El documento explora dos pasajes bíblicos relacionados con la creación - Salmo 104 y el Canto de los tres jóvenes. Ambos invitan a toda la creación, incluidos los seres humanos, a alabar a Dios. El Salmo 104 describe detalladamente la naturaleza y cómo depende de Dios, mientras que el Canto de los tres jóvenes se canta cuando los jóvenes enfrentan la persecución por su fe, invitando a toda la creación a alabar a Dios en lugar de ídolos. El documento también discute cómo
2. LA CREACIÓN BENDICE AL SEÑOR
Hasta ahora, estos estudios han explorado pasajes
de las Escrituras que forman parte de la historia
del pueblo de Dios, y se relacionan con Jesucristo
directamente. Pero, ¿qué de los muchos pasajes
que no están vinculados directamente a la historia
del pueblo de Dios? Este estudio recoge dos de
ellos, uno de los Salmos y el otro una canción de los
libros Apócrifos.
Exploración Bíblica
Salmo 104
Los dos pasajes sugeridos para esta semana probablemente fueron
Semana Cuatro
escritos para ser parte de la adoración - que sin duda es la forma en
que generalmente los utilizamos en la actualidad. En ese espíritu
de adoración nos ofrecen un sentido de gozo y asombro en la
creación del Señor. El Salmo 104 expresa con detalles vívidos el
cuidado íntimo de Dios y su complacencia por todos los aspectos
de la creación - la hierba crece para el ganado, las altas montañas
forman un hábitat para las cabras salvajes, la oscuridad brinda la
oportunidad de alimentarse a las criaturas de la noche - y todas las
cosas miran al Señor esperando por su alimento.
El salmo también enfatiza la importancia de los tiempos y las
estaciones en el ritmo de la creación, y la necesidad que animales
y humanos tienen por igual de vivir de acuerdo a las pautas
impuestas por el sol, la luna, y el ciclo de vida. Todo esto es parte de
la sabiduría (versículo 24) que Dios muestra en la obra divina de la
creación. Además, y esto sólo es llamativo para los(as) occidentales
urbanos(as) modernos(as), los seres humanos en este salmo no se
destacan de los demás animales: su vida está entrelazada con la
naturaleza en su conjunto. Todo depende de Dios - es el espíritu o
aliento de Dios (versículo 30) quien lleva a la creación a existir.
Los versículos 6-9 describen a la tierra en los términos de las
concepciones tradicionales, que la entendían flotando en un gran
abismo de agua salada, aguas hostiles a Dios, cuyo poder divino se
muestra en su capacidad de controlarlas. La referencia al Leviatán
(versículo 26) es una clara evidencia de esto. El Leviatán es un ser
de la mitología cananea, representado como un temible monstruo
marino. El salmo utiliza la imagen cananea - y la transforma: ahora el
Leviatán ya no es temible sino domesticado. ¡Casi podríamos sugerir
que es representado como un gran juguete de Dios!
3. Durante siglos, el pueblo Cristiano y el Judío han encontrado
inspiración en el uso de este salmo como alabanza a Dios. Nos llama
a la humildad, a reconocer que no somos más que un aspecto de la
inmensa interconexión de la naturaleza, todo lo cual depende del
poderoso y dador de vida aliento de Dios. El Salmo 104 es un buen
antídoto para cualquier posible actitud de dominación que tengamos
hacia la creación.
El Canto de los tres jóvenes/Oración de Azarías [El texto se
encuentra impreso al final de las notas de estudio de esta semana]
Esta canción no está en el texto arameo de Daniel en el que se basan
nuestras Biblias, sino que fue insertada entre Daniel 3.23 y 3.24 en
la versión griega, utilizada por los(as) primeros(as) Cristianos(as)
como sus escrituras.
Es probable que los(as) Anglicanos(as) de todo el mundo conozcan
Semana Cuatro
este texto como el ‘Benedicite’ (es decir, el mandato, en plural, de
que Bendigamos [a Dios]). Es bajo ese nombre que aparece en el
Libro de Oración Común, como un cántico alternativo en la Oración
Matutina. No es parte del Antiguo Testamento canónico, sino que
se incluye dentro de los ‘Apócrifos’. Lo que provoca esta pregunta
interesante - ¿cómo deberían los(as) Anglicanos(as) utilizar e
interpretar los textos Apócrifos, en especial este texto, que aparece
en nuestro Libro de Oración fundacional? ¿Qué autoridad tiene para
nosotros(as)?
Al igual que con el Salmo 104, los seres humanos no son tratados
aquí como seres únicos: son convocados, junto con los ángeles,
animales, plantas, características del paisaje y fenómenos naturales
como las heladas, estrellas y el calor para bendecir al Señor. Toda la
creación está llamada a cantar la alabanza de Dios. Lo que es aún
más destacable es considerar el contexto en el que se establece
esta canción: es cantada por tres jóvenes castigados a ser arrojados
a un horno de fuego ardiente por ser fieles a Dios. Su delito es la
negación a inclinarse ante un ídolo del rey. La canción es, por lo
tanto, una poderosa respuesta a la acusación puesta sobre ellos. En
lugar de adorar a un objeto creado están invitando a toda la creación
a cantar y bendecir a su divino Creador.
Si el Salmo 104 nos invita a celebrar el deleite de Dios en la creación
cuando sentimos que todo está yendo bien, el Cantar de los Tres
Jóvenes nos invita a hacerlo cuando las cosas parecen sombrías,
especialmente para nuestra fe en Dios. Sea cual fuere nuestra
situación en la vida, hemos de considerar a todas las criaturas como
aquellas que pueden ser convocadas para bendecir a Dios - lo que
puede modificar nuestra actitud hacia como vivimos con ellas.
4. Reflexión
Estas dos oraciones toman su punto de partida del ‘Benedicite’ - y
luego lo adaptan a la situación específica geográfica y cultural del
autor.
¿Qué incluiría usted si escribiera un ‘Benedicite’ vinculado a su país?
Den gracias a nuestro Dios que es bueno:
cuyo amor permanece para siempre.
Sol y luna, estrellas en el cielo del sur:
den a nuestro Dios su agradecimiento y alabanza.
Amanecer y atardecer, noche y día:
den a nuestro Dios su agradecimiento y alabanza.
Todas las montañas y valles, prados y pedregales,
Semana Cuatro
glaciares, aludes, niebla y nieve:
den a nuestro Dios su agradecimiento y alabanza.
Kauri y Pino, Rata y Kowhai 1 musgos y helechos:
,
den a nuestro Dios su agradecimiento y alabanza.
Delfines y kahawai 2 lobos marinos y cangrejos,
,
3
corales, anémonas, camarones y pipi :
den a nuestro Dios su agradecimiento y alabanza.
Conejos y ganado, polillas y perros
4
kiwi y gorrión y tui y el halcón:
den a nuestro Dios su agradecimiento y alabanza.
5 6
Maoríes y Pakeha , mujeres y hombres,
todos los que habitan la gran nube blanca:
den a nuestro Dios su agradecimiento y alabanza.
Santos y mártires del Pacífico Sur:
den a nuestro Dios su agradecimiento y alabanza.
De Libro de Oración de Nueva Zelanda/He
Karakia Mihinare o Aotearoa, página 457
1 kauri, rata, kowhai son árboles de Nueva Zelanda
2 kahawai: nombre dado en Nueva Zelanda al salmón australiano
3 pipi: camarón bivalvo de Nueva Zelanda
4 tui: ave de Nueva Zelanda
5 Habitantes originarios de Nueva Zelanda
6 Nombre dado por los maoríes a los habitantes no originarios de Nueva Zelanda
5. Benedicite Africano (extracto)
Que todo lo grande bendiga al Señor.
Monte Kilimanjaro y Lago Victoria,
Valle del Rift y Llanura del Serengeti,
Gruesos baobabs y frondosos árboles de mango,
Eucaliptus y tamarindos,
Bendecid al Señor
Por siempre alabadle y ensalzadle.
Que todo lo pequeño bendiga al Señor.
Hormigas negras que estáis ocupadas, pulgas saltarines,
Renacuajos serpenteantes, larvas de mosquito,
Langostas voladoras y gotas de agua,
Polvo de polen y moscas tse-tsé,
Semillas de mijo y dagaa7seco,
Semana Cuatro
Bendecid al Señor,
Por siempre alabadle y ensalzadle.
7 dagaa: Pequeño pez que vive en el Lago Victoria
Leyendo la Biblia con Anglicanos(as) de todo el mundo
El Salmo 104, particularmente, nos recuerda que incluso en el
Antiguo Testamento podemos descubrir las huellas de una antigua
visión del mundo. Dos de los grupos que tomaron parte en el
proyecto “La Biblia en la Vida de la Iglesia” reflexionaron sobre
la importancia de involucrarse seriamente con una cosmovisión
indígena - la que puede a veces desafiarnos a explorar de una manera
nueva nuestra fe Cristiana. Como ayuda para nosotros(as) en
nuestra lectura de la Biblia, ¿qué podemos aprender del respeto dado
a la creación en muchas culturas indígenas?
Veamos lo que el grupo de África Oriental reportó:
La comunidad Anglicana de África Oriental, así como Comunión Anglicana
entera, deberían aprender de las sociedades primitivas con el fin de alcanzar
la Quinta marca de la Misión... La comprensión de la religión y cosmovisión
ancestral de África Oriental jugó un papel decisivo en la comprensión e
interpretación de los textos leídos durante el estudio contextual de la Biblia.
6. La cuestión que surgió con mucha fuerza fue que en las sociedades
primitivas la creación es abordada y tratada con respeto y reverencia,
carente de explotación. Antes de cortar un árbol, era necesario aplacar
a los espíritus de los árboles para evitar su enojo y venganza. Lo mismo
se aplica a las expediciones de caza y pesca. La implicancia es que si uno
corta un árbol, luego es necesario plantar más. Si los seres humanos comen
animales, aves o peces, no deben poner su existencia en peligro ya que las
futuras generaciones también tienen necesidad de ellos.
Esta idea está muy extendida en otras sociedades primitivas fuera de
África Oriental ... Es muy importante que empecemos a dialogar con la
religión y cosmovisión primitivas, que han aprovechado los recursos que
son radicalmente útiles para involucrarnos con la Quinta Marca de la
Misión.
En América del Norte, se refirieron a la visión de las culturas nativas,
Semana Cuatro
no sólo en relación con las actitudes hacia la creación, sino también
a nuestro compromiso con la Biblia. Uno de los miembros del grupo,
comentó:
Es importante comprender el enfoque y la actitud comunes de los pueblos
indígenas: en la concepción de los navajos, por ejemplo, la Verdad es vista
como una montaña con múltiples ángulos y perspectivas, sólo se puede
ver adecuadamente desde un mínimo de cuatro lados. La verdad sagrada,
es decir, sobre el universo y sobre la relación de Dios con la creación, las
necesita de las cuatro direcciones. Tiene una necesaria complejidad que
implica una comprensiva humildad.
Este acercamiento a la verdad también se aplica a las Escrituras. Hay una
verdad inherente a estas palabras sagradas, pero no es posible hablar
de ella o involucrase con ella respetuosa y adecuadamente sin las cuatro
direcciones. Por tanto, siempre que las personas de las Primeras Naciones
participan en estas conversaciones, tienen cuidado de no responder con
demasiada rapidez. Cuando se trata de la escritura, muchas comunidades
lo practican en la estructura de sus reuniones.
Comienzan por leer el texto tres veces y, con cada lectura se formula una
pregunta:
(1) qué se destaca para ti,
(2) qué escuchas decir a Dios,
(3) qué es lo que Dios nos llama a hacer. Se cree que Dios
está presente cuando te involucras con el texto; Dios está
activamente involucrado y habla cuando la comunidad se
relaciona con el texto.
7. Preguntas para la discusión
1. ¿De qué manera tenemos que aprender a vivir más en armonía con
“los tiempos y estaciones” en comparación con lo que se da en el mundo
occidental en este momento? ¿Qué podría significar esto para nuestro
estilo de vida?
2. ¿Hasta qué punto podríamos o deberíamos aprender de las culturas
indígenas, pre-bíblicas, en nuestra actitud hacia la creación? El hecho de
que el Salmo 104 haga uso de la mitología no israelita ¿ofrece un ejemplo
para nosotros(as)?
3. El hecho de que el “Benedicite” provenga de los libros Apócrifos,
¿significa que lo leemos de manera diferente a los textos que provienen
Semana Cuatro
del Antiguo y Nuevo Testamentos? El hecho de que lo podemos
encontrar en el Libro de Oración Común, ¿hace alguna diferencia en
cómo lo usamos?
4. “La verdad sagrada, es decir, sobre el universo y sobre la relación
de Dios con la creación, las necesita de las cuatro direcciones. Tiene
una necesaria complejidad que implica una comprensiva humildad.
Este acercamiento a la verdad también se aplica a las Escrituras.”
¿Hasta qué punto está de acuerdo con este comentario sobre la
necesidad de una “comprensiva humildad” en relación con las Escrituras?
9. Canto de Azarias
Y ellos caminaban en medio de las llamas, alabando a Dios y bendiciendo al Señor.
Azarías, de pie en medio del fuego, tomó la palabra y oró así: “Bendito eres, Señor, Dios de nuestros
padres, y digno de alabanza, que tu Nombre sea glorificado eternamente.
27 Porque tú eres justo en todo lo que has hecho por nosotros, todas tus obras son verdaderas, tus
caminos son rectos y todos tus juicios son verdad.
28 Tú has ejecutado justas sentencias, en todo lo que has hecho recaer sobre nosotros y sobre
Jerusalén, la Ciudad santa de nuestros padres. Con verdad y justicia nos has tratado así, a causa de
nuestros pecados.
29 Sí, nosotros hemos pecado y cometido la iniquidad, apartándonos de ti. Sí, hemos pecado
gravemente, no hemos escuchado tus mandamientos,
30 no los hemos observado ni cumplido, según lo que tú nos habías mandado para nuestro bien.
31 Sí, todo lo que tú has hecho recaer sobre nosotros, todo lo que nos has hecho, lo has hecho con
toda justicia.
32 Nos has entregado en las manos de nuestros enemigos, gente sin ley, los peores impíos, y a un rey
injusto, el más perverso de la tierra.
33 Y ahora no podemos abrir la boca, la vergüenza y el oprobio cayeron sobre tus servidores y sobre
aquellos que te adoran.
34 No nos abandones para siempre a causa de tu Nombre, no anules tu Alianza,
35 no apartes tu misericordia de nosotros, por amor a Abraham, tu amigo, a Isaac, tu servidor, y a
Israel, tu santo,
36 a quienes prometiste una descendencia numerosa como las estrellas del cielo y como la arena que
está a la orilla del mar.
37 Señor, hemos llegado a ser más pequeños que todas las naciones, y hoy somos humillados en toda
la tierra a causa de nuestros pecados.
38 Ya no hay más en este tiempo, ni jefe, ni profeta, ni príncipe, ni holocausto, ni sacrificio, ni oblación,
ni incienso, ni lugar donde ofrecer las primicias,
39 y así, alcanzar tu favor. Pero que nuestro corazón contrito y nuestro espíritu humillado nos hagan
aceptables
40 como los holocaustos de carneros y de toros, y los millares de corderos cebados; que así sea hoy
nuestro sacrificio delante de ti, y que nosotros te sigamos plenamente, porque no quedan confundidos
los que confían en ti.
41 Y ahora te seguimos de todo corazón, te tememos y buscamos tu rostro.
42 No nos cubras de vergüenza, sino trátanos según tu benignidad y la abundancia de tu misericordia.
43 Líbranos conforme a tus obras maravillosas, y da gloria a tu Nombre, Señor.
44 Que sean confundidos todos los que hacen daño a tus servidores: que sean cubiertos de vergüenza,
privados de todo dominio, y que su fuerza sea quebrantada.
45 Que ellos sepan que tú eres el Señor, el único Dios, glorioso sobre la tierra”.
46 Los servidores del rey, que los habían arrojado en el horno, no cesaban de alimentar el fuego con
betún, resina, estopa y sarmientos.
47 La llama se elevaba hasta veinticinco metros por encima del horno,
48 y al extenderse, abrasó a los caldeos que se hallaban alrededor del horno.
49 Pero el Ángel del Señor bajó al horno al mismo tiempo que Azarías y sus compañeros; alejó del
horno la llama de fuego
50 y produjo en medio del horno como una brisa, una frescura de rocío, de manera que el fuego no los
tocó para nada ni les causó daño ni tormento.
10. 51 Entonces los tres, a una sola voz, se pusieron a celebrar, a glorificar y a bendecir a Dios dentro del
horno, diciendo:
52 Bendito sea tu santo y glorioso Nombre, alabado y exaltado eternamente.
53 Bendito seas en el Templo de tu santa gloria, aclamado y glorificado eternamente por encima de
todo.
54 Bendito seas en el trono de tu reino, aclamado por encima de todo y exaltado eternamente.
55 Bendito seas tú, que sondeas los abismos y te sientas sobre los querubines, alabado y exaltado
eternamente por encima de todo.
56 Bendito seas en el firmamento del cielo, aclamado y glorificado eternamente.
57 Todas las obras del Señor, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!
58 Ángeles del Señor, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!
59 Cielos, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!
60 Todas las aguas que están sobre los cielos, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo
eternamente!
61 Todos los ejércitos celestiales, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!
62 Sol y luna, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!
63 Astros del cielo, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!
64 Lluvias y rocíos, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!
65 Todos los vientos, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!
66 Fuego y calor, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!
67 Frío y heladas, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!
68 Rocíos y escarchas, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!
69 Hielos y frío, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!
70 Heladas y nieves, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!
71 Noches y días, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!
72 Luz y tinieblas, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!
73 Rayos y nubes, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!
74 Que la tierra bendiga al Señor, que lo alabe y glorifique eternamente.
75 Montañas y colinas, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!
76 Todo lo que brota sobre la tierra, bendiga al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!
77 Manantiales, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!
78 Mares y ríos, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!
79 Cetáceos y todo lo que se mueve en las aguas, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo
eternamente!
80 Todas las aves del cielo, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!
81 Todas las fieras y animales, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente
82 Todos los hombres, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!
83 Israel, bendice al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!
84 Sacerdotes del Señor, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!
85 Servidores del Señor, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!
86 Espíritus y almas de los justos, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!
87 Santos y humildes de corazón, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!
88 Ananías, Azarías y Misael, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!
89 Den gracias al Señor, porque es bueno, ¡porque es eterno su amor!
90 Todos los que temen al Señor, bendigan al Señor, al Dios de los dioses, alábenlo y denle gracias,
¡porque es eterno su amor!”.