2. 2
DOMINGO
TERCERO
DE
CUARESMA
CICLO AÉxodo, 17,3-7
El pueblo de Israel, en el
desierto, torturado por la sed,
murmura contra Moisés:
”Tu has hecho que nosotros
salgamos de Egipto y ahora
vamos a morir de sed
nosotros, nuestros hijos y
nuestros ganados”
Moisés gritó a Dios
diciendo:”Qué puedo hacer con
este pueblo. ¡Falta poco para
que me tiren piedras!”.
Dios contestó a Moisés:
“Preséntate delante del pueblo
acompañado de algunos
ancianos de Israel; lleva en tu
mano el bastón con el que
abriste el mar y vete. Yo , Dios,
estaré allí , a tu lado , sobre la
roca, en el monte Horeb; Tu
golpearas la peña y saldrá de
ella agua para que beba el
pueblo”.
Moisés obedeció a Dios a la
vista de los ancianos de Israel.
Moisés puso por nombre a
aquel lugar “Masá” y “Meriba”
(Tentación y Protesta) por el
pleito que el pueblo de Israel
había puesto a Moisés y,
también, porque habían
tentado a Dios diciendo: “¿Está
o no está el Señor en medio de
nosotros?”
Carta de San Pablo a los Romanos, 5,1-8
Nosotros hemos recibido la justificación por la fe y ahora
estamos en paz con Dios, gracias a nuestro Señor Jesucristo.
Por Él hemos ganado, con la fe, la entrada a esa gracia en la
que ahora estamos. Y nos gloriamos apoyados en la esperanza
de (recibir) la gloria de los hijos de Dios.
La esperanza no engaña, porque el amor de Dios ha sido
derramado en nuestros corazones con el Espíritu Santo que
Dios nos ha dado.
En efecto, cuando estábamos sin fuerzas, en el tiempo
señalado (por el Padre) , Cristo murió por lo malvados;
La verdad es que muy pocos mueren por salvar a una buena
persona; Apenas alguien moriría por una persona de bien. Pero
la prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros
todavía pecadores, murió por nosotros.
YO SOY LA FUENTE DE
AGUA VIVA
3. 3
Evangelio según San Juan, 4, 5-42
Jesús llega a un pueblo de Samaria. El pueblo se llama
Sicar. Está cerca del campo que Jacob había dado a su
hijo José; Allí estaba el manantial de Jacob.
Jesús, cansado del camino, estaba allí junto al manantial.
Es mediodía.
Llega una mujer samaritana a sacar agua y Jesús le dice:
“Dame de beber”
(Los discípulos se habían ido al pueblo a comprar
comida)
La mujer le dice: “¿Cómo tu, siendo judío, me pides de
beber a mi que soy samaritana ?”:
(porque los judíos no tiene trato con los samaritanos)
Jesús le contesta: “Si tu conocieras el Don de Dios y
quien es el que te pide de beber, le pedirías tú y él te
daría agua viva”.
La mujer le dice: “Señor, si tú no tienes cubo y el pozo es
hondo, ¿de donde sacas el agua viva? ¿Eres tú mas
importante que nuestro padre Jacob, que nos dio este
pozo y de él bebieron él, sus hijos y sus ganados?.
Jesús le contesta:”La persona que bebe de esta agua vuelve a a tener sed; pero si alguien bebe
del agua que yo le daré nunca mas tendrá sed.
El agua que yo le daré se convertirá, dentro de ella, en un surtidor de agua que salta hasta la vida
eterna”.
La mujer le dice: “Señor, dame esa agua; así yo no tendré mas sed, ni tendré que venir aquí a
sacarla”.
Jesús le dice: “¡Anda! Llama a tu marido y vuelve”.
La mujer le contesta: “Yo no tengo marido”.
Jesús le dice: En eso tienes razón. No tienes marido. Tu has tenido cinco y el hombre de ahora no
es tu marido. Has dicho la verdad”.
La mujer le dice: “Señor, veo que tú eres un profeta. Nuestros padres dieron culto en este monte,
y vosotros decís que el sitio donde todos deben dar culto es en Jerusalén”…
Jesús le dice:”Creé en mi, mujer. Esta cerca la hora en que no daréis culto ni en este monte ni en
Jerusalén, Se acerca la hora, ya estamos en ella, en que los que quieran dar culto verdadero
adoraran al Padre en Espíritu y Verdad, porque eso es lo que quiere el Padre.
Dios es espíritu y los que le dan culto deben hacerlo en Espíritu y Verdad.
La mujer le dice: “Yo se que viene el Mesías, el Cristo; cuando él venga nos los explicará todo”.
Jesús le dice: “Yo soy, el que habla contigo”.
Muchos samaritanos creyeron en Él por el testimonio que daba la mujer: “Él me ha dicho todo lo
que he hecho”.
Todavía creyeron muchos mas por su predicación y decían a la mujer:”Ya no creemos por lo que
tú dices, nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que Él es de verdad el Salvador del mundo”.
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El pueblo de Israel, en el desierto, torturado por la
sed, murmura contra Moisés:
”Tu has hecho que nosotros salgamos de Egipto y
ahora vamos a morir de sed nosotros, nuestros
hijos y nuestros ganados”
Moisés gritó a Dios diciendo:”Qué puedo hacer con
este pueblo. ¡Falta poco para que me tiren
piedras!”.
Dios contestó a Moisés: “Preséntate delante del
pueblo acompañado de algunos ancianos de Israel;
lleva en tu mano el bastón con el que abriste el mar
y vete. Yo , Dios, estaré allí , a tu lado , sobre
la roca, en el monte Horeb; Tu golpearas la peña y
saldrá de ella agua para que beba el pueblo”.
Moisés obedeció a Dios a la vista de los ancianos de
Israel.
Moisés puso por nombre a aquel lugar “Masá” y
“Meriba” (Tentación y Protesta) por el pleito que el
pueblo de Israel había puesto a Moisés y, también,
porque habían tentado a Dios diciendo: “¿Está o
no está el Señor en medio de nosotros?”
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Nosotros hemos recibido la justificación por la
fe y ahora estamos en paz con Dios, gracias a
nuestro Señor Jesucristo.
Por Él hemos ganado, con la fe, la entrada
a esa gracia en la que ahora estamos. Y
nos gloriamos apoyados en la esperanza de
(recibir) la gloria de los hijos de Dios.
La esperanza no engaña, porque el amor de
Dios ha sido derramado en nuestros
corazones con el Espíritu Santo que Dios
nos ha dado.
En efecto, cuando estábamos sin fuerzas, en el
tiempo señalado (por el Padre) , Cristo murió
por lo malvados;
La verdad es que muy pocos mueren por salvar
a una buena persona; Apenas alguien moriría
por una persona de bien. Pero la prueba de que
Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros
todavía pecadores, murió por nosotros.
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Evangelio según San Juan, 4, 5-42
Jesús llega a un pueblo de Samaria. El pueblo se llama Sicar. Está
cerca del campo que Jacob había dado a su hijo José; Allí estaba
el manantial de Jacob.
Jesús, cansado del camino, estaba allí junto al manantial. Es
mediodía.
Llega una mujer samaritana a sacar agua y Jesús le dice: “Dame
de beber”
(Los discípulos se habían ido al pueblo a comprar comida)
La mujer le dice: “¿Cómo tu, siendo judío, me pides de beber a
mi que soy samaritana ?”:
(porque los judíos no tiene trato con los samaritanos)
Jesús le contesta: “Si tu conocieras el Don de Dios y quien es el
que te pide de beber, le pedirías tú y él te daría agua viva”.
La mujer le dice: “Señor, si tú no tienes cubo y el pozo es hondo,
¿de donde sacas el agua viva? ¿Eres tú mas importante que
nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo y de él bebieron él,
sus hijos y sus ganados?.
Jesús le contesta:”La persona que bebe de esta agua vuelve a a
tener sed; pero si alguien bebe del agua que yo le daré nunca
mas tendrá sed.
El agua que yo le daré se convertirá, dentro de ella, en un
surtidor de agua que salta hasta la vida eterna”.
La mujer le dice: “Señor, dame esa agua; así yo no tendré mas
sed, ni tendré que venir aquí a sacarla”.
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Jesús le dice: “¡Anda! Llama a tu marido y vuelve”.
La mujer le contesta: “Yo no tengo marido”.
Jesús le dice: En eso tienes razón. No tienes marido. Tu
has tenido cinco y el hombre de ahora no es tu marido.
Has dicho la verdad”.
La mujer le dice: “Señor, veo que tú eres un profeta.
Nuestros padres dieron culto en este monte, y vosotros
decís que el sitio donde todos deben dar culto es en
Jerusalén”…
Jesús le dice:”Creé en mi, mujer. Esta cerca la hora en que
no daréis culto ni en este monte ni en Jerusalén, Se
acerca la hora, ya estamos en ella, en que los que
quieran dar culto verdadero adoraran al Padre en
Espíritu y Verdad, porque eso es lo que quiere el Padre.
Dios es espíritu y los que le dan culto deben hacerlo en
Espíritu y Verdad.
La mujer le dice: “Yo se que viene el Mesías, el Cristo;
cuando él venga nos los explicará todo”.
Jesús le dice: “Yo soy, el que habla
contigo”.
Muchos samaritanos creyeron en Él por el testimonio que
daba la mujer: “Él me ha dicho todo lo que he hecho”.
Todavía creyeron muchos mas por su predicación y decían
a la mujer:”Ya no creemos por lo que tú dices, nosotros
mismos lo hemos oído y sabemos que Él es de verdad el
Salvador del mundo”.
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Los tres domingos de cuaresma
catecúmenales Hoy empieza el
conjunto de tres domingos que
expresan la revelación de Cristo con el
“Yo Soy” (Palabra de Dios a Moisés en
la zarza ardiente: Yo soy el que Soy:
Me conocerás por lo que Yo haré en ti y
en el pueblo))
Estos tres domingos dan forma a
nuestro camino de preparación al
bautismo: Cristo-Agua, Cristo-Luz y
Cristo-Vida
En este domingo, Cristo hará nacer en
el alma de la samaritana la fuente de la
fe con el don de su Espíritu: “El día de la
fiesta , puesto en pie, Jesús grito:
“Quien tenga sed que venga a Mi y
beba el que cree en Mi: De su pecho
(del creyente) brotarán ríos de agua
viva”.
13. 13
Y también en el Calvario: “Tengo sed” ( de tu
fe, de la fe de todos: “Dame de beber”)
Y también: “De su costado ( herido por la lanza)
salió sangre y agua”
Y también: “Muriendo, exhaló ( entregó) el
Espíritu”
La imagen de la sed Al pueblo
sediento por el desierto corresponde la mujer
sedienta de Samaria.
El pueblo atraviesa el desierto y está cansado.
Va camino de la libertad pero ha desaparecido
su ilusión (ha perdido el espíritu, el significado
profundo de su caminar, no sabe porqué
camina)
La mujer tiene sed, pero no de agua, sino de
felicidad. Está insatisfecha. Es símbolo de la
humanidad que busca y no encuentra, que
pregunta y no encuentra respuestas. (ha
perdido la orientación, la verdadera dirección,
no sabe el camino)
Hay respuesta de Dios para los dos. La
respuesta de Dios se llama Jesús