1. EL ESPÍRITU DE JEZABEL
Adaptacion tomada del libro Desenmascarando el espíritu de Jezabel (John P.
Jackson)
Muchos cristianos lo consideran un espíritu demoníaco, otros, una influencia de Satanás.
Sea cual fuere la consideración acerca de él, la verdad es que su influencia es
demasiado devastadora para pasarla por alto, así que veremos algunas de las cualidades
del espíritu de Jezabel, que expuso el administrador de Logos más Espíritu.
Tenemos que advertir, sin embargo, que el tener una o dos de estas características no
significa que la persona esté poseída por este espíritu, o bajo su influencia. Todos
pecamos y en diferentes formas, sólo se puede decir que hay determinada opresión
mirando el conjunto de todas ellas, cuando son mayoría y cuando impiden avanzar al
cristiano, no cuando son fruto de una tentación aislada o llegada por acontecimientos
determinados.
Estas son las características que conlleva en sí misma una persona influenciada por el
espíritu jezabelino:
En primer lugar, se siente amenazada por el profeta. La palabra
profética en su vida genera temor, por lo general lo contrarresta
aparentando tener dones proféticos o discernimiento de espíritus,
pero en realidad desea controlar a los demás a través de esto.
Se relaciona solamente con las personas en autoridad, o que posean
dones espirituales. Si es líder, no le interesa en absoluto el
crecimiento espiritual de quienes tiene a cargo. Esto se ve
manifestado en su desinterés ante las necesidades de los demás.
Roban sueños, revelaciones e ideas de otros, para aparentar
espiritualidad. Esto lo hace manipulando las cosas de manera de
obtener reconocimiento.
Responde con falsa humildad ante el reconocimiento, cualidad que le
dura poco, ya que al corto tiempo, su carácter se pone en evidencia.
Cuando se la confronta, la persona se pone a la defensiva
justificándose con frases como: "sólo estoy haciendo la volunta de
Dios" o "Dios me dijo que hiciera esto"

2. Parece "tener grandes revelaciones" sobre sus pastores o líderes,
pero no se acerca a ellos para hablarlo. Lo que hace es generar
chisme contándole a otros (por lo general personas nuevas o poco
firmes en la fe). En lugar de orar, prefiere dar a conocer su
revelación.
Promueve la creenca de que Dios le "reveló" palabra de juicio, pero
que por su oración, se arrepintió de ejecutarla.
Trata de conseguir discípulos por motivos egoístas, sólo para
sentirse segura constantemente.
Prefiere orar aislada o en un rincón por las personas, para que sus
revelaciones o palabras no sean puestas a prueba por otros.
Intenta reunir a los demás y enseñarles. Tarde o temprano, estas
enseñanzas terminan por ser ajenas a la Palabra de Dios.
Manipula la profecía, declara impresiones de su propia alma,
hechos que conoce de otros como si fueran revelación de Dios. Apela
a lo emocional, cambia la palabra cuando esta no se cumple, de
manera que parezca que está en lo cierto.
Le encanta imponer las manos en todo momento y, aunque esto sea
bíblico, lo que hace esta persona es trasmitir probablemente
maldición en lugar de bendición, porque no lo hace de parte de Dios,
sino para sentirse importante.
Desea ser considerada la más espiritual de la iglesia, ocultando su
muy baja autoestima con el orgullo del reconocimiento obtenido.
Su vida familiar no es estable. Si está casada, su cónyuge por lo
general es inconverso, o no está firme en la fe. Ella es quien domina
y controla a cada persona de su grupo familiar.

3. FRASES COMUNES PARA TENER EN CUENTA
- Sólo quiero ser su amigo
- Sólo quiero ayudarle a llegar al lugar que Dios le ha llamado
- No tengo dobles intenciones, sólo quiero servir
- Puede confiar en mí siempre que lo apoyaré
- ¿Usted no reconoce mis dones?
- Usted no me comprende
- Siento que su persona me intimida
- Tengo una nueva revelación
- El Señor me ha dado unas palabras que debo decirle
- Mi pastor no sabía cómo usar mis dones
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Fuentes: Logos más Espíritu