Este documento explora nuestro lugar en la creación de Dios a través del análisis de pasajes bíblicos como Génesis 1-2 y Jeremías 4. Discuten que los seres humanos fueron creados para servir y cuidar la creación, no para dominarla, y que el daño a la creación puede conducir a la "des-creación". También analiza cómo los anglicanos en Sudáfrica interpretan estos pasajes en el contexto de problemas de tierras y justicia social.
2. Nuestro Lugar En El
Orden Creado
Esta sesión profundiza en
nuestra base “terrenal”,
como seres formados por el
creativo trabajo de Dios – y
en la manera en que como
seres humanos, hemos
tomado el “buen” trabajo de
Dios y lo hemos utilizado
para nuestros propios fines.
Una equivocada relación
entre la humanidad y el resto
de la creación, ¡puede llevar a
la ‘des-creación’!
Exploración Bíblica
Génesis 1,1 - 2,25
La Biblia comienza con la creación. En ella, la historia completa
de la relación entre Dios y la humanidad se enmarca en el
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anuncio de que Dios es el creador del cielo y la tierra. Y esta
creación es “buena”. Dios se complace en la creación. Esto es
afirmado una y otra vez en Génesis 1. Es la frase repetida Y
vio Dios que era bueno que hemos usado como título de este
curso.
Pero, ¿qué es lo que Génesis 1 intenta decirnos? ¿Cómo,
exactamente, llegó a existir el mundo? Está expuesto como
un poema de alabanza celebrando la verdad del amor de Dios
por la tierra y la humanidad. Tal vez la clave del mensaje no
sea ‘lo que realmente pasó’, sino contarnos de un Dios que
del caos crea el orden, y ofrece a los seres humanos colaborar
con Él en el sostenimiento de la creación. El ritmo de los seis
‘Y era bueno’ diarios, culminando en el Sabbat, refuerza esta
sensación de calma ordenada.
Génesis 1,1 - 2,4a es muy diferente en el sentir y el lenguaje
de Génesis 2,4b - 25. En el primer relato, los seres humanos
están hechos [¡no dice que sean ‘creados’!] como pináculo
de la creación, a imagen de Dios (Génesis 1, 26-27). En el
otro, el ser humano es formado [de nuevo, ¡no “creado”!] del
polvo de la tierra (Génesis 2, 7) y antes de que las plantas y los
animales. Pero ambos pasajes - a su manera - dejan en claro
la responsabilidad que Dios ha dado a los seres humanos en
relación con el resto de la creación.
3. En relación a esta responsabilidad, comúnmente se expresa
que los seres humanos tienen “mayordomía” sobre la creación.
En Génesis 1, 26-28 Dios bendice a la humanidad, hombres y
mujeres juntos, con la instrucción de subyugo y dominio sobre
los demás seres vivientes. Algunos(as) consideran que esta es
una manera cruel y peligrosa de pensar acerca de la relación
entre los seres humanos y la creación, uno de los factores que ha
llevado a dañar a la creación. Sin embargo, en Génesis 2, 15 Dios
pone al ser humano en el jardín del Edén para que lo labrase
(literalmente ‘servirle’). Esta relación se ve reforzada por un
juego de palabras: la palabra hebrea para ser humano (‘adam) es
muy similar a la palabra “tierra” (‘adamah), lo que sugiere que el
bienestar de la humanidad y el de la tierra van juntos. ¿Pueden
(y deben) los seres humanos tanto someter como servir a la
creación? ¿Hemos hecho con frecuencia una cosa - pero no la
otra?
Jeremías 4, 11-28
El profeta Jeremías estaba escribiendo en alguno de los días
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más oscuros de la historia del Antiguo Testamento - poco antes
de que gran parte de Jerusalén y Judá fueran destruidas por un
ejército invasor de Babilonia y muchos(as) fueran asesinados o
exiliados. En este pasaje, la futura destrucción es descrita como
un desastre ecológico, lo que sugiere que hay una conexión
intrínseca entre la tierra y sus criaturas, la salud de la tierra y
la condición espiritual y moral de la humanidad, sobre todo el
pueblo de Dios. La creación parece sufrir a causa del pecado
de la humanidad. Los versículos 23-27 son especialmente
poderosos: nos recuerdan con fuerza los hechos de la creación
en Génesis 1.
¡Pero ahora la creación se está deshaciendo! ¡Jeremías está
prediciendo la ‘des-creación! Observe en particular la expresión
informe y vacía en 4, 23 (en Hebreo, tohu wa-bohu). Esta es
la misma expresión que se usa en Génesis 1, 2 para describir
a la tierra antes de que el trabajo creativo de Dios comenzara.
Esta expresión es muy rara en la Biblia, por lo que se espera que
quienes leen realicen la conexión entre Jeremías y Génesis.
Cuando un pasaje de la Biblia alude a otro de esta manera, el
efecto es muy poderoso. El siguiente poema moderno también
utiliza el trasfondo de Génesis 1 para hablar acerca de la
sorprendente relación entre los seres humanos y la creación:
4. Reflexión
En el principio estaba la tierra.
Y era hermosa.
Y los seres humanos vivieron sobre la tierra. Y dijeron:
‘Vamos a construir rascacielos y autopistas.’
Y cubrieron la tierra con acero y hormigón.
Y dijeron: ‘Es bueno’.
En el segundo día,
la humanidad observó las cristalinas aguas de la tierra.
Y dijo: ‘Vamos a volcar nuestras aguas residuales
y los desechos en las aguas.’ Y así lo hicieron.
Las aguas se volvieron oscuras y tenebrosas.
Y dijeron: ‘Es bueno’.
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En el tercer día,
la humanidad contempló los bosques de la tierra.
Eran altos y verdes. Y los seres humanos dijeron:
‘Vamos a cortar los árboles y construir cosas para nosotros.’
Y así lo hicieron. Y los bosques comenzaron a ser ralos.
Y ellos(as) dijeron: ‘Es bueno’.
En el cuarto día,
la humanidad vio a los animales saltando en el campo
y jugando al sol. Y dijeron: ‘Vamos a atrapar a
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los animales por dinero y a dispararles por deporte.’
Y así lo hicieron. Y los animales empezaron a escasear.
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Y ellos(as) dijeron: ‘Es bueno.’
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5. En el quinto día,
la humanidad sintió la brisa fresca en sus narinas.
Y dijeron: ‘Vamos a quemar nuestros desperdicios
y dejar que el viento se lleve el humo y los desechos.’
Y así lo hicieron.
Y el aire se volvió denso por el humo y el carbón.
Y ellos(as) dijeron: ‘Es bueno.’
En el sexto día,
la humanidad vio los muchos tipos de personas en la tierra -
diferentes en raza, color y credo.
Y tuvieron miedo y dijeron: ‘Vamos a hacer bombas
y misiles en caso de que surjan malentendidos.’
Y así lo hicieron. Y sitios de misiles y depósitos de bombas
alternaron en el paisaje.
Y ellos(as) dijeron: ‘Es bueno.’
En el séptimo día,
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descansó la humanidad.
Y la tierra estaba quieta y silenciosa.
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Pues la humanidad ya no existía.
¡Y era bueno!
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Anónimo
Por supuesto que, ni Jeremias, ni este poema, son el final
de la historia en lo que la Biblia se refiers. Es significativo
que la Biblia finalice (Apocalipsis 21-22) con el relato de una
neueva creacion, que tambien utiliza imagenes y lenguaje
vividos tomdaos del libro del Genesis.
6. Leyendo la Biblia con Anglicanos(as) de todo el mundo
En Hebreo, la misma palabra ‘eretz puede ser usada para
describir un territorio o país en particular así como la tierra en su
totalidad. Nos recuerda que el bienestar de los países o regiones
específicas del mundo, y el bienestar de toda la tierra, en última
instancia no se pueden separar. Tampoco pueden separarse - de
acuerdo a los pasajes bíblicos que hemos explorado - el bienestar
de la tierra y las acciones de los seres humanos. ¿Qué significa
esto para los(as) Anglicanos(as) que leen la Biblia en partes
del mundo donde el tema de la propiedad y el uso de la tierra
son una cuestión muy urgente? Aquí la relación entre los seres
humanos y la tierra se debilita por lo que a las personas se les
niega el derecho de ser mayordomos. Aquí muy a menudo los
problemas de la tierra y la injusticia van de la mano.
Uno de los grupos regionales que está trabajando sobre el
proyecto La Biblia en la Vida de la Iglesia se encuentra en
el sur de África. Los(as) miembros del grupo estuvieron
involucrados en la elaboración de un Informe de la
Comisión Teológica Anglicana de África Meridional,
1995 titulado ‘La tierra y su uso en Sudáfrica’. El
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informe da pistas importantes sobre cómo los(as)
Anglicanos(as) de Sudáfrica leen los pasajes Bíblicos
relacionados con la tierra. Dice así:
En el punto de vista del Antiguo Testamento acerca de
la tierra, la creencia de que del Señor es la tierra y todo
lo que hay en ella (Salmos 24: 1) es fundamental. La
tierra no puede ser propiedad de los seres humanos en
un sentido último, sino sólo por derivación y de forma
condicionada. La tierra es creada por Dios y para gloria
de Dios. Como creación de Dios, la tierra es esencial-
mente buena. La tierra y todo lo que en ella existe le
pertenece y está bajo su cuidado (Salmo 50, 9-11; 104,
10-30). Si bien el tema de llenar la tierra y someterla
se encuentra presente en el mandato de Dios a los seres
humanos en el relato de la creación, esto está subordinado al
tema del descanso Sabático, de bendición, en alabanza de la
obra de Dios.
Hay límites establecidos en el dominio de la humanidad, como
se simbolizado por el fruto prohibido. Hay consecuencias por
sobrepasar los límites, como se simboliza por la expulsión del jardín.
El mismo proceso se trabaja en la historia de Noé: el resultado del
pecado humano son los desastres naturales y la pérdida de vidas
humanas. Dios hace un pacto con Noé, garantizado por el signo del
arco iris.
7. La bendición y la fertilidad de la tierra dependen de las justas
relaciones entre Dios y los seres humanos. La teología de la alianza
es la base de la comprensión de la tierra como promesa y don.
Entrelazada con las historias de la conquista de la tierra prometida,
que han tenido consecuencias muy perjudiciales en la historia de
Sudáfrica como legitimación de la conquista de la tierra Africana por
los blancos, está el principio subyacente de la tierra como un don. Es
Dios quien reparte la tierra, y aun así de forma condicional. Este es
el principio fundamental, y no la expulsión o la conquista o la guerra
santa. La tierra se tiene en alianza con Dios, y la propiedad está
condicionada a la preservación de justas relaciones entre Dios y los
seres humanos.
Porque la tierra es un don, la tenemos como algo sagrado que nos es
confiado. La tierra no puede ser simplemente comprada y vendida,
como si fueran propiedades como los zapatos y los cereales. Como
muestra la historia de la viña de Nabot, los vínculos de la familia
y la sangre con la tierra no pueden ser anulados por un acto del
rey, ni aún con la oferta de una compensación justa. De hecho,
intentar subvertir el don de la tierra cambiando las fronteras es una
ofensa a Dios (Deuteronomio 27, 17; Proverbios 23, 10). Los lazos
entre la familia y la tierra son tan importantes que existen leyes de
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matrimonio especiales (Levirite) para preservar los derechos de la
familia de continuar en la tierra cuando alguien muere sin un(a)
heredero(a).
Las leyes del Antiguo Testamento reconocen la tendencia de que
la tierra sea alienada de sus propietarios(as) bajo la presión de la
sequía y la deuda. Se prevén fondos para la restauración de la tierra
a las familias que la hayan perdido, cada setenta años, en el Año de
Jubileo. Que esta ley haya sido aplicada con éxito alguna vez no es la
cuestión importante. Lo que importa es que mantiene el principio de
que la tierra no puede estar permanentemente enajenada de los(as)
pobres e indefensos(as), sino que debe ser periódicamente redistri-
buida para evitar la acumulación injusta de los recursos en manos de
unos(as) pocos(as).
La tierra no se encuentra a disposición sin reservas de sus
inquilinos(as) humanos(as), sino que tiene derechos propios. En este
sentido, la tierra debe de dejarse en barbecho en el séptimo año, su
propio descanso sabático. Durante este período de recuperación de
la fecundidad de la tierra cultivada, su fruto está a disposición de
los(as) pobres y de los animales y aves silvestres. La tierra está para
sustento y disfrute de todos, y no de unos pocos.
La marca de bendición es que cada persona se sentará bajo su parra
y bajo su higuera (Miqueas 4, 4). Todos estos principios fundamen-
8. tales con respecto a la tierra parecen haberse originado en el período
anterior al surgimiento de una monarquía central fuerte en Israel/
Judá. La adopción del modelo cananeo de realeza, legitimada por
un templo central, dio lugar a la aparición de una aristocracia y a la
acumulación de tierras en los dominios Reales. Por un lado, el origen
de la realeza Davídica se encuentra en la elección popular de un rey
para hacer frente a las invasiones extranjeras.
Por otro lado, la monarquía Davídica desarrolló una teoría de
elección especial y perpetua sobre la familia de David. El conflicto
entre las pretensiones de la monarquía por la tierra, el trabajo y
el tributo y las antiguas tradiciones tribales acerca de la tierra fue
el trasfondo de los ataques de los profetas sobre la injusticia, la
explotación y el empobrecimiento de la gente común y corriente por
parte de la monarquía y el templo.
La historia del pueblo de Israel en la Tierra Prometida es una historia
continua de desobediencia y castigo, restauración y esperanza.
Dios sigue cumpliendo su pacto con su pueblo a pesar de que éste
incumple su parte del acuerdo. Es esta constancia y bondad de Dios
que mantiene la promesa de restauración de la tierra, aún en tiempos
de exilio o catástrofe. La esperanza creció de un nuevo pacto que
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establecería al pueblo de Dios en una tierra renovada en bendición,
paz y seguridad renovadas (por ejemplo, Isaías 32, 15-17; Miqueas
4, 3-4).
El informe completo se puede leer en:
http://churchland.org.za/publications/Bulletin53page275.pdf
Existe una organización religiosa con base en el Sudáfrica, The
Church Land Programme, cuya página web http://churchland.org.za/
publications.php#Biblia ofrece muchos recursos útiles para explorar
el tema de la Biblia y la tierra desde el contexto Sudafricano.
9. Preguntas
1. El hecho de que la Biblia comience con la creación, ¿qué le sugiere con
respecto a la naturaleza y propósito de la Biblia?
2. ¿Qué tan lejos lleva usted las imágenes de la relación entre los
seres humanos y la creación dadas en Génesis 1 y 2, como normativa
para nosotros(as) en la actualidad? ¿Hasta qué punto su visión es
afectada por el hecho de que usted crea o no que la creación ‘ocurrió’
exactamente como se describe en estos capítulos?
3 Las notas sobre Jeremías dicen que el profeta sugiere que ‘hay una
conexión intrínseca entre la tierra, las criaturas, la salud de la tierra
y la condición espiritual y moral de las personas, especialmente el
pueblo de Dios’. ¿Cree usted que esto es cierto? ¿Qué tan cómodo(a) se
encuentra leyendo las porciones de los libros proféticos de la Biblia que
relacionan los desastres con el comportamiento humano?
4. La reflexión de Sudáfrica comenta acerca de la dificultad de
relacionarse con los textos de la Biblia, como Deuteronomio y Josué,
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que se centran en la tierra en términos de conquista. En este sentido,
¿en qué otras partes del mundo podría llegar a sentirse una dificultad
similar? ¿Cómo interpretamos estas porciones ‘difíciles’ de las
Escrituras?
Compartiendo nuestros puntos de vista
¿Qué le gustaría compartir con otros compañeros(as) Anglicanos(as)
como resultado de su estudio y discusión?
¿Hay comentarios que desee proporcionar información al proyecto
de la Biblia? Es posible que desee hacerlo directamente a través del
sitio web de la Comunión Anglicana, o enviarlas por correo electrónico
al coordinador del proyecto Biblia. Para más detalles, a su vez a esta
sección en la semana cinco.