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Comentario mila
1. Acceso a la Universidad Comentario de Arte
COMENTARIO DE ARTE: La casa Milá o La Pedrera.
1.- Identificación:
La imagen representa la fachada
principal de la llamada “Casa Milá o de la
Pedrera”, diseñada y construida por el
arquitecto Antoni Gaudí i Cornet (1852-
1926), situada en el Paseo de Gracia nº 92,
de Barcelona, cuyo proyecto está fechado
en el 1905 y el final de las obras en el 1910.
Colaboraron con Gaudí el arquitecto Josep
M. Jujol, los hermanos Badía en la forja, la
Foneria Mañach en la cerrajería, E.F.
Escofet en los pavimentos, Joan Beltran en
el modelismo y el constructor Josep Bayó.
2.- Análisis formal
Esta casa de pisos está situada en una esquina del Ensanche barcelonés, en el cruce de Paseo de
Gracia con la calle Provenza. El lugar es estratégico y relevante por distintos motivos: el paseo de
Gracia se iba consolidando como el eje fundamental de la derecha del Ensanche.
El encargo fue realizado por Pere Milà i Camps, aconsejado por Josep Batlló. En septiembre de
1905 se pidieron al Ayuntamiento los permisos de demolición de un antigua construcción de tres pisos,
y el 2 de febrero de 1906 se presentó el permiso de obras firmado por Gaudí.
Su sistema constructivo es de una gran complejidad estructural, ya que no tiene paredes de carga,
sino que todo el edificio se apoya en columnas de piedra o de ladrillo y un entramado metálico.
Desaparece, pues, el concepto de fachada al estilo tradicional. Sin embargo, a pesar de las anticipaciones
-soporte sobre columnas y edificio antifachada con planta libre, no consiguió fijar un modelo o
prototipo de residencia.
El método de trabajo consistía en la elaboración de maquetas de yeso en distintas escalas. Cada planta es
distinta; no hay más muro que las fachadas y los cierres de los patios. La fachada se hizo con piedra de
Garraf en la parte baja, y de Vilafranca, en la de arriba, con talla de grano grueso, sin pulir. La fachada
no es un recubrimiento, sino una estructura de pórticos superpuestos que se podría aguantar por sí
misma; está unida al resto del edificio por unas vigas de hierro empotradas en la piedra.
Las complejas y expresivas rejas de los balcones son de hierro de forja elaboradas en los talleres
de los hermanos Badía; el nivel de las terrazas es un poco más bajo que el de las habitaciones, y de esta
manera las rejas no impiden la vista libre de la calle. La escalera principal tiene forma de serpiente,
seguramente para aprovechar la luz natural y solucionar el problema del montante de escalera, que cruza
y corta algunas ventanas. La puerta principal, de cristales irregulares, es de acero de forja y las aperturas
mayores están en la parte de arriba, que es donde hay más penumbra.
Los subterráneos están concebidos como caballerizas y almacenes, pero los automóviles empezaban a
desplazar a los coches de caballos, y los subterráneos fueron habilitados como garajes (el fabricante
Feliu, propietario de un gran rolls, obligó a modificar una pilastra para que el chofer pudiese aparcarlo).
Alrededor de los subterráneos y por debajo de la calle, hay un túnel que rodea todo el edificio, por el que
se extienden todas las canalizaciones de servicios, tanto los desagües como las cañerías de gas y los
cables eléctricos.
2. Acceso a la Universidad Comentario de Arte
Su techo es una estructura metálica que recuerda los sistemas de sostén de los techos de las
criptas góticas, con una gran clave de bóveda central. La azotea está construida sobre un desván formado
con arcos parabólicos de distintas alturas, y esto se traduce en pequeñas terrazas unidas por escaleras. De
esta manera, al constar de superficies pequeñas, se evita que se produzcan grietas en la azotea, a causa
de la dilatación y contracción. A la azotea se puede acceder por ocho tragaluces de interior troncocónico
y escalera de caracol. Los voladizos de la fachada responden a la necesidad de crear sombras para
protegerse del sol. La fachada está rematada por una línea cóncavo-convexa, y para darle más
expresividad, esta línea se recorta sobre el cuerpo del desván, que acaba con otra línea ondulada sobre la
que destacan el juego fantástico de los tragaluces y las chimeneas. De esta manera, las ondulaciones de
la fachada están subrayadas por una última ola obtenida por la línea de coronación del desván.
3.- Análisis contextual:
En el friso del último piso se lee la invocación del Angelus: Ave gratia plena Dominus tecum, y
en el lugar donde debería estar la palabra María está ocupado por una rosa que hubiese quedado a los
pies de la imagen que debía esculpir Carles Mani. La casa, pues, estaba pensada como pedestal de la
imagen de la Virgen. En conjunto son elementos que demuestran la importancia que los elementos
naturales (la luz, el sonido, el efecto visual) y la religiosidad tenían para Gaudí en el momento de
concebir su arquitectura.
Este edificio es, de hecho, un gesto de afirmación social y personal: tenía que marcar la
diferencia y Gaudí creó la casa más espectacular de Barcelona (fue declarada, en 1909, de carácter
monumental, lo que le eximió de adaptar su volumen a la normativa vigente). Algunos dibujos
publicados por la prensa la ridiculizaron como un garaje para dirigibles o como una mona de Pascua. El
político francés Georges Clemenceau la consideró aberrante. Recordemos el nombre de "manzana de la
discordia" con el que se conoce la del paseo de Gracia donde se encuentra la Casa Batlló de Gaudí.
Ante este edificio podemos formular diversas interpretaciones: es como una montaña rocosa, o
como un acantilado sometido a la erosión del mar; unos hablan de ola petrificada, otros de perfil
montañoso de Montserrat. Es el edificio que cierra el proceso arquitectónico iniciado con el
Renacimiento y es la obra que sintetiza la sabiduría científica de Gaudí, su capacidad expresiva y
creativa, así como los conocimientos que tenía de arquitectura.