Andalucía durante la Restauración estuvo dominada por el caciquismo y el fracaso de la revolución industrial. La agricultura se basó en grandes latifundios con bajos rendimientos, y la industria fue limitada excepto en alimentos. El descontento social llevó al anarquismo y socialismo, con huelgas reprimidas. La dictadura de Primo de Rivera suprimió los partidos pero mejoró la infraestructura.