2. Al nacer su hijo Edipo, el rey de Tebas Layo consultó el Oráculo de Delfos. Éste le auguró que
su hijo, al crecer, le daría muerte y desposaría a su mujer. Layo, queriendo evitar tal destino, ordenó
a un súbdito que matara a Edipo al nacer. Apiadado de él, en vez de matarlo, el súbdito lo abandonó
en el monte Citerón, colgado de un árbol por los pies, los cuales perforó. Un pastor halló el bebé y
lo entregó al rey Pólibo de Corinto. Peribea o Mérope, la esposa de Pólibo y reina de Corinto, se
encargó de la crianza del bebé, llamándolo Edipo, que significa ‘de pies hinchados’ por haber
estado colgado.
Al llegar a la adolescencia, Edipo, por habladurías de sus compañeros de juegos, sospechó que no
era hijo de sus pretendidos padres. Para salir de dudas visitó el Oráculo de Delfos, que le auguró
que mataría a su padre y luego desposaría a su madre. Edipo, creyendo que sus padres eran quienes
lo habían criado, decidió no regresar nunca a Corinto para huir de su destino. Emprende un viaje y,
en el camino hacia Tebas, Edipo encuentra a Layo en una encrucijada, discuten por la preferencia
de paso y lo mata sin saber que era el rey de Tebas, y su propio padre. Más tarde Edipo encuentra a
la esfinge, un monstruo que daba muerte a todo aquel que no pudiera adivinar sus acertijos,
atormentando al reino de Tebas. A la pregunta de «¿cuál es el ser vivo que camina a cuatro patas al
alba, con dos al mediodía y con tres al atardecer?», Edipo respondió correctamente que es el
hombre, quien gatea cuando bebé y se apoya en un bastón cuando viejo.
3. Había también otro acertijo: «Son dos hermanas, una de las cuales engendra a la otra y,
a su vez, es engendrada por la primera». Edipo contestó: el día y la noche. Furiosa, la Esfinge se
suicida lanzándose al vacío y Edipo es nombrado el salvador de Tebas. Como premio, Edipo es
nombrado rey y se casa con la viuda de Layo, Yocasta, su verdadera madre. Tendrá con ella cuatro
hijos: Polinices, Eteocles, Ismena y Antígona.
Al poco, una terrible plaga cae sobre la ciudad, ya que el asesino de Layo no ha pagado por su
crimen y contamina con su presencia a toda la ciudad.
Edipo emprende las averiguaciones para descubrir el culpable, y gracias a Tiresias descubre que en
realidad es hijo de Yocasta y Layo y que es él mismo el asesino que anda buscando. Al saber
Yocasta que Edipo era en realidad su hijo, se da muerte, colgándose en el palacio. Horrorizado,
Edipo se quita los ojos con los broches del vestido de Yocasta y abandona el trono de Tebas,
escapando al exilio.
4. Layo observa el abultado vientre de su
esposa. El día del parto, Yocasta entrega
su hijo a un servidor, ordenándole que lo
lleve bien lejos. Layo le ata los
piececitos con una correa apretada, y
precisa a su vez al criado que lo ligue a
un árbol, librándolo así a los peligros del
bosque. Yocasta se deja caer
pesadamente sobre el lecho, al pie del
monte.
Citerón, el siervo encuentra a algunos
pastores de Corinto y apiadado, les
entrega al príncipe. Después emprende
el regreso a Tebas, donde el rey y la
reina creen haber engañado al oráculo.
Desde la cúspide del mundo, el Destino
ve brotar la sangre de la carne inocente
ligada por la correa, pero su decisión es
inconmovible: ése será Edipo, el del mal
hado, que ha de encaminarse siempre
hacia la fatalidad del sufrimiento y
cargar sobre sí toda la infinita miseria de
los hombres que pueblan el planeta.
Layo se apresura a
eliminar a Edipo
5. En una descripción muy
colorista y de temática
algo onírica, propias del
simbolismo, Moreau
representa al héroe
tebano con sus atributos
iconográficos y a la
esfinge encaramándose
encima de él. La esfinge
es un monstruo con
cuerpo de león con alas y
busto y cara de mujer.3
Una belleza engañosa,
como demuestra los restos
humanos al pie de la
columna donde espera la
esfinge el paso de sus
víctimas. Edipo y la esfinge
Gustave Moreau, 1864
6. En 1828, el pintor
neoclásico
polaco Antoni
Brodowski nos
presenta a Edipo
desterrado de
Tebas en compañía
de su hija Antígona
7. Antígona, fue
condenada a ser
enterrada viva, pero
ella se anticipó con el
suicidio. Hemón, su
prometido e hijo de
Creonte, también se
dio muerte junto a su
tumba,
confirmándose así el
funesto destino del
clan Layo, de la
familia de Creonte y
de la ciudad de
Tebas.
Antigone condannata a morte da
Creonte.
Autore: Diotti Giuseppe in 1845
8. 1.¿Qué enseñanza podemos extraer?
Prácticamente todas las obras de teatro de la Grecia
antigua tenían como finalidad, mostrar que el destino
se cumpliría aunque intentaras huir de el.
A Edipo lo crían otras personas que se hacen pasar por
sus padres, cuando le dicen que el matará a su padre y
se enamorará de su madre, el huye de con los que
pensaba que eran sus padres, llegando a un lugar donde
conoce a los verdaderos y su profecía se cumple.
Entonces él aunque intento huir de su destino, terminó
cumpliéndolo al pie de la letra. Esa era la moraleja de
las obras de teatro en la antigüedad .