser niño, ya no hay lugar para el
tiempo libre, para jugar, para disfrutar, para divertirse o, simplemente, para leer.
Y quizá sea por eso que los padres tratan de compensar esta carencia con sustitutos materiales
(en lo posible caros y ostentosos), golosinas y falta de límites.
Por otro lado se los limita y controla en muchos aspectos en los que se deberían ayudarlos a
3. crecer, a independizarse, a recorrer de la mano de los adultos, en forma gradual y progresiva, ese
camino que va de la independencia a un estado de mayor autonomía.
En otros casos, se los estimula más allá de lo que corresponde a su edad y madurez. Tal es el
caso de la sexualidad, permitiendo que tengan acceso a películas, series, publicidades, revistas,
etc., sin olvidar los supuestos espectáculos o programas televisivos donde se muestran situaciones
adultas trasladadas a la infancia, como si fuesen la realidad del niño que termina trasplantándolas
a su vida cotidiana, aunque no pueda ser capaz de entenderlas y manejarlas.
Y no olvidemos las exigencias de rivalidad y competencia a las que son sometidos, tanto en los
deportes como en los estudios; exigencias que terminan por suprimir todo placer por el juego sano.
También se anula la auténtica relación con el conocimiento, ya que los chicos se ven obligados a
estudiar para el maestro y para los padres y obtener buenas notas como se obtiene un trofeo, en
lugar de aprender para saber y para que les sirva en la vida cotidiana.
Las nenas de hace dos generaciones jugaban a "la mamá" y ese juego les permitía identificarse
con su realidad y poder asimilarla. Así ellas se ponían en el rol de su propia madre y el muñeco
eran ellas mismas.
Pero las muñecas modernas ya no son bebés o nenas, sino mujeres adultas con cuerpos adultos y
una vez escuché a una maestra de nivel inicial decir, "¿puede una nena jugar a ser la mamá de
una muñeca con tetas?". Evidentemente la respuesta es NO. Entonces, ¿a qué juega esa niña? A
proyectarse en el futuro siguiendo ese modelo.
Deberíamos reflexionar acerca del modelo a seguir, aunque Lisa Simpson ya lo hizo en un episodio
de la serie, no obstante que a muchos les haya pasado inadvertido el mensaje.
Y para concluir, otra observación interesante: los "niños pies vírgenes" que pese a tener edad
suficiente como para caminar (entre los 2 y 3 años), viajan en cómodos carritos con un chupete en
la boca.
Y sin embargo... en esencia, ¡son los mismos niños de siempre!
4. SER NIÑO, SER NIÑA, SER JOVEN EN EL SIGLO XXI
CONOCERLOS, COMPRENDERLOS Y ATENDERLOS
¿Conocemos las motivaciones, conductas y aspiraciones de nuestros hijos?
¿Comprendemos sus nuevas formas de comunicarse y relacionarse?
¿Cómo atendemos el desarrollo de sus diversas inteligencias desde la infancia temprana?
¿Cómo fortalecemos en la convivencia diaria su autoestima?
¿Qué hacemos para educar en la libertad y establecer límites?
¿Cómo entendemos y atendemos a nuestros hijos cuando enfrentan problemas
relacionados con:
Depresión y adicciones;
Discriminación, manejo de las emociones y resolución de conflictos, violencia y acoso entre pares;
manejo de la sexualidad y embarazo adolescente;
Obesidad y desordenes alimenticios;
Abuso de los medios electrónicos y tecnologías informáticas?
Estás son sólo algunas de las interrogantes que invitan a reflexionar y a crear propuestas
de acción para el 3er Encuentro Nacional de Padres de Familia y Maestros que el Sindicato
Nacional de Trabajadores de la Educación promueve, este foro se ha creado para discutir y
proponer soluciones reales a problemas educativos existentes.
El objetivo de este espacio es: Identificar los retos de la familia, la escuela y la sociedad en
el ámbito de la educación para el siglo XXI y en función de esos desafíos, definir los
compromisos de cada uno de los actores comprometidos a fin de que las niñas, niños y
jóvenes logren una educación de calidad.
En el cotidiano ejercicio de la práctica docente, en ese espacio áulico y escolar en el que los
maestros comparten la responsabilidad en la tarea de educar conviene preguntarse qué
hacen los padres, madres de familia y maestros para conocer, comprender y atender a sus hijos
y alumnos respectivamente. Hoy es un buen momento para hacerlo y en torno a estas cuestiones
generar acciones que fluyan y den respuesta oportuna a las necesidades de los jóvenes; ser
joven el siglo XXI no es tarea fácil, los cambios ocurridos en los individuos y en la
sociedad se expresan en conductas y expectativas de niñas y niños que necesitan ser escuchados
y valorados, nos corresponde a los adultos que estamos a su alrededor conformar nuevos
escenarios en donde ellos se sientan mayormente identificados y pertenecidos.
El título del presente artículo hace referencia a una de las temáticas que se presentan
como guía para participar en este 3er foro en el que se nos brinda la palabra para expresar
nuestras ideas; esta referencia también se convierte en un aliciente para acercarnos a ver a
través de los ojos de nuestros hijos y de nuestros alumnos el mundo que nos rodea y que nos
pide ya una transformación que asegure la calidad de nuestra vida en sociedad. Me sumo a las
5. sabias palabras del intelectual, poeta, contador de historias y cronista cotidiano Rubén Alves quien
escribe: “Las palabras sólo tienen sentido si nos ayudan a ver mejor el mundo, aprendamos
palabras para mejorar los ojos”…. Y así mejorar el mundo.
SER NIÑO EN EL SIGLO XXI:
Lejos de ser un fenómeno “natural”, la infancia es una construcción social que se transforma
histórica y culturalmente en las relaciones adultos-niños. Hoy se encuentra dividida entre una
imagen tradicional que enfatiza su dependencia y necesidad de protección y otra más moderna
que ofrece posibilidades y exige responsabilidades. El reto es construir una sociedad que tenga en
cuenta las capacidades de todos.
6. La Educación en el siglo XXI
Algunas veces olvidamos que lo esencial en la educación es el ser humano que tenemos al frente,
que nuestra principal misión es la de potenciar las habilidades y capacidades de ese niño o niña,
joven o adulto, para que éste alcance a desarrollar lo mejor de sí mismo.
Creo que la frase de Sócrates: “Solo es útil el conocimiento que nos hace mejores”, cobra más
veracidad en estos tiempos en que la educación debe presentarse como un fenómeno integral, en
que se tenga en cuenta al ser humano en su totalidad, la parte de la racionalidad (logos) y la parte
de la afectividad .
La reforma de la educación es una necesidad forzosa, pero primero tenemos que definir qué tipo
de ciudadano queremos construir y hacia dónde queremos ir, tomando en cuenta las necesidades
de la evolución científica, social y económica.
La evolución científica y tecnológica actual en la era de la información y de la comunicación,
implican exigencias nunca antes vistas por la cantidad de información y de nuevos conocimientos
que se generan. Esto determina la necesidad de desarrollar tres elementos indispensables en las
nuevas generaciones: la adaptación al cambio, la flexibilidad y el análisis.
Además de estos elementos propios al desarrollo científico, están los ligados al desarrollo
económico caracterizado en nuestros días por una gran movilidad laboral, haciendo necesario
desarrollar una mayor capacidad de adaptación social, una mayor integración a nuevos
ambientes y grupos de trabajo. El proceso de modernización de nuestro sistema educativo debe
tener en cuenta estas variables, sin lo cual nos estamos condenando al estancamiento.
7. Examinemos la educación existente actualmente en la mayoría de las instituciones, y
tomemos algunos de los elementos más perniciosos: (desfavorables o malos)
1. Un sistema memorístico, que ya es anacrónico. En efecto, todavía en gran parte de
nuestras escuelas se le enseña al estudiante a memorizar los eventos históricos y no a
entender porque ocurrieron; a memorizar cifras, datos o artículos de códigos en lugar de
enseñarles como realizar las investigaciones y estructurar su pensamiento
2. El respeto a una autoridad sin cuestionamiento. Cuántas veces hemos escuchado: “Lo
haces porque TE LO DIGO YO Y BASTA”, sin que exista una explicación lógica y racional
para tal disposición. Este sólo hecho va afectando la construcción de la imagen de la
propia valía, puesto que no se le proporciona al individuo la certeza de que se le considera
un ser pensante capaz de comprender
3. El castigo, la descalificación o la crítica, como método de corrección. Aún hoy día
algunos profesores dan inicio a sus clases diciéndoles a los muchachos que son unos
mediocres, que de allí sólo se graduarán menos de la mitad, cuando somos nosotros los
que debemos potenciar las capacidades del alumno
4. La homogenización, la normalización y el dirigismo por parte del docente. Algunos
profesores les exigen a los alumnos de responder exactamente lo que ellos dictaron en
clase, sin dejarle margen a su capacidad de iniciativa, o en la escuela primaria que pinten o
dibujen como los demás sin dejarle margen a su creatividad
5. Falta de objetivos claros y consensuados (Adoptar una decisión por consentimiento), por
ejemplo, se realizan actividades de rifa, lotos, concursos de belleza, sin tomar en cuenta
ningún propósito pedagógico.
8. Frente a esto, hacemos nuevas propuestas para la transformación del sistema, para que
esté más acorde con las exigencias del desarrollo y con el perfil de ciudadano que
deseamos construir. Estas son:
1. Un sistema analítico, que le enseñe al niño a investigar y a estructurar su
pensamiento, enseñándole a realizar investigaciones y a estructurar su pensamiento,
utilizando diferentes métodos: el método hegeliano (tesis, antítesis y síntesis), el funcional
o el sistémico, o utilizando la hipótesis.
2. Llegar a acuerdos, explicando las disposiciones que se desean tomar, puesto que
cuando se les brindan las explicaciones necesarias al individuo se le reconoce su
capacidad de entendimiento. Mensaje que debemos pasar desde la más tierna infancia
para que el niño o niña crezcan con la convicción de ser inteligente.
3. La motivación y el reforzamiento positivo son sistemas que dan mejores resultados
que la crítica constante y la descalificación que no hacen sino socavar la autoestima, crear
sentimientos de frustración y de ira. Es más constructivo brindarles reconocimientos a las
personas por lo que son, y por sus buenas acciones, así como alternativas al cambio si
fuese necesario.
4. El desarrollo de la creatividad y de la iniciativa. Mucho se habla de la falta de
empresarios que tiene el país, sin creatividad e iniciativa no pueden existir empresarios.
Es indispensable para el desarrollo económico del país que se estimule la creatividad y la
iniciativa y que no se le sancione. Cada vez que criticamos a alguien por alguna nueva
idea, por sus gustos al vestirse, al peinarse, estamos normando conductas y mermando la
creatividad
5. Desarrollo de objetivos claros y consensuados con los beneficiarios. Cada vez que
se realicen actividades dentro de las instituciones académicas tenemos que tener en
cuenta su función pedagógica.
Y por último no podemos dejar de lado el desarrollo de lo que se llama hoy en día, la inteligencia
emocional, aprender las herramientas del auto conocimiento, de las relaciones humanas, de la
interacción social, sin lo cual no podríamos llenar nuestras necesidades básicas, de afecto, de
validación y de valorización.
Si queremos que las nuevas generaciones estén conformadas por jóvenes y adultos seguros de sí,
confiados, creativos, con iniciativa, inteligentes, solidarios y auto motivados, no debemos dejar
para más tarde la transformación de nuestro sistema educativo, ellos nos lo agradecerán mañana.
9. DERECHOS Y OBLIGACIONES DE LOS NIÑOS
1.-Tienes DERECHO a una familia y a un hogar. Tus papás o las personas que te cuidan tienen que
proporcionarte un lugar dónde vivir, ropa, alimentos y educación. Si no pueden hacerlo, el Estado debe
ayudarlos.
Tienes la OBLIGACIÒN de: ser respetuoso con cada miembro de tu familia y participar en las tareas
para conservar la casa limpia y en orden.
2. Tienes DERECHO a la educación. En México la educación básica es gratuita y obligatoria. En la
escuela nadie debe imponerte castigos que vayan en contra de tu dignidad.
Tienes la OBLIGACIÒN de: esforzarte por aprender, ser respetuoso con tus compañeros y maestros y
realizar tus tareas escolares.
3. Tienes DERECHO a un nombre y una nacionalidad. Ninguna persona está autorizada a privarte de
identidad, quitarte el nombre, la nacionalidad o separarte de tu familia.
Tienes la OBLIGACIÒN de: conocer la cultura e historia de México, y de respetar sus símbolos patrios y
sus instituciones.
4. Tienes DERECHO a una vida segura y saludable. Debes recibir una alimentación adecuada que te
ayude a desarrollarte, a tomar agua potable y a que se te proporcionen servicios de salud cuando los
necesites. Además, las autoridades deben prohibir prácticas que pongan en riesgo tu salud y tu vida.
Tienes la OBLIGACIÒN de: cuidar tu salud y no participar en situaciones que puedan perjudicar tu
cuerpo, como el consumo de drogas, alcohol o cigarros... Ah, y tampoco te conviene consumir comida
chatarra en exceso. Además, por tu seguridad debes leer el instructivo y leyendas precautorias de tus
juguetes.
5. Tienes DERECHO a ser escuchado y a expresar lo que sientes. Puedes hablar, escribir, dibujar, y en
general hacer todo lo que quieras, siempre y cuando no afectes los derechos de otras personas.
Tienes la OBLIGACIÒN de: escuchar a los demás y de respetar sus opiniones, aunque sean diferentes
a las tuyas.
10. 6. Tienes DERECHO a no ser discriminado. Debes recibir el mismo trato que todos los demás niños, sin
importar el color de tu piel, si eres niña o niño, pobre o rico, y sin que importe dónde naciste o la religión
que practicas.
Tienes la OBLIGACIÒN de: respetar a todas las personas y no criticarlas por ser diferentes a ti y a tu
manera de pensar.
7. Tienes DERECHO a ser protegido contra la explotación y el maltrato. A escondidas y con amenazas,
nadie te puede acariciar o tomar fotografías de tu cuerpo, ni pedirte que te quites la ropa u obligarte a
hacer algo que no sabes qué es y que no quieres. Ninguna persona debe maltratarte física y/o
emocionalmente, o alejarte de casa sin que tus padres o las personas que te cuidan se enteren, ni
obligarte a trabajar en tareas que no son propias de tu edad ni que rebasen tu fuerza física.
Tienes la OBLIGACIÒN de: cuidarte, no acercarte a desconocidos ni asistir a lugares sin informar a tu
familia; y en caso de peligro, a buscar ayuda y avisar a tus padres o a las personas que te cuidan, a tus
maestros o a la policía.
8. Tienes DERECHO a descansar, a jugar y a participar en actividades culturales y artísticas. Tus horas
de sueño deben ser suficientes y tus juegos y actividades recreativas deben ser frecuentes para
garantizar tu sano desarrollo y una infancia feliz.
Tienes la OBLIGACIÒN de: cuidar tus juguetes, cuidar de no lastimarte mientras juegas y de ser
respetuoso con tus compañeros de actividades.
9. Tienes DERECHO a la paz y a la libertad, a no participar en guerras. Y cuando la violencia te afecte,
tienes derecho a recibir protección y cuidados especiales.
Tienes la OBLIGACIÒN de: favorecer la paz en tu familia y dentro de tu comunidad, evitando la
violencia contra otros para resolver cualquier problema; y debes respetar a todos los seres vivos y al
ambiente.