Santa Luisa de Marillac nos muestra: Los escollos a evitar
4to
1. 4to. Domingo del Tiempo Ordinario Ciclo A
Oración inicial
Señor Jesús, envía tu Espíritu, para que Él nos ayude a leer la Biblia en el
mismo modo con el cual Tú la has leído a los discípulos en el camino de
Emaús. Con la luz de la Palabra, escrita en la Biblia, Tú les ayudaste a
descubrir la presencia de Dios en los acontecimientos dolorosos de tu
condena y muerte. Así, la cruz, que parecía ser el final de toda esperanza,
apareció para ellos como fuente de vida y resurrección.
Crea en nosotros el silencio para escuchar tu voz en la Creación y en la Escritura, en los acontecimientos y
en las personas, sobre todo en los pobres y en los que sufren. Tu palabra nos oriente a fin de que también
nosotros, como los discípulos de Emaús, podamos experimentar la fuerza de tu resurrección y testimoniar a
los otros que Tú estás vivo en medio de nosotros como fuente de fraternidad, de justicia y de paz. Te lo
pedimos a Ti, Jesús, Hijo de María, que nos has revelado al Padre y enviado tu Espíritu. Amén.
TEXTO BIBLICO
1
Viendo la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acerca-ron. 2 Y, tomando la
palabra, les enseñaba diciendo: 3 «Bienaventura-dos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los
Cielos. 4 Bienaventu-rados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra. 5 Bienaventurados los
que lloran, porque ellos serán consolados. 6 Biena-venturados los que tienen hambre y sed de la justicia,
porque ellos serán saciados. 7 Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. 8
Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. 9 Bienaventurados los que trabajan por
la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. 10 Bienaventurados los perseguidos por causa de la
justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos. 11 Bienaventurados seréis cuando os injurien y os persigan
y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. 12 Alegraos y regocijaos, porque vuestra
recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a
vosotros.
1 – LECTURA ¿Qué dice el texto?
Pistas para la lectura
Este texto de Mateo en el capítulo 5, es uno de los más conocidos y tal vez más utilizados del Nuevo Testamento.
Normalmente nos hemos referido a este texto como “Las Bienaventuranzas”, porque en el español más castizo, es casi un
sinónimo decir: Bienaventurados, felices, dichosos. En esta versión leemos como “bendecidos” a aquellos que cumplen
estas propuestas de Jesús.
Mateo, en su Evangelio sitúa esta enseñanza de Jesús colocándolo en un Monte (de ahí que también muchos lo conozcan
como el sermón del monte o la montaña). Recordemos que Mateo quiere identificar a Jesús, en su relación con el Antiguo
Testamento, y si Moisés, el gran legislador del AT, recibe la Ley en una montaña, Jesús quien trae la ley perfecta, también
la dará desde una montaña. Lo importante aquí es que se trata del nuevo estilo de vivir de Jesús. Tal vez para entender toda
esta enseñanza habría que leer completos los capítulos 5, 6 y 7 de Mateo.
Son nueve las formas que presenta Jesús para alcanzar la Felicidad, Bienaventuranza, la Dicha, o la Bendición (según sea la
traducción al español que tengamos. Podríamos decir que Jesús se refiere a: Los pobres, los que sufren, los humildes, los
que tienen hambre y sed de justicia, los compasivos, los de corazón limpio, los que trabajan por la paz, los perseguidos por
hacer lo que es justo, los insultados y maltratados por causa del Señor.
Este discurso finaliza con una gran exhortación: ¡Alégrense! Porque van a recibir un
gran premio.
De este discurso se desprende gran parte de la moral cristiana, porque es la nueva ley,
que Jesús nos invita a seguir. No es fácil, porque en verdad va en contra de todas las
cosas donde la humanidad busca la felicidad. Sin embargo Jesús nos advierte sobre este
tema.
Sería importante en este momento de la Lectura, que pudieras comparar todas las
traducciones al Español que tengas a la mano y ver semejanzas y diferencias. Para tener
presente: Este texto tiene muchos nombres sermón del monte, las
bienaventuranzas, etc. Sin embargo, en los muchos criterios de traducción el sentido
siempre es el mismo. La nueva Ley de Jesús. Su cumplimiento producirá alegría
completa.
Preguntas para la lectura
• ¿Cómo llamamos normalmente a este texto del Evangelio?
• ¿Cuántas son estas nuevas leyes?
• ¿Cuál es la semejanza entre Pobres de Espíritu y quien confía totalmente en Jesús?
2. • ¿Qué promete Jesús a los que sigan esta nueva Ley?
• ¿Quiénes son los que se deben sentir alegres?
• ¿Cómo vamos a alcanzar el reino de los cielos?
2 – MEDITACIÓN ¿Qué me dice? ¿Qué nos
dice?
Preguntas para la meditación
Ante este texto tan importante, debo preguntarme:
• ¿Dejo que Jesús imprima su ley en mi vida? Es decir ¿atiendo a
Jesús?
• Posiblemente este texto conocido de las bienaventuranzas yo ya
sabía su contenido ¿hasta qué punto me impacta hoy en mi vida?
• ¿qué significaría hoy en mi vida ser pobre de espíritu, confiar
totalmente en Él?
• ¿cuáles son los sufrimientos que en mi vida yo no he asumido para que Jesús pueda consolarme?
• ¿Soy humilde para reconocer que todo lo que yo necesito para vivir viene de Dios y sólo de Él?
• ¿Mi vida refleja la Paz y la Justicia?
• ¿Tengo compasión de todos los que sufren y procuro por todos mis medios ayudarlos, acompañarlos, hacer que su
situación cambie?
• ¿Tengo un corazón limpio? ¿Mis acciones con las demás personas apuntan a su cuidado? ¿o tengo un corazón doble y
pienso usar a los demás?
• ¿Quién me ve a mí puede decir que yo trabajo por la paz, que mi presencia siempre causa paz en los ambientes donde se
necesita?
• ¿He sido perseguido alguna vez por causa de defender la justicia? Puede ser en mi trabajo, en mis ambientes, en la
escuela… ¿Cuándo me he sentido raro por esta defensa?
• ¿Alguna vez experimenté que me insultaran, que hablaran mal de mí, que se alejaran y me maltrataran por ser cristiano?
• Y finalmente la gran pregunta: ¿He notado la alegría que promete el Señor en su Evangelio? O al revés cada vez que me
sucedió algo de esto, me hizo sentir peor? Porque esta es la clave de interpretación de este texto: La alegría
3 – ORACIÓN ¿Qué le digo? ¿Qué le decimos?
Le respondemos al Señor con nuestra oración, que hoy debe ser más un agradecimiento. • Gracias Señor porque me enseñas
a ser feliz, a ser dichoso.
• Gracias Señor porque veo que sí es posible ser feliz en este mundo en que vivo, siempre y cuando viva de acuerdo a lo que
tú me pides.
• Señor te pido que me permitas entender de corazón tu Ley, para que yo pueda alcanzar lo que tú me prometes.
• Permíteme confiar en Ti, confiar en tu ley de amor.
• Permíteme Señor Confiar en tus bienaventuranzas.
• Quiero ser feliz Señor, con la mayor felicidad que se pueda tener y me doy cuenta que esa felicidad no la da el mundo, la
das Tú, en la medida que cumplimos tus mandatos.
• Que mi vida Señor sea siempre una clara expresión que sí creo en tus bienaventuranzas y las llevo a la práctica.
4 – CONTEMPLACIÓN ¿Cómo interiorizo el mensaje? ¿Cómo interiorizamos el
mensaje?
Interiorizar el mensaje de esta parte del texto de hoy, implica volverlo a leer muchas veces. O a escucharlo.
Sería bueno memorizar las 9 propuestas de estas bienaventuranzas para ir repitiéndolas en nuestro corazón también.
Podríamos añadir una frase para repetir en estos días:
Señor quiero ser feliz, enséñame tus leyes Señor que cumpla lo que me pides
para ser completamente feliz
5 – ACCIÓN ¿A qué me comprometo? ¿A qué nos
comprometemos?
Propuestas personales
• Memorizar el texto de las Bienaventuranzas, de tal manera que pueda
repetirlo, y esté disponible en mi mente y en mi corazón en todo momento.
• Recordar que las obras de Misericordia también nacen de este texto.
Propongámonos como meta realizar una obra de misericordia cada día de esta
semana, y al finalizar la semana analicemos cómo está nuestra felicidad
Propuestas comunitarias
• Compartir con el grupo al que pertenezco ¿dónde busca el mundo la
felicidad? ¿dónde pone el Evangelio la felicidad? Hacer una tabla que muestre las diferencias.
Por ejemplo de un lado ponemos lo que dice el mundo buscando la felicidad en el placer y del otro lado lo que dice el
Evangelio que la felicidad la tienen los limpios de corazón.
3. • Poder enseñar esto en una cartelera, y hacer una propuesta de compartir con otros grupos u otras personas: ¡Cómo ser
felices al estilo de Jesús!
Oración final
Señor Jesús, te damos gracia por tu Palabra que nos ha hecho ver
mejor la voluntad del Padre. Haz que tu Espíritu ilumine nuestras
acciones y nos comunique la fuerza para seguir lo que Tu Palabra
nos ha hecho ver. Haz que nosotros como María, tu Madre, podamos
no sólo escuchar, sino también poner en práctica la Palabra. Tú que
vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo por todos
los siglos de los siglos. Amén
Si dijese lo que
NO a veces se dice:
Si dijese que sí, Señor, que el mundo no
que todo está muy bien, funciona con
que el mundo es justo y bueno, tus promesas,
que la historia trae claridad, que de nada
que nuestras leyes son tus leyes, sirve maldecir
que cada cual es cada cual, a los de arriba
que todos tenemos lo que nos merecemos, y menos a los
que estos tiempos no dan para más... que triunfan,
Si dijese que acaso que es bueno
las cosas son así porque sí, que haya
y ahí están y no les demos vueltas: libertad cívica
si éste está arriba y ese otro abajo para todas las
es por culpa de la vida; ofertas...
si algunos van de puerta en puerta Si dijese que tus bienaventuranzas
con un saco de cenizas a cuestas son flores que encubren cadenas
es porque son unos estúpidos... o palabras que tranquilizan
Si dijese que sí, a los que manejan los hilos de la historia...
que todos tenemos igualdad de oportunidades, Conformidad, resignación,
que el esfuerzo es lo que cuenta, admiración, callar, callar,
que la revolución es una quimera, y mucha precaución.
que los ricos también lloran, Si dijese que sí...,
que el ser pobre tiene sus ventajas, entonces sería el momento de hablar seriamente
que allá cada cual con su conciencia... de los que anuncian paraísos en la tierra,
Si dijese que exageras, de los que dicen que tu evangelio aliena,
que tus bienaventuranzas no sirven de nuestras cuentas secretas,
para esta época, de mi vida y sus apuestas...
que la pobreza, el hambre y las lágrimas, Pero no, Señor.
son tierra baldía y yerma; Ulibarri, Fl.
si buscase la aprobación
a mi status
y nadie hablara mal de mi persona...