SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 16
Características
de la
Misericordia
Saber
esperar
La primera propiedad del amor en el elenco que hace Pablo en el capítulo trece de la
Primera Carta a los Corintios, es la paciencia: saber esperar. El hijo debe aprender a
esperar el cambio de su hermano, como su padre aguardó su regreso. Confiar en que su
hermano puede mudar y rehacer el camino equivocado. Esperar sin forzar ni controlar,
sin vigilar ni chantajear. Dejarlo libre, como su padre lo hizo con él. Cada uno tiene su
momento y hay que saber esperar, que es sinónimo de confiar.
Respeta y se
respeta
Sabe que el hermano también puede tocar fondo para responder y nadie lo puede
sustituir, pues frustra el proceso de conversión. No se puede forzar a que se abra el
capullo de la crisálida, porque abortaría la libertad del vuelo de la mariposa.
El amor misericordioso también se respeta a sí mismo. Si un amor es tan generoso y
abnegado que llega a humillarse o perder el valor de su persona, no es amor cristiano, sino
sacrificio pagano. Te amo tanto que no te voy a permitir que no me respetes. Darse a
respetar significa que no consentimos que el otro se convierta en agresor. Te amo tanto
que no seré de ninguna manera cómplice de tus constantes provocaciones. Llega el
momento en que, como Jesús, reta al esbirro del Sumo Sacerdote que lo abofetea sin
motivo: “Si he hablado mal, dime en qué; y si no ¿porqué me hieres?” Aquí el secreto
radica en la motivación con la que se actúa. No reacciono sólo porque me molestas o me
hieres, sino principalmente porque tú tienes que descubrir la causa de tu agresión, ya que
sólo así puedes solucionar tu problema.
No recrimina
ni se recrimina
El corazón misericordioso no echa en cara el pasado. No reprocha no cobra cuentas
pendientes. El amor misericordioso todo lo cree y todo lo perdona. No se lamenta ni
menos hace sentir al hermano que ni falta hizo en la fiesta, la cual estuvo maravillosa.
Tampoco es presuntuoso de sus sandalias o anillo.
Acepta sus límites. No se exige la perfección, sino la autenticidad. Cuando falla, no se
autocastiga con el peso de la culpabilidad o escrúpulos egoístas.
Incondicional
y fecundo
La principal característica del amor misericordioso es que es incondicional. No coarta el
cambio del hermano para amarlo, sino que lo ama aunque no cambie. No se compara ni
se siente mejor; al contrario, como él ya pasó por el túnel de la soledad, sabe lo que se
sufre por el orgullo y la soberbia. Por eso, no juzga ni menos culpa al hermano. Un día
entrará en la fiesta del amor.
No te amo para que me ames, pero sí te amo de tal forma que hago surgir de ti la alegría
de amar. Experimento de tal manera que hay mayor alegría en dar que en recibir, en
amar que en ser amado, que quiero que tú también lo vivas. Amar para ser amado es
interés, pero amar para que el otro goce el amar más que ser amado, es la perfección del
amor. El amor es fecundo por naturaleza. Produce amor. Así es el amor de Dios por
nosotros. Una vez abrazados por su fuego, no podemos sino amar como hemos sido
amados.
Disculpa y
perdona
La persona que ha sido perdonada está más capacitada para disculpar. El hijo ahora
puede comprender a su hermano, excusando su forma de ser. En sus sandalias él hubiera
hecho lo mismo o peor; por eso no lo puede juzgar ni menos condenar.
El amor misericordioso perdona también las propias fallas, sin complejo de culpa y sin
castigarse con remordimientos.
Su pecado perdonado lo ha hecho compasivo de las fragilidades humanas, pero la
acogida de su padre le ha abierto la puerta de la misericordia. Todo pecado es una
espada de dos filos: o nos convierte en Fariseos que juzgamos y condenamos en los
demás lo mismo en que nosotros hemos fallado, o nos hace misericordiosos con la
debilidad de los otros porque comprendemos la fragilidad del ser humano en carne
propia. Si nosotros fuimos perdonados, nosotros podemos perdonar.
Misericordia con
nosotros mismos
Si hemos de amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos esto se podría traducir: ser
misericordiosos con los demás como lo somos con nosotros mismos.
Para ser indulgentes con otros hemos de ser primero benignos con nosotros mismos. A veces nos
juzgamos tan rígidamente como si tratáramos de pagar con nuestro sufrimiento nuestros errores.
La medida de Dios la encontramos en la parábola que estamos contemplando. Nadie tiene derecho
a medirse con ninguna otra.
No te castigues con recriminaciones y remordimientos que sólo aumentan tu complejo de culpa con
el que intentas pagar una cuenta que ya ha sido saldada. Si un pecado ya ha sido perdonado ni
siquiera tienes derecho de llamarlo pecado, porque ya ha sido olvidado por Dios y lanzado hasta el
fondo del mar. No tienes derecho a volverlo a sacar, pues sería un falso arrepentimiento por no
creer en el amor incondicional de Dios que ya te ha perdonado.
Ser misericordioso no es sólo reconocer tu pecado delante de ti mismo, sino delante de Dios que es
rico en amor y misericordia, como David que suplica: “Tenme piedad, Dios mío, según tu amor
misericordioso”. El padre ni siquiera permitió al hijo la ocasión de recordar los pecados del
destierro. No le dio oportunidad de hacer confesión general de cada falta cometida. No tenía
porqué recordar lo que ya estaba perdonado y absuelto.
El que fue recibido con fiesta, ha de aprender
la lección de preparar la fiesta para otros.
Aquel por quien se mató al becerro cebado, ha de
comenzar a engordar un nuevo becerro para cuando
su hermano regrese por sí mismo, no por los ruegos
y súplicas.
Aquel a quien se le regalaron vestido, sandalias
y anillo, tiene que ir comprando lo que se
necesita para cuando retorne su hermano.
Aquel que se sienta a la mesa, se debe poner de pie
para salir a buscar al que está tan herido, que no
quiere compartir la fiesta con los demás, sin juzgarlo,
porque en sus sandalias tal vez él hubiera
reaccionado con más amargura.
Aquel que fue perdonado sin necesidad de la
confesión de cada uno de sus pecados, ya no
puede esperar que su hermano reconozca cada
uno de sus errores para perdonarlo.
El ideal de la parábola, como la vida cristiana,
no es asumir el papel del hijo que retorna a
casa. Casi siempre se ha subrayado este punto,
dejando a la sombra el más importante.
La meta no es regresar a casa sino quedarse en
ella con actitud de padre-madre que acoge a
quienes retornen, o ser capaces de dejar la
fiesta para que los recelosos también entren y
sean sanados de sus amarguras.
Lo peor que nos podría suceder es creernos
mejores que el hijo mayor porque en ese
preciso momento nosotros estaríamos
tomando su papel en la obra de la historia.

Más contenido relacionado

La actualidad más candente (19)

Aprenderás
AprenderásAprenderás
Aprenderás
 
Album filosofico daniel segura
Album filosofico daniel seguraAlbum filosofico daniel segura
Album filosofico daniel segura
 
El Odio
El OdioEl Odio
El Odio
 
Después De Un Tiempo
Después De Un TiempoDespués De Un Tiempo
Después De Un Tiempo
 
Aprenderas
AprenderasAprenderas
Aprenderas
 
Aprendiendo
AprendiendoAprendiendo
Aprendiendo
 
El reto del amor copia
El reto del amor   copiaEl reto del amor   copia
El reto del amor copia
 
El tamaño de las personas
El tamaño de las personasEl tamaño de las personas
El tamaño de las personas
 
Carta a mi hijo
Carta a mi hijoCarta a mi hijo
Carta a mi hijo
 
Alimentoparaelalma
AlimentoparaelalmaAlimentoparaelalma
Alimentoparaelalma
 
Poema carta a mi hijo - Enrique Rambal
Poema carta a mi hijo - Enrique RambalPoema carta a mi hijo - Enrique Rambal
Poema carta a mi hijo - Enrique Rambal
 
Aprende
AprendeAprende
Aprende
 
Aprende
AprendeAprende
Aprende
 
Aprende
AprendeAprende
Aprende
 
Aprende
AprendeAprende
Aprende
 
Aprende
AprendeAprende
Aprende
 
Aprende
AprendeAprende
Aprende
 
APRENDE
APRENDEAPRENDE
APRENDE
 
Aprende
AprendeAprende
Aprende
 

Similar a Misericordia

Sanarnos del resentimiento
Sanarnos del resentimientoSanarnos del resentimiento
Sanarnos del resentimientoRaquel Bertañan
 
EL AMOR EN EL MATRIMONIO un amor cotidiano_2Febrero2017.pdf
EL AMOR EN EL MATRIMONIO un amor cotidiano_2Febrero2017.pdfEL AMOR EN EL MATRIMONIO un amor cotidiano_2Febrero2017.pdf
EL AMOR EN EL MATRIMONIO un amor cotidiano_2Febrero2017.pdfjuancarlos488347
 
Escribo por esto 26 set .
Escribo por esto 26 set .Escribo por esto 26 set .
Escribo por esto 26 set .Julian Pedriel
 
Conoces las 4 clases de perdón
Conoces las 4 clases de perdónConoces las 4 clases de perdón
Conoces las 4 clases de perdónjemos123
 
Oraciones para la tercera edad
Oraciones para la tercera edadOraciones para la tercera edad
Oraciones para la tercera edadinfocatolicos
 
Cristina medina trabajo 2
Cristina medina trabajo 2Cristina medina trabajo 2
Cristina medina trabajo 2Criss Medina
 
Los cinco minutos de dios 4
Los cinco minutos de dios 4Los cinco minutos de dios 4
Los cinco minutos de dios 4Enrique
 
YouCat Confirmación. La confesión
YouCat Confirmación. La confesiónYouCat Confirmación. La confesión
YouCat Confirmación. La confesiónJulio Gómez
 
Amoris laetitia cap 4. el amor en el matrimonio
Amoris laetitia cap 4. el amor en el matrimonioAmoris laetitia cap 4. el amor en el matrimonio
Amoris laetitia cap 4. el amor en el matrimonioMartin M Flynn
 
Pensamientos de san Juan de la Cruz
Pensamientos de san Juan de la CruzPensamientos de san Juan de la Cruz
Pensamientos de san Juan de la Cruzmonica eljuri
 
22 le debemos a dios amor
22 le debemos a dios amor22 le debemos a dios amor
22 le debemos a dios amorrodrigo madero
 

Similar a Misericordia (20)

Humildad
Humildad Humildad
Humildad
 
Amistad.
Amistad.Amistad.
Amistad.
 
Amistad.
Amistad.Amistad.
Amistad.
 
Amistad.
Amistad.Amistad.
Amistad.
 
Amistad.
Amistad.Amistad.
Amistad.
 
Sanarnos del resentimiento
Sanarnos del resentimientoSanarnos del resentimiento
Sanarnos del resentimiento
 
EL AMOR EN EL MATRIMONIO un amor cotidiano_2Febrero2017.pdf
EL AMOR EN EL MATRIMONIO un amor cotidiano_2Febrero2017.pdfEL AMOR EN EL MATRIMONIO un amor cotidiano_2Febrero2017.pdf
EL AMOR EN EL MATRIMONIO un amor cotidiano_2Febrero2017.pdf
 
Mc. 2,1 12(2)
Mc. 2,1 12(2)Mc. 2,1 12(2)
Mc. 2,1 12(2)
 
Escribo por esto 26 set .
Escribo por esto 26 set .Escribo por esto 26 set .
Escribo por esto 26 set .
 
Conoces las 4 clases de perdón
Conoces las 4 clases de perdónConoces las 4 clases de perdón
Conoces las 4 clases de perdón
 
Oraciones para la tercera edad
Oraciones para la tercera edadOraciones para la tercera edad
Oraciones para la tercera edad
 
Cristina medina trabajo 2
Cristina medina trabajo 2Cristina medina trabajo 2
Cristina medina trabajo 2
 
Los cinco minutos de dios 4
Los cinco minutos de dios 4Los cinco minutos de dios 4
Los cinco minutos de dios 4
 
YouCat Confirmación. La confesión
YouCat Confirmación. La confesiónYouCat Confirmación. La confesión
YouCat Confirmación. La confesión
 
Amoris laetitia cap 4. el amor en el matrimonio
Amoris laetitia cap 4. el amor en el matrimonioAmoris laetitia cap 4. el amor en el matrimonio
Amoris laetitia cap 4. el amor en el matrimonio
 
Pensamientos de san Juan de la Cruz
Pensamientos de san Juan de la CruzPensamientos de san Juan de la Cruz
Pensamientos de san Juan de la Cruz
 
XXIV Domingo ordinario ciclo a
XXIV Domingo ordinario ciclo aXXIV Domingo ordinario ciclo a
XXIV Domingo ordinario ciclo a
 
Disciplina sin amor
Disciplina sin amor Disciplina sin amor
Disciplina sin amor
 
Disciplina sin amor 8
Disciplina sin amor 8Disciplina sin amor 8
Disciplina sin amor 8
 
22 le debemos a dios amor
22 le debemos a dios amor22 le debemos a dios amor
22 le debemos a dios amor
 

Más de Magaly Rubí

Comentarios marcos 3 13 a 19
Comentarios marcos 3 13 a 19Comentarios marcos 3 13 a 19
Comentarios marcos 3 13 a 19Magaly Rubí
 
Modos de estar en la iglesia
Modos de estar en la iglesiaModos de estar en la iglesia
Modos de estar en la iglesiaMagaly Rubí
 
Importancia del bloque de cierre
Importancia del bloque de cierreImportancia del bloque de cierre
Importancia del bloque de cierreMagaly Rubí
 
Fotos del guidismo
Fotos del guidismoFotos del guidismo
Fotos del guidismoMagaly Rubí
 

Más de Magaly Rubí (8)

Comentarios marcos 3 13 a 19
Comentarios marcos 3 13 a 19Comentarios marcos 3 13 a 19
Comentarios marcos 3 13 a 19
 
Familia diócesis
Familia diócesisFamilia diócesis
Familia diócesis
 
Año misericordia
Año misericordiaAño misericordia
Año misericordia
 
Modos de estar en la iglesia
Modos de estar en la iglesiaModos de estar en la iglesia
Modos de estar en la iglesia
 
Marcos 9
Marcos 9Marcos 9
Marcos 9
 
Marcos 3
Marcos 3Marcos 3
Marcos 3
 
Importancia del bloque de cierre
Importancia del bloque de cierreImportancia del bloque de cierre
Importancia del bloque de cierre
 
Fotos del guidismo
Fotos del guidismoFotos del guidismo
Fotos del guidismo
 

Último

LA PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pptx
LA PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pptxLA PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pptx
LA PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pptxAntonio Miguel Salas Sierra
 
"Lo que tú quieras", biografía ilustrada de Montse Grases.
"Lo que tú quieras", biografía ilustrada de Montse Grases."Lo que tú quieras", biografía ilustrada de Montse Grases.
"Lo que tú quieras", biografía ilustrada de Montse Grases.Opus Dei
 
PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pdf
PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pdfPARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pdf
PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pdfAntonio Miguel Salas Sierra
 
LA POBREZA EN EL PERU - FRANCISCO VERDERA V
LA POBREZA EN EL PERU - FRANCISCO VERDERA VLA POBREZA EN EL PERU - FRANCISCO VERDERA V
LA POBREZA EN EL PERU - FRANCISCO VERDERA Vczspz8nwfx
 
CRECIMIENTO ESPIRITUAL PARA EL CREYENTE 1.pptx
CRECIMIENTO ESPIRITUAL PARA EL CREYENTE 1.pptxCRECIMIENTO ESPIRITUAL PARA EL CREYENTE 1.pptx
CRECIMIENTO ESPIRITUAL PARA EL CREYENTE 1.pptxRicardoMoreno95679
 
EXAMENES PREGUNTAS CORTA...........................S.pdf
EXAMENES PREGUNTAS CORTA...........................S.pdfEXAMENES PREGUNTAS CORTA...........................S.pdf
EXAMENES PREGUNTAS CORTA...........................S.pdfinmalopezgranada
 
Proverbios 8: La sabiduría viva de YHWH.
Proverbios 8: La sabiduría viva de YHWH.Proverbios 8: La sabiduría viva de YHWH.
Proverbios 8: La sabiduría viva de YHWH.yhostend
 
HIMNO CRISTIANO TIERRA DE LA PALESTINA.pptx
HIMNO CRISTIANO TIERRA DE LA PALESTINA.pptxHIMNO CRISTIANO TIERRA DE LA PALESTINA.pptx
HIMNO CRISTIANO TIERRA DE LA PALESTINA.pptxPalitoBlanco1
 
El Modelo del verdadero Compromiso..pptx
El Modelo del verdadero Compromiso..pptxEl Modelo del verdadero Compromiso..pptx
El Modelo del verdadero Compromiso..pptxjenune
 
la Eucaristia es una Fiesta-Explicación para niños
la Eucaristia es una Fiesta-Explicación para niñosla Eucaristia es una Fiesta-Explicación para niños
la Eucaristia es una Fiesta-Explicación para niñosGemmaMRabiFrigerio
 

Último (12)

LA PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pptx
LA PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pptxLA PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pptx
LA PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pptx
 
Santa Luisa de Marillac nos muestra: Los escollos a evitar
Santa Luisa de Marillac nos muestra: Los escollos a evitarSanta Luisa de Marillac nos muestra: Los escollos a evitar
Santa Luisa de Marillac nos muestra: Los escollos a evitar
 
La oración de santa Luisa de Marillac por el P. Corpus Juan Delgado CM
La oración de santa Luisa de Marillac por el P. Corpus Juan Delgado CMLa oración de santa Luisa de Marillac por el P. Corpus Juan Delgado CM
La oración de santa Luisa de Marillac por el P. Corpus Juan Delgado CM
 
"Lo que tú quieras", biografía ilustrada de Montse Grases.
"Lo que tú quieras", biografía ilustrada de Montse Grases."Lo que tú quieras", biografía ilustrada de Montse Grases.
"Lo que tú quieras", biografía ilustrada de Montse Grases.
 
PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pdf
PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pdfPARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pdf
PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pdf
 
LA POBREZA EN EL PERU - FRANCISCO VERDERA V
LA POBREZA EN EL PERU - FRANCISCO VERDERA VLA POBREZA EN EL PERU - FRANCISCO VERDERA V
LA POBREZA EN EL PERU - FRANCISCO VERDERA V
 
CRECIMIENTO ESPIRITUAL PARA EL CREYENTE 1.pptx
CRECIMIENTO ESPIRITUAL PARA EL CREYENTE 1.pptxCRECIMIENTO ESPIRITUAL PARA EL CREYENTE 1.pptx
CRECIMIENTO ESPIRITUAL PARA EL CREYENTE 1.pptx
 
EXAMENES PREGUNTAS CORTA...........................S.pdf
EXAMENES PREGUNTAS CORTA...........................S.pdfEXAMENES PREGUNTAS CORTA...........................S.pdf
EXAMENES PREGUNTAS CORTA...........................S.pdf
 
Proverbios 8: La sabiduría viva de YHWH.
Proverbios 8: La sabiduría viva de YHWH.Proverbios 8: La sabiduría viva de YHWH.
Proverbios 8: La sabiduría viva de YHWH.
 
HIMNO CRISTIANO TIERRA DE LA PALESTINA.pptx
HIMNO CRISTIANO TIERRA DE LA PALESTINA.pptxHIMNO CRISTIANO TIERRA DE LA PALESTINA.pptx
HIMNO CRISTIANO TIERRA DE LA PALESTINA.pptx
 
El Modelo del verdadero Compromiso..pptx
El Modelo del verdadero Compromiso..pptxEl Modelo del verdadero Compromiso..pptx
El Modelo del verdadero Compromiso..pptx
 
la Eucaristia es una Fiesta-Explicación para niños
la Eucaristia es una Fiesta-Explicación para niñosla Eucaristia es una Fiesta-Explicación para niños
la Eucaristia es una Fiesta-Explicación para niños
 

Misericordia

  • 2. Saber esperar La primera propiedad del amor en el elenco que hace Pablo en el capítulo trece de la Primera Carta a los Corintios, es la paciencia: saber esperar. El hijo debe aprender a esperar el cambio de su hermano, como su padre aguardó su regreso. Confiar en que su hermano puede mudar y rehacer el camino equivocado. Esperar sin forzar ni controlar, sin vigilar ni chantajear. Dejarlo libre, como su padre lo hizo con él. Cada uno tiene su momento y hay que saber esperar, que es sinónimo de confiar.
  • 3. Respeta y se respeta Sabe que el hermano también puede tocar fondo para responder y nadie lo puede sustituir, pues frustra el proceso de conversión. No se puede forzar a que se abra el capullo de la crisálida, porque abortaría la libertad del vuelo de la mariposa. El amor misericordioso también se respeta a sí mismo. Si un amor es tan generoso y abnegado que llega a humillarse o perder el valor de su persona, no es amor cristiano, sino sacrificio pagano. Te amo tanto que no te voy a permitir que no me respetes. Darse a respetar significa que no consentimos que el otro se convierta en agresor. Te amo tanto que no seré de ninguna manera cómplice de tus constantes provocaciones. Llega el momento en que, como Jesús, reta al esbirro del Sumo Sacerdote que lo abofetea sin motivo: “Si he hablado mal, dime en qué; y si no ¿porqué me hieres?” Aquí el secreto radica en la motivación con la que se actúa. No reacciono sólo porque me molestas o me hieres, sino principalmente porque tú tienes que descubrir la causa de tu agresión, ya que sólo así puedes solucionar tu problema.
  • 4. No recrimina ni se recrimina El corazón misericordioso no echa en cara el pasado. No reprocha no cobra cuentas pendientes. El amor misericordioso todo lo cree y todo lo perdona. No se lamenta ni menos hace sentir al hermano que ni falta hizo en la fiesta, la cual estuvo maravillosa. Tampoco es presuntuoso de sus sandalias o anillo. Acepta sus límites. No se exige la perfección, sino la autenticidad. Cuando falla, no se autocastiga con el peso de la culpabilidad o escrúpulos egoístas.
  • 5. Incondicional y fecundo La principal característica del amor misericordioso es que es incondicional. No coarta el cambio del hermano para amarlo, sino que lo ama aunque no cambie. No se compara ni se siente mejor; al contrario, como él ya pasó por el túnel de la soledad, sabe lo que se sufre por el orgullo y la soberbia. Por eso, no juzga ni menos culpa al hermano. Un día entrará en la fiesta del amor. No te amo para que me ames, pero sí te amo de tal forma que hago surgir de ti la alegría de amar. Experimento de tal manera que hay mayor alegría en dar que en recibir, en amar que en ser amado, que quiero que tú también lo vivas. Amar para ser amado es interés, pero amar para que el otro goce el amar más que ser amado, es la perfección del amor. El amor es fecundo por naturaleza. Produce amor. Así es el amor de Dios por nosotros. Una vez abrazados por su fuego, no podemos sino amar como hemos sido amados.
  • 6. Disculpa y perdona La persona que ha sido perdonada está más capacitada para disculpar. El hijo ahora puede comprender a su hermano, excusando su forma de ser. En sus sandalias él hubiera hecho lo mismo o peor; por eso no lo puede juzgar ni menos condenar. El amor misericordioso perdona también las propias fallas, sin complejo de culpa y sin castigarse con remordimientos. Su pecado perdonado lo ha hecho compasivo de las fragilidades humanas, pero la acogida de su padre le ha abierto la puerta de la misericordia. Todo pecado es una espada de dos filos: o nos convierte en Fariseos que juzgamos y condenamos en los demás lo mismo en que nosotros hemos fallado, o nos hace misericordiosos con la debilidad de los otros porque comprendemos la fragilidad del ser humano en carne propia. Si nosotros fuimos perdonados, nosotros podemos perdonar.
  • 7. Misericordia con nosotros mismos Si hemos de amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos esto se podría traducir: ser misericordiosos con los demás como lo somos con nosotros mismos. Para ser indulgentes con otros hemos de ser primero benignos con nosotros mismos. A veces nos juzgamos tan rígidamente como si tratáramos de pagar con nuestro sufrimiento nuestros errores. La medida de Dios la encontramos en la parábola que estamos contemplando. Nadie tiene derecho a medirse con ninguna otra. No te castigues con recriminaciones y remordimientos que sólo aumentan tu complejo de culpa con el que intentas pagar una cuenta que ya ha sido saldada. Si un pecado ya ha sido perdonado ni siquiera tienes derecho de llamarlo pecado, porque ya ha sido olvidado por Dios y lanzado hasta el fondo del mar. No tienes derecho a volverlo a sacar, pues sería un falso arrepentimiento por no creer en el amor incondicional de Dios que ya te ha perdonado. Ser misericordioso no es sólo reconocer tu pecado delante de ti mismo, sino delante de Dios que es rico en amor y misericordia, como David que suplica: “Tenme piedad, Dios mío, según tu amor misericordioso”. El padre ni siquiera permitió al hijo la ocasión de recordar los pecados del destierro. No le dio oportunidad de hacer confesión general de cada falta cometida. No tenía porqué recordar lo que ya estaba perdonado y absuelto.
  • 8.
  • 9. El que fue recibido con fiesta, ha de aprender la lección de preparar la fiesta para otros.
  • 10. Aquel por quien se mató al becerro cebado, ha de comenzar a engordar un nuevo becerro para cuando su hermano regrese por sí mismo, no por los ruegos y súplicas.
  • 11. Aquel a quien se le regalaron vestido, sandalias y anillo, tiene que ir comprando lo que se necesita para cuando retorne su hermano.
  • 12. Aquel que se sienta a la mesa, se debe poner de pie para salir a buscar al que está tan herido, que no quiere compartir la fiesta con los demás, sin juzgarlo, porque en sus sandalias tal vez él hubiera reaccionado con más amargura.
  • 13. Aquel que fue perdonado sin necesidad de la confesión de cada uno de sus pecados, ya no puede esperar que su hermano reconozca cada uno de sus errores para perdonarlo.
  • 14. El ideal de la parábola, como la vida cristiana, no es asumir el papel del hijo que retorna a casa. Casi siempre se ha subrayado este punto, dejando a la sombra el más importante.
  • 15. La meta no es regresar a casa sino quedarse en ella con actitud de padre-madre que acoge a quienes retornen, o ser capaces de dejar la fiesta para que los recelosos también entren y sean sanados de sus amarguras.
  • 16. Lo peor que nos podría suceder es creernos mejores que el hijo mayor porque en ese preciso momento nosotros estaríamos tomando su papel en la obra de la historia.