2. En Agosto, cuando la ciudad florece en su mejor esplendor, la ciudad de Medellín se llena de un ambiente de jolgorio que tiene en las flores su emblema más amable. Balcones, terrazas, jardineras, vallas, todo evoca la apreciada imagen de la “ciudad de las flores” y de la “eterna primavera”. La convocatoria a este encuentro anual con los temas ancestrales de la cultura regional, provoca un importante flujo de turistas nacionales e internacionales, los medellinenses se entremezclan con los visitantes para desplegar sus atributos de civismo, amabilidad y su afamada tradición de anfitriones
3. Cuarenta campesinos de Santa Elena participaron en el primer desfile de silleteros que vio la ciudad de Medellín en el año 1957, durante el antiguo Festival de las Flores. Medio siglo después, son más de quinientos los pacientes floricultores los que descienden de las montañas mágicas a la capital para colorear la ciudad.
4. Desfile de silleteros La importancia del Desfile de Silleteros se fundamenta en que es el evento central y más importante de la Feria de las Flores, de donde se inspiran su nombre, sus colores, su belleza y elegancia. Por eso es inevitable hablar de los orígenes del silletero en cada nueva edición de estas fiestas importantes de Medellín, donde la armonía de la obra del floricultor se funde con la alegría desprendida a borbotones de los medellinenses, los antioqueños, mejor dicho, de los “paisas”.
5. El Desfile de Silleteros es el evento central y más importante de la Feria de las Flores
6. Cómo no expresar alborozo cuando en agosto Medellín, reverdece sin límite en su Feria de las Flores y los eventos complementarios que suceden en su vigencia: las cabalgatas; el desfile de carros clásicos y antiguos; la exposición de orquídeas, pájaros y flores; los arrieros, las mulas y las fondas; los tablados populares con sus trovadores y orquestas y las pasarelas atestadas de mujeres bonitas.