Presentación abordando las desigualdades sociales de 1960-2020, en la presentación se muestran algunos datos demográficos al respecto con la intención de abordad las regiones y proyecciones.
2. En México siempre han existido notables desigualdades regionales
en términos de ingreso. En 2004, por ejemplo, la región Noreste,
conformada por los estados de Nuevo León y Tamaulipas, poseía
un ingreso per cápita (IPC) de 22 670 pesos1 (47% por encima del
promedio nacional), mientras que la región Sur, conformada por los
estados de Chiapas, Guerrero y Oaxaca, poseía un IPC de 7 079
pesos (54% por debajo del promedio nacional).
3. En términos teóricos, el estudio de las desigualdades regionales
en México tiene fundamentos en conceptualizaciones elaboradas
en países desarrollados con bajos niveles de desigualdad
regionales respecto a los menos avanzados (Vilalta, 2003).
4. La lógica del proceso circular de esta teoría de crecimiento
desigual se basa en la idea de que el comercio interregional
(exportaciones) estimula el crecimiento por una multiplicación
de la renta y una especialización económica regional que atrae
circularmente más trabajo y capital (incluida la inversión en
infraestructura) a la misma región exportadora que fue la
primera en crecer.
5. Este proceso doble de inversión extranjera
y crecimiento de la economía de
exportación no ha sido espacialmente
uniforme; se ha concentrado en la
frontera, en las ciudades más grandes, en
áreas turísticas y en regiones con
especialización y ventajas competitivas en
manufacturas y servicios financieros
6. EVOLUCIÓN DEL INGRESO REGIONAL Y LA POBLACIÓN, 1960-2004
Las entidades con los mayores
niveles de ingreso per cápita (IPC)
son Campeche, Distrito Federal,
Nuevo León, Quintana Roo y
Coahuila.
7. EL MILAGRO
ECONÓMICO,
1960-1980
Entre 1960 y 1980, el IPC nacional a
precios constantes de 1993 pasó de 7
307 a 13 661 pesos (un incremento del
87%).
Los cambios o crecimientos del más
notables se presentaron en las
regiones Sur (194%), Centro-Oeste
(192%) y Peninsular (169%).
Asimismo, el sector privado fue
protegido y estimulado por el gobierno
por medio de inversiones estratégicas
y políticas arancelarias favorables.
8. En este respecto, cabe hacer una distinción entre los años sesenta y los setenta.
En los sesenta, el modelo de desarrollo económico, llamado “estabilizador”, se
mantuvo como se venía haciendo desde los cincuenta (Anda,2004).
A inicios de la decáda de los setenta la política se volvió más expansionista y fue
financiada por los ingresos petroleros
9. Económicamente se presentaron déficits
presupuestales, devaluaciones, emisión
de moneda y endeudamiento externo. La
economía del país siguió creciendo de
forma muy notable y las desigualdades
regionales igualmente disminuyeron,
pero en los setenta se presenta una
desaceleración económica importante.
10. LA DÉCADA
PERDIDA,
1980-1990
Este lapso fue marcado por altos
niveles de deuda pública, tasas de
interés, inflación, devaluación de la
moneda, fuga de capitales y déficit
de la balanza comercial. Con los
problemas anteriores, y además bajo
un rígido esquema de control de
precios y de tipo de cambio, ocurrió
un estancamiento brusco de la
actividad económica que condujo a
una reestructuración de las
actividades económicas.
sector agrícola (que baja de 11.2 a
7.6% del PIB nacional para el mismo
periodo) y el sector manufacturero,
que también perdió algo de su
importancia previa (22.5% en 1970 a
18.4% en 1990).
11. LA
RECUPERACIÓN
PARCIAL, 1993-
2004
Entre 1993 y 2004 la economía del país tuvo
altas y bajas imprevistas y fuertemente
relacionadas con variables políticas.
La entrada en vigor del Tratado de Libre
Comercio con Estados Unidos y Canadá
(TLCAN) en 1994 y el auge del sector
exportador, la privatización de la banca y del
sector de telecomunicaciones
El ipc nacional pasó de 13 314 a 15 377
nuevos pesos (15%) entre 1993 y 2004. Por
primera vez después de la década perdida se
comenzaron a registrar crecimientos del PIB
superiores a los de la población, pero el
proceso hacia mayores desigualdades del
IPC continuó, aunque en forma más ligera
La población más beneficiada por la
conversión de la economía a un modelo
exportador fue la residente en la región Norte,
la cual vio pasar su IPC de 12 222 a 16 067
nuevos pesos (un incremento de 31%).
12.
13. DIVERGENCIA SEGÚN UNA TENDENCIA DE 44 AÑOS, 1960-2004
La razón de este mayor dinamismo de los estados al interior frente a
los fronterizos se debe al espectacular crecimiento registrado durante
el periodo del milagro económico.
Coahuila (150%) y Chihuahua (80%) son los estados que están
creciendo más en razón de su cercanía con Estados Unidos, su
vocación industrial y de servicios (particularmente Chihuahua), y sus
bajos costos de mano de obra, lo que ha atraído inversiones y la
creación de plantas productivas de origen y capital extranjero.
14. Sin embargo, la información muestra que en el ámbito
estatal hay entidades que vieron su ingreso per cápita
crecer de manera superior al promedio nacional y que
reflejan la tendencia a la divergencia económica. Por
ejemplo, en Baja California Sur creció 145%; en
Nayarit, 141%; en Tamaulipas, 125%, y en Tabasco,
124%, mientras que en Baja California sólo fue de
20%; en Veracruz, 26%, y en Sinaloa, 59 por ciento.
15.
16. Los cambios en los ingresos per cápita, así, están lógicamente ligados a la redistribución
regional de las actividades económicas (PIB) y de la población.
Una manera sintética de cuantificar la concentración o dispersión geográfica del IPC es por
medio de coeficientes de autocorrelación espacial (cuadro 2.5).15 Estos coeficientes miden
el grado de concentración espacial de una variable, en este caso, el IPC. Sabemos que un
patrón de desigualdades regionales en el IPC implica una concentración espacial del mismo,
es decir, la presencia de regiones ricas y regiones pobres. Estos coeficientes permiten
cuantificar el grado de concentración del IPC y a su vez conocer las tendencias. En este
caso, los coeficientes de 1960 y 2004 muestran queel ingreso per cápita se mantuvo
básicamente en los mismos niveles de concentración geográfica; es decir, ni se concentró ni
se dispersó en el ámbito nacional.
17. LAS NUEVAS REGIONES
SEGÚN EL CRECIMIENTO ECONÓMICO HACIA 2020
Hacia 2020, las probabilidades de
una disminución de las
desigualdades regionales en el
ingreso en México son muy
reducidas. El único lapso en que hay
evidencia de una tendencia a la
disminución de las desigualdades es
entre 1960 y 1980
La frontera norte. Viene
experimentando una fuerte
integración y dependencia con la
economía estadounidense. Presenta
actualmente un despegue en sus
actividades industriales, de
transporte y de comunicaciones, y
seguirá con esta tendencia por lo
menos por 10 años más.
Todo apunta a que en 2020 se
presente un fenómeno de
desigualdad regional en los niveles
de ipc semejante al que existía en
1980, pero con un arreglo
geográfico o mapa de las
desigualdades diferente
18. En consecuencia, este cambio tan fuertemente concentrado del
IPC sugiere una tendencia o inercia a un incremento en las
desigualdades estatales en el IPC al menos en el corto plazo. La
lógica es que esta más reciente y aguda concentración geográfica
del cambio en el IPC en los conglomerados de los estados más
ricos del país conlleva forzosamente un aumento en las
desigualdades estatales que no puede ser revertido en poco
tiempo y menos en la ausencia de una política regional de largo
alcance.
19.
20. BIBLIOGRAFIA
Garza, Gustavoy Martha| Schteingart(2010). Desarrollo urbano y regional. EL COLEGIO DE MÉXICO.
https://2010.colmex.mx/16tomos/II.pdf
Notas del editor
El ingreso per cápita en México es una medida económica que se utiliza para determinar el nivel de ingresos promedio de una persona en un país. Se calcula dividiendo el ingreso nacional por el número de habitantes.
En México, el ingreso per cápita se ha mantenido relativamente estable en los últimos años. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el primer trimestre de 2021, el ingreso per cápita promedio en México fue de aproximadamente 7,284 pesos mexicanos mensuales (alrededor de 362 dólares estadounidenses), lo que representa un aumento del 2.7% en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que el ingreso per cápita no es necesariamente una medida precisa del bienestar económico de la población en general. El ingreso per cápita no refleja la distribución del ingreso, es decir, cómo se distribuyen los ingresos entre la población. En México, la desigualdad económica sigue siendo un problema importante, con un pequeño porcentaje de la población que posee la mayor parte de la riqueza y un gran porcentaje de la población que vive en la pobreza o en la pobreza extrema.
El Producto Interno Bruto (PIB) y el ingreso per cápita son dos medidas económicas importantes que se utilizan para evaluar la salud económica de un país, incluyendo México.
El PIB es el valor total de los bienes y servicios producidos por un país en un periodo determinado (por lo general un año). El PIB es una medida importante de la producción económica de un país y se utiliza para evaluar su crecimiento económico. En México, según el Banco de México, el PIB nominal en 2021 fue de alrededor de 30.2 billones de pesos mexicanos (alrededor de 1.5 billones de dólares estadounidenses).
En general, las regiones del sur y sureste de México, incluyendo los estados de Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Veracruz, tienen niveles más altos de pobreza y desigualdad que otras regiones del país. Además, las zonas rurales y las comunidades indígenas son particularmente vulnerables a la pobreza y la marginación económica.