1. ORÍGENES DEL FEUDALISMO
En esta situación de crisis, el poder de los monarcas era muy débil. No podían
proteger a la población, ni recaudar impuestos, ni mantener un ejército fiel y estable.
Para poder gpbernar y mantener unido su reino, los monarcas tuvieron que contar
con los nobles, con los que establecieron un sistema de relaciones personales
conocido como vasallaje.
El vasallaje se establecía mediante la ceremonia del homenaje, en la que el vasallo,
de rodillas ante el rey, le juraba fidelidad y le prometía consejo, ayuda militar y
económica. A cambio, el rey le entregaba el feudo (investidura) para que lo
gobernase y viviera de él. Ese fue el origen del feudalismo.
Muchos de los antiguos condes, cargos eclesiásticos (obispos, abades) y otros grandes
propietarios se convirtieron en señores feudales de forma vitalicia y transmitían su
cargo por herencia. A su vez, esta nobleza repartía entre otros nobles menos
importantes, caballeros o guerreros, una parte de sus tierras (feudos) para que
vivieran, las gobernaran y mantuvieran un pequeño ejército.
El verdadero poder estaba en manos de estos señores feudales, que se transformaron
en la única autoridad de los diferentes territorios del reino y se hicieron casi
independientes. A ellos acudían en busca de protección los campesinos atemorizados
ante la inseguridad exiostente y la falta de protección del rey.